¡Cumplimos siete años!
El viernes pasado festejamos en las viejas oficinas nuestro séptimo aniversario. Gracias al comité organizador, todos disfrutamos de una tarde/noche llena de juegos, música, premios, comida y (mucha, no les vamos a mentir) bebida.
La tarde empezó con sándwiches y una buena picada, todo acompañado por tres barriles de cerveza artesanal. Mientras la sede se empezaba a llenar, nos pusimos a jugar al beer pong, con prendas y castigos de Jager de por medio. Al rato, formamos equipos que compitieron por grandes premios.
Con los equipos ya conformados, la primera competencia fue de embolsados. Los golpes y las caídas se hicieron presentes en todas las carreras. El público se portó como debía: vociferando con violencia por sus competidores. ¿El saldo? Una buena cantidad de fotos, además de algunas raspaduras, golpes y lesiones, que dejaron en evidencia que este es un deporte de riesgo -y un claro generador de memes-.
En segundo lugar, organizamos un apasionante torneo de Twister. Dos miembros de cada equipo se pusieron su grupo al hombro e intentaron sobrevivir la mayor cantidad de turnos posibles. Vimos impresionantes demostraciones de flexibilidad y trabajo en equipo. Y si, son dos pilares que nos caracterizan.
Al mismo tiempo, en la otra parte de la oficina se desarrollaron encarnizadas batallas en el Nidhogg. Además, pudimos disfrutar de un arcade y otros juegos de Play como el Dragon Ball: Fighter Z.
Terminado el momento Twister y Nidhogg, nos dispusimos a disfrutar de las pizzas. Había que alimentarse de cara a las competencias finales y a la noche de baile que teníamos por delante.
Llegó otro de los momentos más esperado: la “búsqueda del tesoro” dentro de la sala de reuniones. Ah, si, llenamos la antigua sala con globos y escondimos algunos objetos que los equipos tenían que encontrar. Afuera, del otro lado del vidrio, el público alentó por sus compañeros.
Finalizada esta competencia, sólo quedaba un reto. Los participantes de la última prueba debían atarse una cuerda a la cintura que tenía una lapicera en la punta. El objetivo era embocar, sin las manos, la lapicera dentro de una botella. Una clara demostración de destreza, agilidad y movimiento de caderas. Punto final para los juegos. Pasamos a la entrega de premios y a bailar.
Cumplimos siete años y lo festejamos a lo grande. Lo mejor de todo, es que los memes de esta noche durarán para siempre.