Cuando la resistencia le hace un llamado a los narcos

Tlacaxoxouhcayotl
19 min readFeb 18, 2017

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“Si México deja de enviar cocaína y marihuana durante dos meses a los Estados Unidos, ellos solitos tumbarán el muro.”

-meme popular circulado por los redes sociales después de que Trump firmó la orden ejecutiva para la construcción del muro fronterizo.

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A principios del los años 90s, yo apenas cursaba primero de primaria en la frontera del sur de Tejas, tiempos en los que se encontraba muy lejano cualquier plan de construir un muro en la frontera con México. Recuerdo que cada mes de octubre la institución educativa hacia su Campaña del Listón Rojo (por su nombre en inglés: Red Ribbon Week) que se observa por una semana con el motivo de prevenir el consumismo del alcohol, tabaco y otras drogas al igual que la prevención de la violencia. Los agentes de policía nos daban su presentación sobre la muerte del agente de la DEA, Enrique «Kiki» Camarena, quien murió bajo las supuestas garras del narcotráfico mexicano tras ser secuestrado y torturado hasta la muerte.[1] A mis cortos cinco años me encontré dentro de toda esta propaganda de la guerra contra las drogas y por primera vez comencé a desarrollar sentimientos viscerales de opresión interiorizada. Bien recuerdo que esa fue una de las primeras veces que sentí odio hacia mi misma, hacia mis raíces, y hacia mi gente.

Sin embargo, esos mismos agentes en su campaña anual nunca pusieron en contexto porque la DEA y la CIA se encontraban actuando en territorio mexicano. Tampoco explicaron porque existía tanta dependencia en las drogas por parte de los estadounidenses ni porque criminalizan extensamente crímenes asociados con ciertas drogas. Ni siquiera mencionaron que después la DEA secuestró desde territorio mexicano a un presunto partícipe de la tortura del agente Enrique Camarena.[2] Es decir, que similarmente como las leyes de los esclavos negros fugitivos permitieron al poderío estadounidense tomar jurisdicción personal de los «esclavos fugitivos» ante leyes contradictorias del estado de Pennsylvania,[3] el poderío estadounidense una vez más proclamó tener jurisdicción personal extraterritorial sobre un ciudadano extranjero ante las leyes internacionales de extradición.[4] Claramente, tampoco mencionaron la exoneración del Dr. Álvarez-Machaín por falta de pruebas y las alegaciones de que él no fue quien la DEA realmente buscaba.[5]

Los narcos y los derechos humanos

No obstante, en enero del 2017 nos encontramos con la noticia de la extradición de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera[6] — lo que fue un día de luto no solo para la narcocultura[7] sino que también para algunos defensores de los derechos humanos. Para esos defensores de los derechos humanos, el estado nacional debe brindar ciertas protecciones a los individuos.[8] Cuando el individuo se ve desprotegido como sujeto de su país ocurre un conflicto que incrementa el riesgo de violaciones a los derechos humanos, ya sea en el caso del secuestro extraterritorial de un individuo por un estado nacional extranjero, la extradición, el desplazamiento por conflictos regionales o el exilio político.[9] El hecho de que el gobierno mexicano siga extraditando sujetos a un gobierno que no ha respetado en el pasado los tratados de extradición[10] hace que la extradición de una persona, aunque sea la de un narco, mucho más aberrante. Por lo tanto, el estado mexicano no es ningún protector al pasarle su jurisdicción a los Estados Unidos (EE.UU.).

No es ninguna coincidencia que las extradiciones de los narcos conllevan similitudes con la captura de los negros bajo las leyes de los esclavos fugitivos. Ambos grupos tuvieron las agallas de oponerse a un sistema económico opresivo que de sus cuerpos beneficiaba. Rechazaron negociar con el estado nacional para obtener una libertad más completa, aunque temporalmente corta. Ambos tomaron riesgos que la mayoría del pueblo quizás no esté preparado para embarcar. Prefirieron declarar que ellos como individuos eran mucho más importante que los intereses de los estados nacionales.

Sin embargo, las diferencias también destacan — primordialmente la del vínculo con la violencia y la economía oculta. Los narcos han encontrado una manera de mantenerse vigentes en una economía oculta que complace las demandas adictivas del país estadounidense. Esta economía no sigue las reglas de las grandes corporaciones del capitalismo, que benefician a las clases tradicionalmente opresivas. Su costo es a veces una violencia desgarradora que hasta recientemente no iba más allá de pleitos entre carteles.[11]

Aunque los narcos no operan como libertadores de los pueblos marginalizados tal como los héroes revolucionarios, le dejan al pueblo oprimido un sabor agridulce de lo que es una rebelión socioeconómica en momentos cuando los gobiernos han aprendido a micro-controlar a las masas. Cabe destacar que históricamente muchos pueblos marginalizados, especialmente las clases trabajadoras, han desarrollado no sólo una cultura donde se denota el «crimen», el consumismo de drogas ilícitas y la violencia, sino que también se ha desarrollado un afán de promover esa cultura. Para los mexicanos, esta cultura rebelde es la narcocultura.

El documental de Shaul Schwarz en 2013, “Narco Cultura”, narra la vida y el trabajo de los hiper-violentos corridistas Los BukNas de Culiacán. (Shaul Schwarz / Cinedigm)

La narcocultura: capos, corridos y santos

La narcocultura mexicana es un estilo de vivir sin necesariamente consumir drogas o validar la violencia que los narcos practican. O como en las palabras de Boris Mann, escritor para La Opinión de Los Ángeles, «Mientras seguirá la admiración por los capos como ejemplos de superación y antagonismo exitoso contra un sistema que es tan negligente con los pobres».[12] Ante la falta de progreso en su condición social, el pueblo mexicano — dentro y fuera de México — ha creado una cultura donde los capos son los héroes, no por su dominio ilícito y mucho menos por su fuerza violenta, sino porque simplemente vienen de abajo — de la clase pobre. Los capos son glorificados por su habilidad de haberse hecho ricos por sus propios medios y no a través de dinero que ha sido heredado generación por generación, lo que vastamente es asociado con la clase opresiva en México.

Dentro de México, el pueblo está reaccionando en oposición a un sistema que ha mantenido a la mayoría del pueblo en la pobreza y la miseria, factor que contribuyó a los patrones de emigración de México a EE.UU. La brecha entre los pobres y los ricos sigue aumentando en México, donde el salario mínimo «no está ni cerca de ser suficiente para adquirir una canasta básica que les provea de los nutrientes mínimos indispensables para llevar una vida saludable», según un estudio de OXFAM México.[13]

Sin embargo, dentro de México quizás exista menos disonancia cognitiva que en EE.UU. relativo a la glorificación del narcotráfico, especialmente si han sido víctimas de la violencia narcotraficante. Por lo visto el narcocorrido, canciones de la música norteña que narran las andanzas de los narcotraficantes, nació en EE.UU. y no en México. De acuerdo con Juan Carlos Ramírez-Pimienta, el narcocorrido proviene del conflicto étnico que vive el latino con los estadounidenses, principalmente por su condición de opresión.[14] El hecho de que el narcocorrido sirve como un medio de comunicación que el estado no ha podido controlar o censurar también sirve para incrementar su popularidad.[15]

No obstante, la narcocultura en ambos países comparte motivos y manifestaciones. Por medio de la música, el pueblo declara su desconfianza ante el gobierno, su desdén por la corrupción, y su irreconciliación con la impunidad. Para entender la caracterización de los narcos como benefactores, solidarios y líderes cuando ayudan a unos cuantos en sus pueblos de origen, hay que acudir al Partido de Los Señores Jóvenes (por su nombre en inglés: Young Lords Party). Cuando ese grupo de boricuas ocupó o, como ellos describen, liberó a un camión de rayos x de tuberculosis de la ciudad, pusieron en contraste la ineficiencia y negligencia del gobierno: mientras que la ciudad atendía 300 personas por semana, ellos examinaban 300 personas en un día. Si es que es cierta la presunta benevolencia de los narcos — regalos de medicinas para los pobres, envíos de agua potable a poblados afectados por tormentas, entre otros — la satisfacción de parte de la narcocultura también está arraigada en que pusieron en contraste la negligencia del gobierno. Aquí, las comunidades beneficiadas por dichos actos benevolentes idolatran a los benefactores, ya que demostraron un interés más genuino por el bienestar de los pobres. Por lo tanto, el narco no causa la desconfianza que causan las autoridades y cualquier argumento cuantificando el bajo impacto que tienen las narco-ayudas a grandes rasgos pasan a ser impertinentes ante los ojos del pueblo. De tal manera no debe sorprendernos que hasta existe un santo de los narcos.[16]

Altar a Jesús Malverde, el santo de los narcos.

Narcos e inmigrantes: enlaces dentro de sus economías ocultas y la corrupción legal

En el centro de los argumentos de Milton Friedman sobre el mercado libre, existe la sobre-dependencia en la creación y explotación de las economías ocultas — lo que pasa a ser el punto de enlace entre los narcos y los seguidores de la narcocultura. En específico el grupo relevante aquí son los inmigrantes indocumentados. Mientras que los narcos participan en la economía oculta del narcotráfico, tráfico de armas y lavado de dinero, los inmigrantes indocumentados dan auge a la economía del labor sin autorización en EE.UU. Así mismo tanto el idolatrado y quien idolatra dentro de la narcocultura se encuentran en una situación semejante que es propagada por métodos que incentivan la legalización de la corrupción.

Friedman arguye directamente que la única manera en que la inmigración en los EE.UU. puede funcionar es si opera ilegalmente (es decir, como una economía oculta),[17] lo que puede extenderse lógicamente para apoyar la separación de las clases socioeconómicas[18] y la privatización de los servicios públicos.[19] Así mismo, los estadounidenses activamente contratan a trabajadores indocumentados en lugar de trabajadores autorizados a cambio de pagar salarios más bajos. Cuando los trabajadores desempleados caen en la trampa de culpar a los inmigrantes indocumentados por su estado y no a la clase rica y apoderada, esta misma los engaña en creer que no son cómplices de su ruina. Como tal, la legalización de la corrupción en EE.UU. ha ocultado violaciones de derechos humanos tanto para inmigrantes indocumentados como para personas de los EE.UU.[20]

Aunque la inmigración no autorizada en los EE.UU. se ha estabilizado en los últimos años, la economía oculta de los trabajadores indocumentados sigue siendo una gran fuerza económica. Según el Centro de Investigación Pew, «La mano de obra civil en EE.UU. incluyó a 8 millones de inmigrantes no autorizados en el 2014, representando el 5% de los que estaban trabajando o estaban desempleados y buscando trabajo».[21] Aunque los salarios de los inmigrantes indocumentados son más bajos que los de sus contrapartes documentadas, los inmigrantes indocumentados pagan miles de millones de impuestos[22] y facilitan la venta de comida asequible.[23]

La legalización de la corrupción es conveniente para los gobernantes porque impide que la gente reclame que existe impunidad cuando los funcionarios del gobierno participan en acciones que son consideradas corruptas. Si no hay castigo legal disponible porque es un acto legal, entonces no hay impunidad en juego. Los EE.UU. ha demostrado ser competente en este sentido[24] y ha creado varias maneras de explotar aún más los cuerpos de los inmigrantes indocumentados. Además de pagar salarios más bajos, se exponen a los trabajadores no autorizados a más riesgos laborales, a veces ilegales, tal como exposición a ciertos químicos o pesticidas, falta de equipo de protección, entre otros. Similarmente el gobierno estadounidense también permite el robo de salario, que le sucede a la mayoría de los trabajadores sin autorización. En EE.UU. se roban $50 mil millones en salarios anualmente, tanto para empleados autorizados y no autorizados.

Otro ejemplo es cómo hemos salvaguardado a los empleadores cuando contratan trabajadores indocumentados. Por ejemplo, cuando Donald Trump contrató a trabajadores indocumentados, no lo hizo directamente, sino que contrató a un contratista quien contrató a un subcontratista quien luego contrató a trabajadores indocumentados.[25] La corrupción legalizada aquí ha creado un procedimiento en el que la contratación de contratistas independientes distancia suficientemente al desarrollador de bienes raíces para que este no enfrente consecuencias legales. Si un trabajador indocumentado recurre a autoayuda para exigir un pago atrasado por robo de salarios, hemos creado un sistema legal para entregar a trabajadores indocumentados, castigarlos y eventualmente deportarlos. Durante ese procedimiento, los centros de detención privados benefician de la detención y deportación de los indocumentados.

Los ejemplos del efecto de la corrupción legalizada en el mercado negro de las drogas es mucho más difícil de desenmascarar. Para comenzar, tomemos por ejemplo cómo Janet Napolitano cambió la definición de corrupción de la Aduana y la Patrulla Fronteriza para minimizar la amplitud de los problemas dentro de la agencia.[26] Otro ejemplo es la implicación de la CIA en el tráfico de drogas, enlace cuyo exacerbó la adicción[27] y el encarcelamiento masiv0 de las comunidades de color.[28] Lo pertinente es que se ha creado un chivo expiatorio, o alguien a quién culpar, por los males sociales asociados con el narcotráfico. Con el narco como chivo expiatorio, no se cuestiona críticamente a quiénes, aparte de los narcos, benefician de los mercados negros, tal como los productores de armas y los que participan en el lavado de dinero.

La participación de los inmigrantes indocumentados y los narcos en una economía oculta no es una opción en absoluto. Un joven llegó a preguntarle a Milton Friedman que si participar en una economía oculta es una opción o si el capitalista estadounidense es quien está amenazando a los inmigrantes indocumentados a punta de pistola.[29] Friedman respondió que no debemos negar a los inmigrantes la única arma que tienen (es decir, su capacidad para ofrecer mano de obra mucho más ecónomica). Sin embargo, su dependencia excesiva en el abuso, la corrupción y las economías ocultas socava su argumento y apoya la idea de que el capitalismo está sosteniendo un arma a la cabeza de los derechos humanos — de los inmigrantes indocumentados y de los narcos.

Recordemos que los narcos son vistos como héroes que han tomado a la pobreza por las riendas y han traído, hasta cierto grado, a los gobiernos a sus rodillas. Y es que en este punto existe una lección que la resistencia le puede aprender a la narcocultura. Aparte de interrumpir el flujo de drogas a los EE.UU. para ganar la guerra comercial[30] y tumbar un muro físico, uno debe encontrar solidaridad con grupos marginalizados fuera de la frontera de los EE.UU. si es que uno quiere capitalizar los derechos humanos sobre los de los estados nacionales. No debemos de caer en el engaño de que no tenemos nada en común con la narcocultura. Al crear solidaridad en comunidades que no esperamos, no solo escapamos nuestra sub-condición como beneficiarios estadounidenses del sistema internacional de opresión, pero también comenzamos a derrumbar otros muros, cuales no son físicos y nos dividen. Y es así que totalmente tiene sentido hacerle un llamado de solidaridad a la narcocultura.

[1] Para argumentos en contra de la versión estadounidense sobre la muerte de Enrique Camarena véase entre otros, CIA habría participado en el asesinato de Camarena y no Caro Quintero, Univisión Noticias (12 de octubre del 2013, 10:10 PM), http://www.univision.com/noticias/narcotrafico/cia-habria-participado-en-el-asesinato-de-camarena-y-no-caro-quintero#axzz2hbfjP3ZI (indicando que un exagente de la DEA denunció que miembros de la CIA habrían estado involucrados en el secuestro y asesinato del policía antidrogas Enrique Camarena); Luis Chaparro y J. Jesús de Esquivel, A Camarena lo ejecutó la CIA, no Caro Quintero, Proceso (12 de octubre del 2013), http://www.proceso.com.mx/355283; Duncan Tucker, Was the CIA involved in the murder of DEA agent Kiki Camarena?, Latin Correspondent (February 6, 2015), http://latincorrespondent.com/2015/02/thirty-years-on-serious-questions-remain-over-murder-of-dea-agent-kiki-camarena-in-mexico/ (detallando la muerte del agente Enrique Camarena); Diego Badillo, La CIA traicionó a Enrique Camarena, El Economista (9 de julio del 2015, 10:25 PM) http://eleconomista.com.mx/sociedad/2015/07/09/cia-traiciono-enrique-camarena (señalando que la decisión de secuestrar al agente Camarena fue porque los narcos y funcionarios querían saber si había descubierto el plan de recaudar dinero para los contras nicaragüenses.)

[2] Véase J. Jesús Esquivel, El secuestro de Álvarez Machain, ordenado por la Casa Blanca, Proceso (29 de marzo del 2014), http://www.proceso.com.mx/368406/el-secuestro-de-alvarez-machain-ordenado-por-la-casa-blanca («En 1990 el doctor mexicano Humberto Álvarez Machain fue secuestrado en Guadalajara y llevado a Estados Unidos, en una operación ordenada directamente por el presidente George H. W. Bush, a fin de juzgar al médico como cómplice del crimen».).

[3] Véase Prigg v. The Commonwealth of Pennsylvania, 41 U.S. 539 (1842) (Caso de la Corte Suprema de los EE.UU. en el que el tribunal sostuvo que la Ley Federal de Esclavos Fugitivos impedía una ley del estado de Pennsylvania, en la cual se prohibía que los negros fueran sacados de Pennsylvania a la esclavitud.)

[4] Véase United States v. Alvarez-Machain, 504 U.S. 655 (1992) (La Corte Suprema de los EE.UU. se basó en la doctrina Ker-Frisbie, la cual aplica en el contexto de la extradición y generalmente sostiene que los acusados criminales pueden ser procesados en los tribunales de los Estados Unidos sin importar si su presencia se ha obtenido mediante el uso de tratados de extradición aplicables. Álvarez Machaín, un ciudadano mexicano, fue secuestrado y llevado a los Estados Unidos bajo la dirección de la DEA. La Corte rechazó el argumento de que tales secuestros menoscaban la utilidad de los tratados de extradición y se negó a leer los principios generales del derecho internacional que pesaban contra tales secuestros en el tratado de extradición mexicano.)

[5] Véase Alfred Paul LeBlanc Jr., United States v. Alvarez-Machain and the Status of International Law in American Courts, 53 La. L. Rev. (1993), http://digitalcommons.law.lsu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=5455&context=lalrev (“The evidence against Doctor Machain was always somewhat sketchy. The Attorney General of Mexico, Enrique Alvarez del Castillo, had acknowledged that Dr. Alvarez laundered money for Rafael Caro-Quintero, who was convicted in Mexico last year of Agent Camarena’s murder….According to an affidavit filed over three years ago in federal court, Dr. Alvarez told investigators that he had seen Agent Camarena at the house where he was tortured, but that another doctor, Juan Mejia Monge, was attending to Camarena. Dr. Alvarez reported that Camarena “was in a bad state.” Investigators insisted, however, that they had extensive physical and testimonial evidence that Dr. Alvarez personally assisted in the torture by administering revitalizing drugs to Camarena….The government’s evidence was apparently not extensive enough.”)

[6] Véase México: extraditan al narcotraficante mexicano y exlíder del cartel de Sinaloa Joaquín “Chapo” Guzmán a Estados Unidos, BBC Mundo (20 de enero del 2017), http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-38672801.

[7] Véase Boris Mann, ¿Cómo se explica la idolatría por “El Chapo”?, La Opinión (20 de julio del 2015), http://laopinion.com/2015/07/20/como-se-explica-la-idolatria-por-el-chapo/; Elizabeth Marina, Narcocultura en México, un tabú, Aquí Noticias (7 de noviembre del 2017) http://aquinoticias.mx/narcocultura-mexico-tabu/; Narcocultura y el reflejo en la sociedad, Excelsior (5 de mayo del 2015), Juliana Fregoso http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/05/05/1022534; México idolatró a “El Chapo” por la falta de Estado de Derecho: estudioso de la narcocultura, Sin Embargo (27 de enero del 2016, 12:03 AM) http://www.sinembargo.mx/27-01-2016/1604465.

[8] Véase, por ejemplo, Jack Donnelly, State Sovereignty and Human Rights, http://mysite.du.edu/~jdonnell/papers/hrsov%20v4a.htm; Duke University, Human Rights and the Sovereign State, The Huffington Post (19 de julio del 2016, 3:12 PM), http://www.huffingtonpost.com/duke-university/human-rights-and-the-sove_b_5353441.html.

[9] Véase nota 8.

[10] Véase nota 4.

[11] Este detalle es importante porque la violencia en contra de los ciudadanos comunes realmente no se vió hasta que Felipe Calderón le declaró la guerra al narcotráfico en el 2006 cuando comenzó su sexenio presidencial. «El año anterior a su investidura, el índice de homicidios en México era de 9,5 por cada 100.000 habitantes. La cifra se duplicó y entonces el discurso oficial negó que hubiera víctimas civiles: los muertos de la Guerra contra el Narco eran solo los villanos (narcotraficantes) o los héroes (policías y militares que combatían contra ellos). Una década después, esta guerra se ha cruzado en la vida de demasiadas personas anónimas. Se calcula que ha provocado 150.000 muertos y unos 28.000 desaparecidos. La promesa de Calderón fue grandilocuente; su estrategia, simplista». Véase José Luis Pardo Veiras, México cumple una década de duelo por el fracaso de la Guerra contra el Narco, The New York Times ES (7 de septiembre de 2016) https://www.nytimes.com/es/2016/09/07/mexico-cumple-una-decada-de-duelo-por-el-fracaso-de-la-guerra-contra-el-narco/. Para el 2007, el Cártel del Golfo incorporó a Los Zetas como su brazo armado, grupo que para el 2010 se independizó y pasaría a ser conocido como el cártel más violento que ha conocido México. Los fundadores del Cártel de los Zetas eran ex-militares mexicanos quienes se rumora fueron entrenados por los Estados Unidos. Vea entre otros Natasha Bertrand, How 34 commandos created Mexico’s most brutal drug cartel, Business Insider (5 de marzo del 2015); Eduardo Guerrero Gutiérrez, La raíz de la violencia, Nexos (1 de junio del 2011), http://www.nexos.com.mx/?p=14318; El origen de ‘Los Zetas”: Brazo armado del Cártel del Golfo, Nacional (5 de julio del 2011), http://expansion.mx/nacional/2011/07/05/el-origen-de-los-zetas-brazo-armado-del-cartel-del-golfo?internal_source=PLAYLIST; Los Zetas: grupo criminal más violento, afirma Ricardo Ravelo, Terra (3 de febrero del 2014), https://noticias.terra.com.mx/mexico/seguridad/los-zetas-grupo-criminal-mas-violento-afirma-ricardo-ravelo,fbe7725bbd8f3410VgnVCM5000009ccceb0aRCRD.html.

[12] Véase Boris Mann, ¿Cómo se explica la idolatría por “El Chapo”?, La Opinión (20 de julio del 2015), http://laopinion.com/2015/07/20/como-se-explica-la-idolatria-por-el-chapo/

[13] 53,3 millones de mexicanos que viven en pobreza, de los cuales 23 millones no pueden comprar la canasta básica aunque reciban el salario mínimo. Véase Gerardo Esquivel Hernández, Desigualdad extrema en México, OXFAM México (junio del 2015), http://ep00.epimg.net/descargables/2015/06/24/c6dfc9ebc65b6f3bcadeed3cf3dd8d4f.pdf.

[14] «Es que el corrido de traficantes proviene de la tradición del corrido fronterizo, del conflicto étnico. No proviene de la tradición del corrido de la Revolución mexicana, como usualmente se piensa, sino que son corridos de mexicanos en la frontera lidiando con estadounidenses. Es una producción que es esencialmente fronteriza y cuyo lugar de enunciación es Estados Unidos, desde sus orígenes. Sus antecedentes pueden buscarse en los llamados corridos tequileros, las canciones de fines del siglo XIX hechas para los contrabandistas que traían tequila desde México durante la ley seca.» Véase Los narcocorridos “nacieron en Estados Unidos”, BBC Mundo (14 de mayo del 2012), http://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/05/120512_narcocorridos_nacidos_en_eeuu_vp.

[15] Véase Guillermo Jimenez, Narcocorrido: la música narco en la sociedad mexicana, PanAm Post (6 de febrero del 2014, 2:47 PM), https://es.panampost.com/guillermo-jimenez/2014/02/06/narcocorrido-el-impacto-de-la-musica-narco-en-la-sociedad-mexicana/; «El mismo Adolfo ha admitido en entrevista que ellos no crearon el movimiento pero sí supieron reconocer que una revolución narcocorridística estaba ocurriendo en internet y decidieron, a un tiempo, bautizarla y comercializarla.» Véase Juan Carlos Ramírez Pimienta, De torturaciones, balas y explosiones: Narcocultura, Movimiento Alterado e hiperrealismo en el sexenio de Felipe Calderón, A Contra Corriente, Vol. 10, №3, Spring 2013, 302–334, http://acontracorriente.chass.ncsu.edu/index.php/acontracorriente/article/viewFile/570/1192.

[16] Véase La Leyenda de Jesús Malverde: Santo de los Narcos, Univisión (30 de julio del 2015),http://www.univision.com/arizona/la-leyenda-de-jesus-malverde-santo-de-los-narcos

[17] «Ahora, esa inmigración mexicana, sobre la frontera, es algo bueno. Es algo bueno para los inmigrantes ilegales. Es algo bueno para los Estados Unidos. Es una buena cosa para los ciudadanos del país. Pero, sólo es bueno siempre y cuando sea ilegal.» Véase discurso dado por Milton Friedman sobre «Qué es América». http://web.archive.org/web/20101113035713/http://www.willwilkinson.net/flybottle/2008/06/11/milton-friedmans-argument-for-illegal-immigration/

[18] “Debido a las estrictas restricciones a la inmigración que obstaculizan el pareto, mejoran la movilidad, crean economías subterráneas que fomentan la corrupción y el abuso y crean más desigualdades estructurales que un sistema formalizado de trabajadores invitados, la lógica de Friedman conduce claramente a abrir los mercados de trabajo mientras que restringe la elegibilidad de beneficios públicos.” Véase Will Wilkinson, Milton Friedman’s Argument for Illegal Immigration, (11 de junio del 2008), http://web.archive.org/web/20101113035713/http://www.willwilkinson.net/flybottle/2008/06/11/milton-friedmans-argument-for-illegal-immigration/.

[19] Véase The Shock Doctrine, Naomi Klein.

[20] Véase definición de persona de EE.UU. bajo 22 Código U.S. § 6010:

«Como se usa en este capítulo, el término “persona de Estados Unidos” significa cualquier ciudadano de los Estados Unidos o extranjero admitido para residencia permanente en los Estados Unidos, y cualquier corporación, sociedad u otra organización organizada bajo las leyes de los Estados Unidos». Pub. L. 102–484, div. A, título XVII, §1711, 23 de octubre de 1992, 106 Estad. 2581. https://www.law.cornell.edu/uscode/text/22/6010

[21] En 2014, había cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos. Véase Jens Manuel Krogstad, Jeffrey S. Passel and D’vera Cohn, 5 facts about illegal immigration in the U.S., The Pew Research Center (November 3, 2016) http://www.pewresearch.org/fact-tank/2016/11/03/5-facts-about-illegal-immigration-in-the-u-s/

[22] «Los inmigrantes indocumentados contribuyen significativamente a los impuestos estatales y locales, pagando colectivamente unos 11.64 billones de dólares al año». Véase Lisa Christensen, Gee Matthew, and Gardner Meg Wiehe, Undocumented Immigrants’ State & Local Tax Contributions, The Institute on Taxation & Economic Policy (febrero de 2016), http://www.itep.org/pdf/immigration2016.pdf.

[23] «El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos afirma que “alrededor de la mitad de los trabajadores contratados en la agricultura de los Estados Unidos no están autorizados, y la inmensa mayoría de estos trabajadores proceden de México”. El USDA también advirtió que “cualquier posible reforma migratoria podría tener un impacto significativo en la industria estadounidense de frutas y verduras.”». Veáse http://thehill.com/blogs/congress-blog/foreign-policy/203984-illegal-immigrants-benefit-the-us-economy

[24] Abraham Nuncio, Corrupción legalizada, La Jornada (30 de junio de 2016) http://www.jornada.unam.mx/2016/06/30/opinion/020a1pol; Jeffrey Toobin, The Supreme Court Gets Ready to Legalize Corruption, The New Yorker (4 de mayo del 2016) http://www.newyorker.com/news/daily-comment/the-supreme-court-gets-ready-to-legalize-corruption (explicando el impacto y la relación a la corrupción legalizada que tuvo la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. en el caso de Citizens United.)

[25] http://time.com/4465744/donald-trump-undocumented-workers/

[26] «La corrupción y la fuerza excesiva también se han disparado junto con la oleada de contratación masiva. De hecho, entre 2005 y 2012, casi un oficial del CBP fue arrestado por mala conducta cada día, parte de un patrón que Ronald Hosko, ex director asistente de la división de investigación criminal del FBI, califica de “chocante”. El número de denuncias fue tan evidente que, de acuerdo con dos funcionarios del CBP, el DHS bajo la secretaria Janet Napolitano ordenó a las Aduanas y Protección Fronteriza cambiar su definición de corrupción para minimizar el alcance del problema». The Green Monster: How the Border Patrol La Agencia de Cumplimiento de la Ley más fuera de control de los Estados Unidos. Revista Politico; Page 2 http://www.politico.com/magazine/story/2014/10/border-patrol-the-green-monster-112220?o=1 (sin cursivas en el original).

[27] https://oig.justice.gov/special/9712/ch01p1.htm

[28] http://digitalcommons.law.yale.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1108&context=yls_sela

[29] https://www.youtube.com/watch?v=NfU9Fqah-f4

[30] http://www.sdpnoticias.com/nacional/2017/01/27/la-droga-contra-el-muro

La clave es el flujo de droga, no es la solución total pero es un recurso, un arma con la cual contamos.

Los Estados Unidos son en gran manera adictos a las drogas y uno de sus principales proveedores es México. Si en mis manos estuviera influir en esta guerra comercial con nuestro país vecino haría lo siguiente respecto a este tema.

Legalizar la droga en México y así ocurrían dos cosas de inmediato, tendríamos un gran recurso económico que se destina al combate del narcotráfico y lo podríamos destinar en obras concretas para el beneficio de la sociedad más vulnerada.

La otra cuestión es de que como sería una actividad legal generaría empleo, además de tener a los narcos ahora empresarios en el plano formal les podríamos poner un alto impuesto a la droga como se hace con el cigarro para que sea tan alto su valor que no sea de fácil acceso en el mercado nacional, la idea es hacer una cultura que no consuma dicho producto, una cultura empresarial. Hacer dinero, si el mundo se quiere drogar hay que drogarlo hagamos negocio como país.

Los Estados Unidos quieren que combatamos el narcotráfico en nuestro país y sólo nos ha traído muerte, inseguridad un descontrol social, a final de cuentas son ellos quienes consumen la droga. Es tiempo de ser astutos y aprovechar el mercado, solo eduque a los suyos para que no la consuma. Es tarea de todos.

Si México deja de enviar cocaína y marihuana durante dos meses a Estados Unidos, ellos solitos tumbarán el muro.

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Tlacaxoxouhcayotl

Nahuatl: libertad del que es libre y no esclavo; freedom of one who is free and not a slave