La historia de los molletes

Nada como el pan crujiente y el queso gratinado.

Cuando piensan en molletes, ¿qué es lo primero que les viene a la mente?

Yo pienso en mi niñez, alguna noche fría en la que mi mamá nos preparaba unos molletes cubiertos de frijoles y con su rebanada de queso que se gratinaba al pasarlo por la plancha; o cuando nos preparaba uno dulce, con su generosa porción de mantequilla y espolvoreado con azúcar, lo cual acompañábamos con un vaso de leche y nos poníamos a ver una caricatura (recuerdo en especial una noche en que veía Ranma 1/2 antes de dormir).

El dulce recuerdo me hace suspirar. Los molletes han sido parte de mi vida, y estoy seguro que de la de muchos. Pero para mi sorpresa, y el motivo de este texto, es que no todos los comemos igual, por ejemplo está el caso de los que no conocen la versión dulce de los molletes, los que lo comen con pico de gallo, con catsup, o enterarse que los famosos tecolotes son unos molletes con cubierta de chilaquiles.

Si escarbamos en sus orígenes, los molletes son un platillo que lleva tiempo con nosotros. Buscando un poco en Google, encontré que el registro más antiguo que se tiene es un recetario de 1554 donde se mencionan unos “Molletes Reales”, aunque estos no eran muy similares a los actuales, para ese entonces estos molletes “primitivos” eran algo similar a un pastel o empanada, los cuales se preparaban con harina y eran llevados al horno.

Para 1775, en otro documento de origen español, se hace mención de los molletes como un tipo distinto de pan al que conocemos como pan francés. Tomando esto en cuenta, según el sitio Mollete.es, en España los molletes son un tipo de pan que tiene como peculiaridades su forma elíptica irregular, la textura esponjosa y su color.

Los molletes son un tipo de pan de origen árabe, que en España se acostumbra desayunar con aceite de oliva y luego se pasa por el fuego hasta que quede crujiente. Al igual que en México con el tema de si las quesadillas deben o no llevar queso, en este país existe el debate de con qué se deben comer o preparar, ya que algunos abren este pan y lo rellenan con algún producto de la zona, ya sea una mermelada o un buen jamón serrano; mientras que otros señalan que para que sea un mollete solamente se debe pasar por el fuego hasta que quede crujiente y acompañarlo con aceite de oliva.

Dejando esa discusión para los que saben o dicen saber, y cambiando de continente, en México los molletes se preparan cortando a la mitad un bolillo, se le pueden untar distintos ingredientes (frijoles, mantequilla o algún guiso) y luego se pasa por el fuego (ya sea comal o el horno) para que queden crujientes. El orden puede variar según quien lo prepare, pero en esencia eso son los molletes mexicanos.

Me pasa por la mente la pregunta, ¿si junto dos molletes preparé una torta?

En algunas partes del país, como es el caso de Querétaro, los molletes se preparan con mantequilla y azúcar; mientras que en otras regiones se preparan con distintos guisados, como papas en salsa verde, huevos revueltos, entre otros.

En el centro del país una versión muy popular son los tecolotes. Estos se preparan cubriendo al mollete de chilaquiles con su respectiva salsa roja o verde, y se les acompaña de crema, cebolla y queso.

Si salimos de México y nos vamos a Cuba, los molletes consisten en un pedazo de pan al cual se abrepor el extremo y se llena con carne hasta que rebose; después se tapa y se envuelve en huevo batido; y para finalizar se fríe en un recipiente engrasado.

En Sur América, en el caso de Bolivia, el mollete es un pan hecho a base de harina de trigo integral, huevo, queso y manteca de cerdo. Mientras que en Perú es un pan dulce, preparado con harina, huevos, miel, levadura, y se le agregan especias como canela y clavo de olor.

Conociendo un poco más de su origen y las distintas formas de prepararlo, espero ya tengan todo listo para preparar unos deliciosos molletes, ya sean con frijol y queso gratinado, o con mantequilla y azúcar, nada como comerlos bien crujientes y calientitos.