El papel frente al megabyte

Alicia Pendón
3 min readSep 5, 2019

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Ebooks y libros en papel/ Imagen: Google.

El avance de las nuevas tecnologías llega a todas partes y el mundo literario no iba a ser una excepción. Efectivamente, con el surgimiento del libro electrónico o E-book, el libro tradicional compuesto de páginas blancas y tapas duras o blandas parecía un medio que iba a quedar obsoleto. Sin embargo, ahí sigue; las librerías no han cerrado, las imprentas no han ido a la quiebra y en el Subte se siguen viendo lectores voraces que hojean las páginas de un libro mientras se agarran con fuerza a un lado.

Así, nos encontramos ante una batalla entre el libro impreso y el electrónico, muy igualada entre ambos bandos, ya que cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

La diferencia principal que se encuentra entre estos dos formatos es el precio, un factor determinante en la situación actual en la que se encuentra el país. Mientras que un libro impreso puede llegar a costar 1000 pesos, se puede encontrar ese mismo libro en versión digital por hasta diez veces menos de su valor, o incluso gratis, si se descarga en versión pirata. Como ejemplo de esto, podemos tomar El gigante enterrado , de Kazuo Ishiguro, ganador del premio Nobel de Literatura en 2017. La versión impresa de este libro cuesta $ 635, mientras que el libro digital vale $ 222.

Otra gran desventaja del libro de papel es el espacio que ocupan. No todo el mundo tiene capacidad en su casa como para albergar una gran biblioteca. El espacio puede resultar, por tanto, una gran limitación para los lectores habituales, que encuentra más práctico el e-book en ese sentido, ya que puede contener infinidad de libros, sin límite de espacio y que además pueden portarse fácilmente en un bolso o una mochila.

Esa es otra ventaja del libro electrónico: la portabilidad. No todos los libros impresos se pueden llevar encima debido a su gran volumen o peso y a que no tienen una versión en libro de bolsillo. Deben, por tanto, dejarse en casa, esperando en la estantería o en la mesilla de noche a que tengamos un momento para leer a lo largo del día.

Ante estas ventajas, el libro electrónico parece la mejor opción a la hora de decidir por un formato o por otro. Compañías como Amazon ya se encuentran sumergidas en el entorno literario y hacen de mediadores entre las editoriales y los lectores como bibliotecas virtuales, ya no solo para comprar libros sino también para descargarlos. Las mismas editoriales comprenden también que esta nueva etapa incluye el uso de los libros electrónicos.

Sin embargo, el libro impreso guarda ciertas ventajas que no posee el electrónico. Varios estudios han demostrado que con los libros tradicionales resulta más fácil concentrarse en la lectura y luego recordar lo aprendido. Para el cerebro también es más fácil la lectura sobre papel que en digital, según un estudio de Ferris Jabr publicado en la revista Scientific American, ya que se obtiene una idea de conjunto a través de los sentidos.

Esa es otra razón para preferir los libros impresos: muchos aún no han olvidado el olor de un libro viejo, el tacto de sus páginas al pasarlas una a una, la agradable vista de una estantería cubierta por enormes tomos de biblioteca, libros finos, grandes o pequeños. Como tampoco han olvidado el placer de pasearse por las librerías buscando el libro que quieren o el que necesitan.

Existe cierta nostalgia en los libros impresos que hace que en muchos casos se sigan prefiriendo sobre los libros electrónicos, más prácticos, sí, pero que no poseen ese "fetichismo" que los lectores más voraces acaban teniendo por las páginas de papel escritas y manoseadas y que los hace mantenerse fieles a este formato. Un formato aparecido hace más de 500 años y que se mantiene hasta ahora.

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