¿Es la renta fija, fija?
Uno de los dos principales tipos de activos financieros, aparte de las acciones, son los bonos. También llamados activos de renta fija (a las acciones se les llama renta variable), son instrumentos de deuda que emiten países, empresas u otras entidades para financiar sus proyectos. En simple, les prestas plata, y se comprometen a pagarte de vuelta con intereses.
La razón por la que se les conoce como renta fija es porque el interés que paga el bono es conocido, y no depende de las utilidades de la empresa en cada periodo. Pero, ¿es la renta fija, realmente fija?
Como podrán haber notado varios de los que invierten en fondos de renta fija, está lejos de serlo, ya que sus retornos pueden variar día a día, incluso pudiendo ser negativos. Esto se explica principalmente por dos razones:
La primera es que la entidad que emitió el bono quizás no pueda pagar su obligación con sus acreedores (los inversionistas), entrando así en default. Conocidos han sido los casos de empresas como Latam y Casinos Enjoy, o el de Argentina por el lado de los países, todos los cuales entraron en default este año.
La segunda es que, al igual que las acciones, los bonos se transan en el mercado; es decir, están sujetos a la oferta y demanda de los distintos actores que compran y venden instrumentos financieros. Si muchos inversionistas quisieran comprar un bono -por ejemplo, si el Gobierno dijera que saldrá a ayudar a Latam- , su precio subirá, y la tasa a la que se valoriza disminuirá (las tasas se mueven inversamente a los precios). Cuando esto sucede, los que habían invertido previo a la subida de precios obtienen una ganancia gracias al mayor precio del bono, lo que se conoce como una ganancia de capital.
No fija, pero menos riesgosa
En conclusión, la renta fija no es tan fija. Sin embargo, entrega una mayor claridad de cuánto puedes ganar (o perder) al invertir en ella, debido a que son obligaciones de pago y no dependen de las utilidades que tenga la empresa. Además, en caso de quiebra y liquidación de la empresa, se le paga primero a los bonistas y sólo después a los accionistas. Por esto, es que los bonos son la principal alternativa a incorporar en portafolios de bajo riesgo.
