El Síndrome de Keraná y la Idiosincrasia Paraguaya

José Bordón
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3 min readJul 7, 2016

“Lo único necesario para que el mal triunfe, es que el hombre bueno no haga nada”. — Edmund Bruke.

Paraguay puede ser el más claro ejemplo de esta frase. Profundamente atascado en la mente de los paraguayos están Taú y Kerana, protagonistas del mito clásico y taciturno que prevalece hasta hoy en día. Muchos proyectos, emprendimientos, ideas, movimientos culturales y filosóficos que se dan en el país se ven frustrados debido al Síndrome de Keraná.

Para definir eso, antes debemos recordar que los mitos son parte de subconsciente colectivo que cuentan fragmentos de la realidad de una sociedad. Es necesario recordar ejemplos más claros, como Sigmund Freud. Utilizó temas de la estructura Mitológica Griega para personificar y ejemplificar conflictos, complejos y mecanismos de vida psíquica en el inconsciente. Las estructuras del psicoanálisis que conocemos comúnmente son los complejos, como los de Edipo/Electra, desórdenes de personalidad, como el Narcisismo, fobias, cuya palabra deriva de Fobos el hijo de Ares y Afrodita.

Taú y Keraná, al ser socialmente aceptados y conocidos, podemos afirmar que también pertenecen al inconsciente colectivo. Así que repasemos brevemente esta historia:

Taú (Espíritu maléfico) se había enamorado de la doncella llamada Keraná (llamada así por ser una chica dormilona). Taú intenta raptar a la joven, por lo que Angatupyry (espíritu del bien) intenta detenerlo entablando en una lucha con Taú que dura siete días. Finalmente, Taú vence a Angatupyry. Taú, al verse triunfador, se lleva a Keraná. Y esta pare a 7 hijos: Teyú Yaguá, Mbói Tu’i, Moñai, Jasy Jateré, Kurupí, Ao Ao y Luisón. Ellos son el castigo que sufre Keraná de esta terrible unión.”

Analizando la palabra “Angatupyry”: anga significa “alma” también puede significar “lástima” o “soledad”. De ahí la famosa frase paraguaya: “¡Pobre anga!”, expresando pena o lástima por un individuo. Entonces suponemos que el espíritu del “bien” lucha completamente solo durante siete días para finalmente ser vencido por el espíritu del “mal”. Pero en esta historia, ¿que hace Keraná? Se duerme. Es decir, no hace absolutamente nada para resistirse. Y es ella la que da a luz a los hijos del mal. El Síndrome de Keraná alude a todos aquellos que heredan la actitud pasiva frente a un problema que está en frente suyo.

Muchas veces en Paraguay, cuando alguien lucha por un bien común o contra una amenaza, lucha solo para finalmente morir por la avasallante realidad de la injusticia. Esos héroes, que no están en el Panteón, y que no figuran en ningún libro de historia. El chipero de la esquina, que tiene una familia que sostener, la yuyera, que cada mañana se levantaba a traer hierbas frescas a sus compradores, el artesano que pone su alma en cada obra que hace. Incluso no solo los arquetipos de trabajadores del Paraguay, sino personas que generan un despertar de la consciencia. ¿No son estos grandes héroes? Siempre dejados de lado, ignorados y sin reconocimiento alguno. Esa es la esencia de Angatupyry, los héroes que no tienen nombre.

Los que padecen del Síndrome de Keraná, comúnmente heredan esta actitud. Y sus síntomas más comunes son:

Dejar todo a última hora.

Esperar a que pase una situación verdaderamente grave para actuar.

El “Péichante”, o “Así no más”.

Pensar que la “hora paraguaya”, atrasarse, es algo normal.

Apatía sobre la desgracia ajena. “Aichejáranga”, o “pobrecito”, se dice, y terminó el asunto.

Buscar el éxito es mediante el cuaterismo en el “País de los Amigos”.

“El popinda”, manos de anzuelo, que con frecuencia tiene pertenencias ajenas entre las suyas.

El sentimiento de impotencia y absoluta resignación con la excusa de “Paraguay nio es”.

Lo peor de esta endemia son, al igual que la mitología, los descendientes. Porque son ellos quienes se enfrentarán cada vez más con una realidad más dura y difícil de combatir, con un Taú más experto e institucionalizado. Es por eso que hoy es el día que debemos dejar de dormir. Sí, hoy es el día que debemos abandonar el individualismo, hoy es el día que debemos erradicar a estas cualidades que heredamos socialmente y ser consciente que este síndrome es tan real como sus consecuencias.

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