6 retos que deben asumir los UX del mañana (Parte 1)

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repensareducativo

7 min readAug 23, 2020

Un día del 2015, Juan se tomó una pastilla que le hizo dormir hasta el 2020. Despertó en un contexto esencialmente familiar pero, aún así, diferente. Por ejemplo, ahora los policías rastrean la ciudad con drones, los atletas han reemplazado el celular por relojes inteligentes y los oficinistas van al trabajo en scooters eléctricos.

Yuval Noah Harari, autor de Sapiens, de animales a dioses, cuenta que si un hombre del año 1000 hiciera lo mismo que Juan y se despertará en el año 1500, encontraría un panorama muy conocido y se levantaría sin ningún tipo de confusión. Explica también que los últimos 500 años de historia han sido testigos de un crecimiento estrepitoso. El intercambio de conocimiento, la cultura del emprendimiento y las necesidades que el ser humano quiere solucionar, motivan a que esta locomotora vaya cada vez más rápido🚂.

¿Hacia dónde vamos? 🚀

Reflexionando sobre lo acelerado que tenemos el panorama, he pensando en 6 de los retos con los que los UX tendremos que lidiar en los años que vienen. Algunos son cuestiones que ya existen en el presente, pero que aún no han impactado de manera masiva o que siguen siendo recursos de unos pocos. Empecemos 🙌:

1. Realidad virtual y realidad aumentada

Ninguno de los términos es un concepto nuevo para nadie. Pero cada vez se ven nuevas iniciativas que permiten explorar su aplicación de manera más funcional. Por ejemplo, en el Google I/O del 2018, se presentó un prototipo que incluía señalética en realidad aumentada para Google Maps que, además, venía con un zorrito que ayudaba a los transeúntes a indicarles cómo llegar al lugar que querían.

Prototipo de Google Maps

Desde el lado de la realidad virtual, podemos hablar de Google Classroom y la aplicación Expeditions, que permite a los profesores llevar a sus estudiantes a pasear por el mundo a través de unos lentes simuladores construidos con cartón y un celular. Además, Fornite se ha convertido en la plataforma de realidad virtual que más usuarios ha convocado en un evento, cuando el rapero Travis Scott decidió lanzar su disco en un espectáculo virtual que atrajo a más de 12 millones de personas que podían participar en una experiencia realmente inmersiva.

¿Qué implica todo esto? 💁🏾 Pues que la tarea va a tener que superar al diseño de interacciones en pantallas y flujos de una sola dirección. Es decir, tendremos que afinar nuestras habilidades para diseñar experiencias que sean:

a) Inmersivas y creíbles, que entregue una experiencia envolvente y que haga sentir que realmente estamos en un espacio distinto o que nuestra realidad ha sido invadida por el mundo virtual.

b) De interacción múltiple, es decir, que muchas experiencias puedan suceder a la vez sin que se interrumpan entre ellas.

c) Explorable, para que de esta forma los usuarios sientan que son ellos quienes descubren las interacciones y al mismo tiempo ayudarles a resolver ciertos nudos.

2. Tecnologías vestibles

Para nadie es un secreto que los relojes inteligentes se están haciendo cada vez más populares, sobre todo para quienes adoptan un estilo de vida centrado en el bienestar como los runners 🏃🏿 o los que se ven interesados por rastrear sus estadísticas de sueño 😴. Pero más allá del reloj, existen otro tipo de artefactos vestibles que pueden darnos una pista sobre cómo podríamos estar diseñando las experiencias del mañana.

Prototipo del Nubia Alpha en el Mobile World Congress 2019

Brainbit es una banda para la cabeza que recoge data de la actividad cerebral que sirve para tomar decisiones como qué técnica es la más eficaz para relajarte o saber cuál es tu nivel de atención. Tap Strap es una especie de guante que se conecta vía bluetooth y logra tipear o controlar cursores sin la necesidad de un teclado o un mouse. Y, finalmente, podríamos hablar de Wiggly, una casaca que reta a los niños a completar tareas levantando un brazo, moviendo las manos o saltando.

¿Qué podemos ir explorando? 🕵

Podemos ir afinando nuestra capacidad de entregar información en formatos cada vez más pequeños y simplificar flujos para completar micro-tareas. Investigar el mundo de la gestualidad como gatillador de interacciones y entender el papel que juega el contexto espacial en el uso de estas tecnologías.

Aunque los proyectos de este tipo están en sus primeros estadíos de desarrollo y los productos que han sido satisfactorios para su uso normalizado han sido pocos, nos dejan intuir que la experiencia de estas innovaciones va a ir más allá del reloj y los anteojos. Además, van a ser puntos de contacto que van a amalgamar más la experiencia digital con la vida real y, muy probablemente, vamos a tener que discutir sobre el límite de la invasividad y la vida privada.

3. ¿Quiénes son todos cuando diseñamos para todos?

Entre 1920 y 1970 se creó una criticada autopista que llevaba al sistema de playas de Jones Beach en Nueva York. El problema estaba en que toda la carretera tenía una serie de puentes cuya altura era mucho más baja que el promedio de puentes en los Estados Unidos. Al parecer su creador, Robert Moses, había planeado la elevación pensando en la altura de los automóviles que iban a circular por esta pista pero, intencionalmente o no, el diseño había excluido a todos los vehículos que superan esta medida. En esa época solo los hombres blancos de clase alta podían obtener un carro privado 🚗, el resto, los pobres y las minorías raciales se movilizaban en buses 🚎 ¿Había sido clasista y racista Robert Moses al diseñar estos puentes?

“Diseñar siempre implica hacer una elección de valor”, dice Ezio Manzini en su libro Politics of the everyday, y Mike Monteiro en Ruined by design anota que lo que decidimos no diseñar y a quién excluir en nuestro diseño es un acto político ¿A qué queremos llegar? que cuando diseñamos resulta difícil ignorar nuestros sesgos, ideologías y formas de entender el mundo.

El futuro es inevitablemente inclusivo y diverso. La mayoría de soluciones ha privilegiado a ciertas personas y el resto ha tenido que acondicionar el diseño para poder usarlo ¿Qué podemos hacer? 🤔

Primero adoptar una actitud autocrítica para descubrir y cuestionar nuestros propios sesgos. Luego educarnos y aproximarnos a las diferentes problemáticas por las que atraviesan los grupos excluidos con una auténtica curiosidad y preguntarnos si nuestra solución está relegando a estos colectivos.

Desde la usabilidad, debemos cambiar nuestra percepción sobre las limitaciones que podrían tener nuestros usuarios. Entender la habilidad como un espectro como lo propone Kat Holmes, pionera en diseño inclusivo. Porque, si te pones a pensar, todos hemos estado en una situación en el que nos vemos limitados de alguna manera. Seguro has paseado en bicicleta 🚴🏾 y encuentras que no todas las calles tienen rampas. O has tenido que usar tu celular con una sola mano cuando cargabas tus compras. O quizás has querido ver una película 🍿 de un idioma que no dominas y no pudiste hacerlo porque vino sin subtítulos. Ahora, imagínate vivir constantemente situaciones como éstas. El reto que nos propone el futuro es la de abarcar a más personas cuando decimos que diseñamos para todos, porque cuando decidimos ser inclusivos estamos resolviendo las limitaciones que sufrimos todas las personas👩‍🦽🧑‍🦯🕺🚶.

¡Más retos en la parte 2! 💪🏾

Por ahora nos detendremos aquí. Solo hemos visto 3 retos. La próxima vez que nos encontremos vamos a tratar el tema del género 🏳️‍🌈 , la inteligencia artificial en tecnologías conversacionales 🤖 y las experiencias en remoto desde el punto de vista de la experiencia de usuario 🖥 .

Pero hasta ahora, imagina que estás parado en la orilla de la playa, te pones de puntillas y tratas de ver lo que hay tras el horizonte 🏝 ¿Qué retos puedes vislumbrar que se acercan para los UX?

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