Las profecías autocumplidas son predicciones que directa o indirectamente causan que las mismas se hagan realidad. Un buen ejemplo de cómo funcionan, sería la transformación de Anakin Skywalker a Darth Vader. Fue una pesadilla en la que Padme moría lo que lo llevó a Anakin a convertirse al lado oscuro para intentar salvarla. Sin embargo, fue esa conversión al lado oscuro lo que terminó matando a Padme. Ella muere directamente a causa de la existencia de ese sueño profético.
Muchos proyectos ambiciosos en el ámbito de los videojuegos, la literatura y los cómics nunca se vuelven una realidad por profecías autocumplidas, como: no van a funcionar, nadie va a comprar, nadie consume esto acá. Esas predicciones lo que hacen es establecer el resultado. Así, el mercado para estos juegos o libros nunca termina de nacer. Está estancado en un eterno “ojalá”.
Y es comprensible. Muchas personas con proyectos no tienen tiempo ni los medios necesarios para dejar de lado sus trabajos para concentrarse en otras ambiciones artísticas. No pueden dejar de pagar sus cuentas para arriesgarse por algo que ellos mismos piensan que no va a funcionar. Lo bueno es que sí hay algunos que se arriesgan, y de a poco vamos dejando de lado estas profecías. O al menos cambiándolas.
Epopeya y Epopeya Binacional, los libros de historietas de cómics creados por Javier Viveros son un ejemplo de lo contrario, de alguien que se animó a apostar por una creación en un mercado casi inexistente. Él usó un sistema (hecho por él mismo) similar al de crowdfunding, donde las personas reservaban sus ejemplares de forma adelantada para que él calcule cuántas ediciones se imprimirían. Financió las impresiones a través de préstamos. Se imprimieron 1100 ejemplares y en 8 meses fueron vendidos en su totalidad. Con la publicación de Epopeya Binacional, la segunda entrega, repitió el mismo sistema, solo que esta vez incluyó a creadores bolivianos y paraguayos en la ecuación. 1580 ejemplares salieron de imprenta para la segunda edición, con una gran mayoría de ejemplares vendidos. Todavía se pueden conseguir algunos números en distintos puntos de Asunción. La edición y coordinación quedó a cargo de Javier, además de gran parte (por no decir toda) la distribución.
En Bolivia no le fue de lo mejor a Epopeya Binacional (que casi no pudo entrar al país por problemas burocráticos). En Paraguay le fue mucho mejor. Ahora se está gestando Epopeya: Guerra Guasu, basado en la guerra de la Triple Alianza, con colaboraciones de artistas argentinos, brasileros, uruguayos y paraguayos. Siempre existe el riesgo de que el interés de la gente decaiga, o que no se venda tan bien como para cubrir los gastos de imprenta, que son bastante altos por la excelente calidad de impresión y el volumen del libro. Sin embargo, se están creando nuevas profecías autocumplidas. En estas, decimos: va a funcionar, a la gente le va a gustar.
Vale la pena apostar por esto.
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