Haciendo una canción sin tocar un instrumento

Iniciando el 21 de septiembre y terminando el 23 de octubre, este viaje musical a través de Fiverr demostró que las barreras entre la música y la tecnología son tan tenues como una cuerda de guitarra esperando ser pulsada.

Hola, soy Eddy, desde Querétaro, México. Dedicado al desarrollo tecnológico y a la creación de startups, mi pasión por la música siempre encuentra su camino. Hoy, les comparto un mini proyecto: crear una canción sin que mis dedos rocen las cuerdas o golpeen los tambores. ¿El escenario? Fiverr, el mercado digital que es el sueño de todo creador.

La chispa detrás de este experimento musical se encendió gracias a un cuate DJ y productor. Desde su cuarto convertido en estudio, hace canciones programando cada beat y sintetizador desde su laptop. Pero, siempre le hacía falta algo: la voz. Él no es cantante, y aunque una vez armamos una rola con una amiga, necesitaba algo más constante, más práctico. Un día me enseñó su último track: una rola armada con la ayuda de un vocalista contratado en Fiverr. El resultado fue una mezcla tan chingona que me quedé picado. Ahí supe que tenía que probarlo yo mismo, pero con un twist: armar una rola completa, pieza por pieza, sin que mis manos tocaran un solo instrumento.

Como músico, siempre he estado entre guitarras y baterías en diferentes proyectos. Pero esta vez, quería ver qué pasaba si dejaba que otros músicos, a través de sus propios estilos y sabores, construyeran una rola desde cero. Quería algo que sonara comercial, pegajoso, pero sobre todo, quería que fuera un experimento auténtico para compartir en mi nuevo blog. Así que, con una idea en la cabeza y un mundo de talento en Fiverr, me lancé sin más al proyecto este 21 de septiembre. Así nació el desafío: Crear una canción sin tocar ni un instrumento.

Y así, sin más preámbulo, inicié este proyecto. El primer acto de nuestra sinfonía fue la guitarra, tejida por las hábiles manos de Albayrak. Con un costo de $840 MXN, este guitarrista marcó el tono de nuestra aventura musical. La guitarra llegó con un ritmo funky y una vibra que invitaba a más melodías a unirse. Aquí les comparto la esencia de mi pedido, un brief que Albayrak tomó y transformó en oro:

“Hola, soy Eddy, de Querétaro, México. Trabajo en una inmobiliaria y una empresa de tecnología. Esta canción es un proyecto alterno. Soy músico y entusiasta de la tecnología pero ahora me quiero aventurar a crear un blog.

Dentro de mi blog quiero hacer un artículo que sea “Creando una canción sin tocar ni un instrumento”. La idea es contratar freelancers a través de Fiverr, todos diferentes y uno por uno para ir agregando instrumentos hasta crear una canción. La canción no se usará de manera comercial, será solo el resultado para mi blog.

Eres el primero en ser parte de este proyecto por lo que te toca empezar con la guitarra. Busco una guitarra funky, rítmica, que deje espacio para más instrumentos de aliento y para una letra con ganchos pegajosos.

Algunas de mis referencias, aunque son géneros distintos, son estas:

Somebody Else’s Guy de Jocelyn Brown

Coming back around de Cory Wong.

Puedes tomar la que gustes como inspiración para esta nueva canción. Recuerda que debemos dejar espacio para una letra. Quiero una canción “comercial”. Elige el tono y BPM, no worries.

Saludos y gracias por ser parte de este proyecto.

Sintonizando Creatividad: Mi Odisea para Componer una Rola sin Tocar un Acorde

La guitarra llegó, vibrante y llena de espacio para la creatividad que vendría después. Capturó la esencia de lo que buscaba: un sonido comercial, fresco y listo para ser el pilar de más melodías.

Ritmo y Alma: Batería por Cristian Gavina

Después de establecer un sólido comienzo, la búsqueda del pulso nos llevó a Cristian Gavina. Por $943 MXN, su batería no solo complementó la guitarra, sino que le dio alma a nuestra composición. Siguiendo la misma metodología, envié el trabajo de Albayrak a Cristian, quien con su libertad creativa, entregó un trabajo impecable que encajaba a la perfección.

El Groove Conector: Bajo por Zak

El bajo, la columna vertebral de cualquier pista, fue entregado por Zak. Por USD$35, su trabajo fue casi perfecto; solo un ajuste menor fue necesario para que el bajo acompañara los obligados de la guitarra y la batería, completando así el núcleo rítmico de nuestra rola.

Teclas de Innovación: Piano y Teclados por Pim

Pim, con su talento en el piano y teclados, y por USD$41, aportó no solo melodías, sino también una textura rica al conjunto. Con los archivos MIDI en mi poder, la canción se abrió a un nuevo horizonte de posibilidades creativas.

La Voz del Corazón: Voces por Vana Beara

Llegar a la elección de la voz para nuestra rola no fue cosa menor; fue un viaje en sí mismo. Después de navegar entre perfiles y muestras de voz, cada una con su color y textura única, me topé con Vana Beara. Al escuchar su voz supe que ella tenía ese “algo”, esa magia que podía llevar la rola a otro nivel. Su voz no era simplemente una serie de notas bien ejecutadas, era pasión convertida en sonido, era como si cada palabra que cantaba tuviera vida propia.

La decisión estaba tomada, aunque significaba una inversión más grande, USD$273 para ser exactos. Pero no había vuelta atrás, ella tenía que ser la voz de la canción. Vana Beara entendió la visión desde el primer momento y aportó más que su voz; trajo sentimiento, carácter, y una presencia que se sintió en cada palabra. Cuando recibí la pista de voz, confirmé que había tomado la decisión correcta. La inversión, aunque significativa, palidecía en comparación con la vitalidad que sus vocales aportaban a la rola. Eran el toque humano, la conexión emocional, el corazón palpitante de nuestra creación musical.

El Toque Final: Mezcla y Master por Kiwi Music

Los últimos toques de mezcla y masterización los dio Kiwi Music. Mis amigos recién llegados a Fiverr me cobraron solo USD$14, dándome un precio de amigo por un trabajo que era todo menos amateur. Pequeños ajustes en la voz y las trompetas y la canción brilló, lista para el mundo.

Cada colaborador en Fiverr, desde Albayrak a Kiwi Music, trajo su esencia, y el resultado fue una rola que trascendió la suma de sus partes.

La plataforma que hizo posible esta sinfonía de creatividad fue Fiverr, un escenario para la sinergia entre visionarios y artesanos de la música.

La rola, ahora completa, es una prueba de que la música es un lenguaje universal, un puente entre almas, sin importar la distancia.

Escúchala aquí -> Paint the sky with music

Portada generada por ChatGPT

Nota del Autor: Detrás del Telón de la Producción

Quiero platicarles un poco sobre la magia tras bambalinas, sobre cómo cada uno de estos artistas me entregó su parte del rompecabezas musical. Fue algo que me impresionó mucho por la organización y profesionalismo con que lo hicieron.

Desde el primer acorde de guitarra hasta la última nota vocal, todos los músicos me mandaron los stems (pistas individuales) de sus grabaciones. Y no sólo eso, también me mandaron los “bounces”, mezclas de sus aportes con los instrumentos que ya estaban grabados. Esto permitió que pudiera ir sintiendo cómo cada pieza encajaba con las demás, cómo iba tomando forma.

Y no solo se trataba de archivos de audio en bruto, también recibí archivos MIDI de los teclados, lo que me dio la libertad de experimentar y hacer ajustes si era necesario. Pero la verdad es que cada track llegaba tan ad hoc al proyecto que casi no tuve que moverle nada.

Este proceso no solo me dio una ventana para ver cómo se construía la rola paso a paso, sino que también fue un testamento al talento y a la dedicación de cada músico. Ellos no solo entregaron su música, entregaron su arte de una manera que facilitó el proceso creativo y técnico de ensamblar la canción final.

La mezcla y masterización fueron la cereza en el pastel. Kiwi Music, mis amigos que se unieron a Fiverr a causa de este proyecto, me pasaron la mezcla final con los ajustes que pedí: quitar algunas partes de la voz y unas trompetas al final que no me latieron. Y así, con unos cuantos clics y mucho corazón, la rola estaba completa.

Quería compartirles esto porque a veces no vemos todo el trabajo que hay detrás de una producción musical, y es una chulada ver cómo la tecnología nos permite colaborar y crear, sin importar las distancias.