¿Qué debe aprender el gobierno de las instituciones a las que ignora?
Debemos dejar de romantizar a las personas que con esfuerzo construyen una educación un poco más digna para todos y empezar a cuestionarnos por qué los entes responsables no asumen el rol que les corresponde.
Claro, mientras tanto podemos llenarnos de optimismo, sonreír en secreto, cargarnos de orgullo ante el espíritu de exigencia y lucha que tienen ciertas personas. Porque es admirable como, ladrillo a ladrillo, van tapando las necesidades de los alumnos a través de rifas… ventas… y cualquier actividad funcional que se les ocurra.
Un excelente ejemplo es la comunidad educativa de la Escuela Básica N° 5455 Luz Divina, situada en el km 10 Acaray de Ciudad del Este. Visitamos esta institución desde el 2016 pero hasta ahora no recibieron lo que más necesitan. Una escuela que sufre la falta del correcto cumplimiento de los procesos del FONACIDE desde hace años.
Estamos hablando de una institución que no cuenta con aulas suficientes, que tampoco contaba con un sistema de agua potable para sus alumnos, que usa bolsas de arena en su patio de barro para impedir que la lluvia inunde su terreno…Y que lleva años pidiendo algo mucho más básico y simple: un perímetro cercado. Reiteradamente hacen llegar su pedido manifestando su preocupación por los alumnos que allí acuden -que son en su totalidad niños- pues es una escuela habilitada solo para el nivel de primaria.
Es lógica y razonable la postura del director, el Lic. Carlos Jara, quien preocupado nos comentó que suelen merodear alcohólicos quienes realizan sus compras en una despensa cercana a la expuesta escuela, para después infundir miedo a los niños con actitudes agresivas, incluso llegaron a romper una ventana en una ocasión. La situación desprotegida de la escuela es obvia y se hace notoria incluso antes de ingresar a la misma.
Para un niño, estudiante de la Escuela Luz Divina, salir de su aula para ir al baño es lo mismo que salir a la calle.
Todos pueden ingresar al predio de la institución educativa sin ningún control, y es una ironía que aún así exista una resolución del MEC que exija a las instituciones educativas garantizar la seguridad institucional a base de protocolos que no se pueden aplicar en un escuela sin entrada. Mucho menos en una escuela sin las mínimas condiciones de protección institucional.
Pero hablemos ahora de lo que ya se logró en el colegio, porque no todo es oscuro.
Supongo que a estas alturas cuando hablamos de logros ya sabemos que, por lo menos en instituciones educativas pequeñas y olvidadas, quienes están detrás del esfuerzo no son quienes deberían estar. Si no los que sufren día a día la dura realidad educativa pública en el Paraguay que no se quiere ver.
Así que mencionemos el camino que trazaron los padres y profesores de la escuela Luz Divina, en conjunto con el director Carlos Jara. Se reunieron para identificar las necesidades de la escuelita, dando voz y lugar a cada miembro de su familia educativa. Exentos de cualquier engañosa esperanza, sabiendo que era muy probable que sus necesidades no fueran atendidas nuevamente, realizaron el trabajo con sus propias manos. Organizaron diversas actividades (feria de comidas, rifas, eventos deportivos, colaboraciones, etc.), y en conjunto consiguieron un pozo para la institución, construyeron una cantina y pintaron un pabellón de aulas. Ahora los alumnos tienen agua potable y algunas comodidades básicas más pero el calendario de auto gestión aún prevé muchas actividades.
Cátedra de transparencia desde una humilde escuela pública
Regresando a la primera pregunta, hay algo que la Municipalidad puede aprender de esta comunidad educativa. Y no me refiero a realizar esfuerzos exagerados cuando a quien le toca no está cumpliendo su parte.
¿Qué podría, un ente como la Municipalidad de Ciudad del Este aprender de una escuela que está a la deriva en una calle del km 10?
Transparencia. Y es que todas las actividades realizadas por la escuela cuentan con una rendición de cuentas, cada una de ellas plasmada en un tablón de la dirección educativa. Allí cada padre, profesor o incluso alumno podía verificar los ingresos y gastos del colegio. No es difícil ser transparentes con lo que hacemos, solo necesitamos voluntad, y esta escuela es la pura evidencia. ¿No es un poco triste comparar la transparencia de la Municipalidad con la transparencia de esta escuelita?
Nos encontramos con un ente público que no realiza rendiciones de cuentas claras, que ni siquiera es capaz de tolerar cuestionamientos, y que por ende censura a ciudadanos bloqueándoles de su página y eliminando sus comentarios.
Mientras tanto, un colegio sin las comodidades con las que cuenta la Municipalidad, nos invita con entusiasmo a verificar y corroborar su transparencia.
Llegamos a un punto en el que tenemos que darnos cuenta: debería darnos vergüenza que un colegio sin recursos tenga más iniciativa en transparencia que la Municipalidad de Ciudad del Este.
Luiz Brizuela (17 años), voluntario del proyecto ParaguaYOite de reAcción Paraguay.
Obs: Esta es una anécdota de visita a instituciones educativas durante la segunda parte del Monitoreo de Ejecución Física (MEF) del FONACIDE en el 2018. Anécdotas de otros voluntarios de la organización serán publicadas con el fin de compartir, con nuestros lectores y defensores de la causa anticorrupción, sus miradas de la realidad sobre infraestructura educativa en Ciudad del Este y sus experiencias durante el MEF del FONACIDE.
