Tres anuncios para un Oscar

Martin McDonagh había conquistado mi fanatismo desde su primera cinta In Bruges, en la que acompañado de una excelente actuación de Collin Farrell y de su inconfundible humor negro, entregaba una metáfora de la vida y del amor a uno mismo como pocas veces se ha visto.

Le siguió 7 Psychopaths una película más coral pero mucho más floja en la que la trama a veces se desdibuja pero en la que McDonagh ensayó una vez más su estilo que ahora parecía estar afilándose para una obra mayor. La espera fue de cinco años para el estreno de Tres anuncios por un crimen (
Three Billboards Outside Ebbing, Missouri), cinta que la crítica ha calificado de obra maestra y que yo he disfrutado profundamente en la sala de cine.

El humor es el hilo conductor de una cinta en donde los sentimientos son también el principal ingrediente y los giros dramáticos son introducidos de manera excepcional, muy suaves pero sorpresivos, construyendo así una trama, que aunque muy compleja cualquiera puede seguirle el paso, sintiéndose al mismo tiempo identificado con cada uno de los personajes y soltando dos o tres carcajadas en cada escena.

El humor es el hilo conductor de una cinta en donde los sentimientos son también el principal ingrediente

Tres anuncios por un crimen, es el claro ejemplo de la maestria que se alcanza si se practica arduamente un mismo estilo. Martin McDonagh lanza su tercer intento de largometraje concretando su peculiar forma de ver la vida pero ahora de la mano con una temática difícil de amplio espectro y acompañado de un elenco envidiable al cual lo exprime como solo los grandes directores saben hacerlo.

Esta cinta ya ha recogido todos los premios de la lista que precede al Oscar y se alza como principal favorita, es una pena que aunque la cinta ha sido ganadora como producción, como guión y como una impronta a la actuación sea en la dirección donde ha desmerecido debido al otro gran esfuerzo que hizo Guillermo del Toro en ser el mejor director del año. Una pena para McDonagh que tendrá que ensayar una vez más su lente como director en otra cinta si es que quiere alzarse con esa estatuilla.

Recomiendo ampliamente Tres anuncios por un crimen por su alto valor artístico, gran manejo de las situaciones y el despliegue actoral que hay en él. La escritura es excepcional y la alegoría a la vida misma es tan única que hace recordar que el cine también es un arte.