El sufrimiento de un brote psicótico

En nuestro país no tenemos cultura ni conocimiento de cómo tratar a una persona con un brote psicótico, al punto de que no sabemos como identificar que la persona está pasando por uno o ha pasado por uno recientemente. Esto se debe principalmente a la poca información que se maneja sobre la salud mental y la ausencia de centros públicos en los que estos pacientes se pueden tratar de forma íntegra.

Se puede decir que casi nadie está exento de padecer un brote psicótico puesto que uno de los principales detonantes es el estrés crónico y el recibir o pasar por emociones fuertes. Una de las formas en la que podemos identificar que una persona está pasando por esta situación es cuando hablan incoherencias, tienen delirios o alucinaciones. Lo más sano y recomendable hacer es tratar a la persona con calma, no exaltar o contradecirlo ya que hay que recordar que la persona está sintiendo cosas extrañas en su mente, que no entiende y cree que son reales.

Usualmente después del brote la persona puede volver a la normalidad después de una o dos semanas aproximadamente, siempre y cuando este se trate con un profesional y mantenga el tratamiento. De lo contrario puede desatar otros trastornos más fuertes como la esquizofrenia.

Es esencial que cuidemos nuestra salud mental, que hablemos las cosas, que estemos pendientes a las personas a nuestro alrededor. Debemos aprender a ser seres más emocionales, a saber que el expresarnos o dejar que otro se exprese con nosotros es de personas fuertes que quieren sanar y no le temen al proceso aunque no sea fácil. Debemos de aprender a ser más empáticos y sí alguien nos ofrece la confianza de contarnos sus temores, poder referirlo a alguien que le pueda ayudar.