¿Necesitamos construir robots androides?

Alejandro Perez Malagon
R. Olivaw
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4 min readDec 13, 2017
¿Y acaso sueñan con ovejas eléctricas? — Tomado de www.theleonardo.org

Voy a comenzar con un spoiler: no necesariamente.

Los escritores de ciencia ficcion a menudo definen el androide como el non plus ultra de la robótica. En su primer uso la palabra robot se refería más a una figura a semejanza humana que a una máquina. Los hermanos Kapec la inventaron para referirse a los trabajadores humanoides artificiales de la novela R.U.R., aunque estos no eran mecánicos, sino orgánicos.

Esta constante andoidica de la ciencia ficción probablemente sea más una alegoría que una expectativa real. La tensión entre su apariencia humana y la verdadera naturaleza robótica es un elemento en la trama de muchos relatos. Otras veces los autores los usan como una metáfora para el racismo o la explotación inhumana. Y sí, una que otra vez se emplean simplemente por falta de imaginación.

Isaac Asimov lo llevó un paso más adelante. Él proporcionó un elemento interesante en el debate de porqué los robots debían ser androides. El autor ruso-americano creía que era más sencillo construir asistentes artificiales que pudieran usar las mismas herramientas que el hombre. Y que mejor robot que un androide para, literalmente, llenar los zapatos de los humanos. De esta manera no es necesario rediseñar el resto de la tecnología existente para automatizarla.

Esta mentalidad probablemente esté realcionada con una época en que la tecnología se fabricaba para durar. La economía moderna es más partidaria de reemplazar que de reutilizar. Y la ingeniería ha demostrado que es más eficiente agregar inteligencia artifical a las herramientas que usar al hombre como prototipo de “máquna universal”.

Hoy en día tenemos todo tipo de enseres automatizados, vehículos que conducen por si mismos y brazos robóticos que pintan, ensamblan y cocinan. Mientras, la mayoría de los andoides languidecen como prototipos en universidades y departamentos de I+D de empresas poderosas.

Asimo, el más famoso de los robots humanoides

Se podría alegar que eso es el resultado de que estemos aun en la infancia de la robótica. No tenemos androides porque todavía no somos capaces de construir uno funcional. Soy de la humilde opino de que, a la hora de construir un robot, la forma debe seguir a la funcionalidad. Y se debe buscar eficiencia.

El hombre es el resultado de millones de años de evolución. Es un aparato biológico extremadamente eficiente. Pero (para mi, que creo en la teoría de la evolución) es el resultado de un proceso caótico, limitado por las posibilidades de la materia viva. Hay determinadas formas de hacer las cosas, inventadas por la ingeniería, que nunca se le ocurrieron a la madre naturaleza. Algunas, como las ruedas, son de las tecnologías más antiguas y útiles en existencia.

Para mí es un ejemplo crucial lo que ocurrió durante el meltdown de la central nuclear de Fukushima, en la patria del famoso Asimo. A pesar de la percibida ventaja nipona en la robótica, en todo Japón no existía un robot que pudiera entrar y trabajar dentro de ella. La compañía norteamericana iRobot tuvo que enviar de emergencia varios de sus robots para ayudar en las labores de estabilización del reactor. Ninguno de estos era humanoide.

Esto llevó al CEO de iRobot a decir que “en Japon los robots son usados como herramientas de marketing y símbolos de estatus. [Las compañías] no son responden a crear ganancias, sino sueños […] Sony creó una tecnología robótica fantástica pero totalmente inútil”. Dentro de la comunidad de robotistas existe la percepción de que en Japón se trabaja más por el efecticismo y el impacto en el público que por robots realmente funcionales y prácticos. El propio Asimo es quzás el ejemplo paradigmático.

Packbot, de iRobot, el héroe que salvó el día en Fukushima

Por supuesto, la última palabra de este debate no está dicha. Quizás algun complejo divino nos pueda llevar a querer replicar el sexto día de la creación y construir algo a nuestra imagen y semejanza. Puede que sea un proceso menos grandielocuente y los androides simplemente se hagan populares por que son kawaii. Puede que DARPA o Boston Dynamics nos sorprenda con alguna genialidad bípeda. Pero quzás se imponga la racionalidad y tengamos un futuro lleno de máquinas inteligentes y el andoide sólo sea un sistema operativo para teléfonos móviles.

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Alejandro Perez Malagon
R. Olivaw

Robotista por vocación, code monkey por necesidad. Ya que conozco el teclado de mi thinkpad no me cuesta nada poner en texto plano las ideas que se me ocurren.