Una colaboración predestinada a existir

Por Vania Chavez

Desde que tengo memoria me gustan los libros, las libretitas, los plumones, las calcomanías y los colores. Toda mi vida hasta los 17 años, pensé que estudiaría Ciencias de la Comunicación; pensaba que sería comunicóloga o periodista. Soñaba que trabajaría en un noticiero o que sería reportera en tierras lejanas y lugares en guerra; que contaría historias al mundo a través de mis palabras. Mi mamá no sabía lo que hacía cuando me regaló mi primera grabadora, era la cosa más mona de Fisher Price y que además tuvo un efecto adictivo en mi. Entrevistar gente y dar mi punto de vista se convirtió en un pasatiempo y a medida que fui creciendo, me fui interesando más y más en esta actividad. Mi vida dió un giro en 5to semestre de preparatoria cuando tomé la clase de mercadotecnia …mercadotecnia. ¿Qué era esa palabra tan extraña? ¿Qué significaba?

Descubrí una pasión dormida en la mercadotecnia, en el arte de inventar, diseñar y vender productos tangibles e intangibles. Me enamoraron los colores, formas y diseños; ni hablar de las campañas de branding emocional o de cómo los grandes gigantes corporativos se han reinventado a sí mismos. Me encantaron las historias de pequeños productos que cambiaron dinámicas enteras, como los post-its, la cinta adhesiva, el gel antibacterial, los zippers, el iPod y las planchas de cabello. Me cautivaron historias como la de los autos híbridos, el protector solar, el correo electrónico, las videoconferencias, la fotografía digital y los bolígrafos.

Como era de esperarse en esta historia, estudié mercadotecnia y no comunicación o periodismo. Sin embargo permanecía esa inquietud latente de escribir…escribir lo que pensaba, lo que observaba, lo que me pasaba. Aunado a esta impaciencia mis amigos y familiares me alentaban a escribir mis aventuras. Estaba convencida de mi pasión por compartir información y contar historias, pero no sabía cómo hacerlo (además de las reuniones y redes sociales).

A principios de éste mes, surgió una oportunidad muy interesante y refrescante de escribir para RE Magazine. Emocionada le platico a mi mamá de este suceso, y me dice: “No puedo evitar pensar en el señor que me leyó las cartas”. La historia se remonta 20 años atrás, cuando mi mamá acudió con una persona que se dedica a la famosa lectura de las cartas. Entre otras cosas le dijo que yo iba a ser conocida en todo el mundo, específicamente que me conocerían por mi trabajo creativo. Mi mamá siempre ha pensado/querido que yo escriba un libro. Personalmente yo creo en la energía, en la armonía del universo, el karma…pero soy escéptica del zodiaco y las cartas o tarot. Hoy 20 años más tarde con los primeros capítulos de mi libro en borrador y escribiendo este artículo no puedo evitar pensar si en mi futuro estaba escribir.

Cuando empecé a estudiar mi carrera universitaria pensé que me gustaría abrir mi despacho de consultoría de mercadotecnia, probablemente cuando tuviera entre 40 o 50 años. Pensé que tendría mucha experiencia debido a “mis diferentes trabajos” (Tenía una lista mental de los trabajos que eran un must para mi como profesionista: Trabajar en el departamento de mercadotecnia de una compañía deportiva, de Coca Cola, Unilever o Procter & Gamble, trabajar en Walt Disney Company y trabajar en una organización con fines filantrópicos, entre otros). El año pasado inicié mi primer proyecto de consultoría de mercadotecnia a mis 25 años…quince años antes de lo que planeaba.

Lo que les quiero decir, es que a veces nuestros planes se materializan en un orden diferente del que originalmente pensamos. Nuestro futuro puede estar lleno de cosas y escenarios inciertos, pero creo que con una actitud proactiva y positiva casi todo es posible.

No sé que más haya visto en mi futuro la persona que le leyó las cartas a mi mama hace 20 años, solo sé que a mi se me presentó la oportunidad de escribir por primera vez en una revista, y yo la tomé sin pensarlo dos veces.

Finalizo con esta cita que para mi tiene mucho sentido:

“The best way to predict the future is to create it.” – Alan Kay

Originally published at remagazine.net on June 28, 2013.