Ingenio y vivacidad

Ariela Muñoz
Reflexiones charchas
3 min readFeb 6, 2015

Escrito en abril de 2014

Trata el manejo político del delito cometido por Martín Larraín, hijo del parlamentario Carlos Larraín, senador y militante del partido Renovación Nacional. En estado de ebriedad, atropelló a Héctor Canales durante las festividades del 18 de septiembre de 2013. La víctima falleció.

Señor Carlos Larraín, parlamentario de un prestigioso partido político, estudioso, conservador, culto, refinado, de la élite de nuestro país:

Usted es un hombre ingenioso, lleno de ideas, siempre tiene la frase precisa cuando es interceptado por un micrófono en pantalla, usted siempre sabe qué hacer para mantener el orden. Seguramente habrá probado el caviar y la champaña cara, las ostras francesas, un yate por el lago Caburga, conducir autos lujosos, o aún mejor, que los conduzcan por usted. Se ha sentado en el Congreso Nacional y ha tenido voz y voto para decidir por toda la tropa de mortales cochinos que alegan porque comen porotos con riendas y hallulla tostada de tres días.

Sin embargo, usted mantiene la calma, porque es ingenioso y vivaracho.

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Así como usted goza de todas estas patrañas, su hijo también. Tiene un auto de envidiar, se emborracha con el whisky más fino de su despensa, sale a carretear a lugares exclusivos, pero no es tan ingenioso como usted; no le salió tan bien talladito, senador.

A Martín no se le ocurriría la metáfora de Ana Frank, porque es torpe y ojalá no le salga homosexual, porque podría desheredarlo.

Tiene que haber quedado la zalagarda en su casa cuando se enteró de que Martincito se había piteado a un viejo cuma luego de manejar borracho para el dieciocho. Pero no se preocupe, seguramente las piscolas eran buenas, así que lo vale. Un viejo más, un viejo menos, qué más da. Y como usted, don Carlos, es ingenioso y vivaracho, utilizó sus artimañas y poder económico para salvarle el pellejo a este cabro huevón. Porque él no va a ir a la cárcel, eso sería tremendo ¿se imagina? Un Larraín preso y además curao, como el picante de Alinco. Eso es para los roteques, no para un hombre de la realeza, menos para el presidente del partido.

Como usted es ingenioso y vivaracho, ya dejará pronto su cargo. Un Larraín no será el foco de los periodistas impacientes y preguntones, al menos no por un delito.

Yo me pregunto: ¿sabrá la viuda qué significan para usted 10 millones de pesos? Por que para esa mujer y sus familiares esa debe ser la oportunidad del siglo (digo yo, como para haber perdonado la muerte del señor Canales). Para usted, honorable, no es más que un mes de trabajo y unos arreglines. Nada. Quizás el nuevo auto de Martín, que cumplirá su pena en libertad. Podrá salir a carretear de nuevo con la Sofía y el Seba y atropellar a más viejos y pasar piolita.

Eso es el poder en nuestro país: zafarse un asesinato como quien se levanta un parte por no actualizar sus documentos en la municipalidad.

Espero que no sea el foco periodístico en este momento, senador Larraín, porque si yo tuviera que ejercer mi profesión en este momento, me daría rabia entrevistarlo y que usted vuelva a ser ingenioso y vivaracho para quedar bien, tirando una talla fome de viejo decrépito y miserable.

Ojalá que en unos años más la viuda de Héctor Canales pueda perdonarse el haber cometido un grave error: aceptar la miseria humana de un hombre poderoso.

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