La violencia contra los hombres

Ivety Almanzar
Recoge una Sonrisa
Published in
2 min readMar 7, 2022

Es raro escuchar o ver casos de violencia intrafamiliar o solo violencia en contra de los hombres y es que la misma sociedad condena de una forma u otra al hombre cuando este se muestra “débil o permisivo” en una relación y hasta en un altercado donde este no devuelva el golpe y es por esa misma razón que muchos prefieren callar.

La violencia es violencia, no importa de donde venga o como la quieran pintar, últimamente nos hemos visto bombardeados con cientos de campañas que piden el cese de la violencia hacia la mujer, pero ninguna destaca que se debe de erradicar la violencia en general, educar a nuestra sociedad para que no sea tan pasional y busque otras formas de solución a los conflictos.

No únicamente la sociedad dominicana condena al hombre cuando este no es fuerte, cuando demuestra sus sentimientos, cuando no da el primer paso, cuando decide no hacer lo convencional, cuando se queda en casa cuidando a los niños o pasa tiempo de calidad con ellos haciendo lo mismo que hace la madre, cuando el hombre es un ser útil en la casa, la sociedad suele condenar al hombre cuando él se muestra humano y vulnerable.

En la República Dominicana y gran parte de Latinoamérica no cuenta con estadísticas sobre el maltrato físico, emocional y mental hacia el hombre.

Sí, el maltrato a los hombres existe, y seguirá existiendo hasta que como sociedad dejemos de reírnos cuando vemos que “relajando” una mujer golpea a un hombre, hasta que no dejemos de ver como normal el tocar el cuerpo del hombre sin su consentimiento, cuando dejemos de burlarnos cuando un amigo/primo/hermano o simplemente un conocido nos diga que lo golpean o sufre de algún tipo de maltrato.

Debemos de aprender a ver al hombre más como un ser humano que como un superhumano, debemos de aprender a verlos llorar, quebrarse, pedir ayuda y ser ayudados, debemos dejarles ver que pueden contar con nosotros para desahogarse.

La violencia no es la solución, como tampoco lo es callarse lo que nos molesta, como tampoco lo es buscar ayuda profesional. Nosotros somos la sociedad, somos los que debemos de hacer las cosas diferentes para que estas comiencen a cambiar, somos quienes pueden poner un antes y un después, está en nosotros como sociedad que la sociedad cambie.

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