El cierre perfecto | Glass — M. Night Shyamalan (2019)

Glass ha llegado por fin a los cines, la tercera entrega de una trilogía que empezó en el remoto año 2000 a cargo del amado y odiado M. Night Syamalan.

Glass ha llegado por fin a los cines, la tercera entrega de una trilogía que empezó en el remoto año 2000 a cargo del amado y odiado M. Night Syamalan.

Protagonizada magistralmente por James Mcavoy, Bruce Willis y Samuel L. Jackson, esta entrega narra la historia de tres personajes que se creen super héroes y cómo su camino se cruza para darle un vuelco a la humanidad.

Si bien esta descripción se parece a la de cualquier película inocua, es necesario visualizar las dos entregas anteriores de la trilogía para entender que en realidad es el desenlace que los cinéfilos esperaban. Una trilogía que no tuviera desperdicio.

Por un lado, en Glass, cada historia obtiene su planteamiento por separado, llegan al climax al juntarse los personajes y a través de una catalizador que en este caso es el personaje de Sarah Paulson, se llega a una desenlace tan excepcional como se esperaba de estos personajes. Todo esto sucede sin olvidarse de entregar a los fanáticos las conclusiones sobre los personajes que han aparecido en las anteriores cintas y sobre todo cerrando las preguntas que surgieron a lo largo de la trilogía.

Es sabido que un superhéroe es lo suficientemente bueno como lo es su peor villano y ante eso el director encuentra a uno de los mejores villanos de entre toda la gama de película sobre cómics que hay en la actualidad. Un villano que explica perfectamente la existencia de estos héroes y su relación con la realidad pero sobre todo explica el por qué el final de cada uno de ellos.

Una película excepcional que los verdaderos cinéfilos disfrutarán de principio a fin

Ya habían pasado muchos años desde que Shyamalan había entregado un buen filme, pero fue en Split donde empezó a redimirse, es ahora con Glass, donde muestra su verdadera maestría en la dirección, logrando mezclar las texturas y emociones que había creado para cada personaje y al mismo tiempo tejer una paleta de colores que cambian según los sucesos del filme. Entendiendo los deseos del guion y lo necesario para no desviar la mirada ni un solo minuto.