Mohos y Lupita

Norber Tebes
quiasmo
Published in
2 min readOct 30, 2018

Apenas desperté pensé en que otra vez, probablemente, no son todavía las 8 pese a que hoy no laburo y que algo tendré que hacer con ese desorden de no dormir hasta las 12; lo segundo que pensé fue que hoy viene la flaca de visita y me va a ayudar a bañar a Valquiria que anda con dermatitis atópica; fui al baño a mear y mientras me dejaba ir miré el techo; Lupita, la araña más grande, estaba ahí, estática pero viva; la otra, que llamé Lupitamenor, hace unos días que no la veo. Me senté en el inodoro para entender que estaba despierto y que hay que avisarle eso al resto del cuerpo. Los malvones y magnolias y enredaderas reptantes que en principio fueron mohos de humedad estaban por todo el baño. Lo que tiene esto de no recibir visitas es que uno pierde el registro de lo normalizado, por ejemplo, cuánta vegetación existente es tolerable para decidirse a limpiar el baño. La lauchita muerta de la otra semana la tuve que tirar porque estaba haciendo olor. Lo mismo con el pajarito que entró por el ventiluz y no pudo salir.
Había un dibujo de Nicoilustraciones que sugería que un chabón se bañaba solamente cuando venía la novia, una vez por semana. Lau me mandó esa foto porque pensó que era yo. Ese soy yo, soy un cliché, pensé. Hasta tenía un tatuaje en el brazo y el pelo medio larguín. Pero debe pasar eso, uno se encariña con su propio olor y soledad, y la presencia de un otre viene como a ponerlo a uno en perspectiva de lo socialmente aceptable. Eri me dice que lo que ve, cada vez que subo un video tocando la viola, es el quilombo que tengo en el comedor. Qué le va’cer, tiene razón. Pero bueno, hoy viene la flaca y tendré que cortar toda la vegetación y todos los ecosistemas naturales del baño. Total, como no viene seguido, puedo limpiar la próxima vez que venga; seguramente ya habrá ecosistemas nuevos. Tiene un poco de sentido; después de la presencia de la flaca, no hay otro camino posible que el que va a hacia abajo, hacia uno mismo con sus miserias. Sentado en el inodoro toco un poco románticamente las flores que salen del moho verde de abajo del bidet.

--

--