Cambia tu vida

Cambiando una sola cosa

Chic Casillas
Reto de 30 días
3 min readOct 11, 2015

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Yo antes creía que cambiar mi vida era algo muy complicado. Me imaginaba que para hacerlo tendría que cambiar muchos hábitos al mismo tiempo. Tendría que dejar a un lado muchas cosas. Al menos, pensaba que si quería cambiar las cosas realmente, tendría que hacer algo sumamente difícil.

Hace poco escribí un post sobre como el talento no es suficiente. En esa publicación rocé en algún momento la idea de que un pequeño defecto podía ser suficiente para arruinar a una persona. De hecho incluí una frase que me pareció apropiada.

“A small leak will sink a great ship.” — Benjamin Franklin

Como suele suceder, una idea llevó a la otra. Caí en cuenta de que era importante identificar mi debilidad más grande. No pretendo cambiar todo al mismo tiempo. Sería imposible ponerme a dieta, empezar a hacer ejercicio, dormir mis ocho horas diarias y tener una mentalidad más positiva de la noche a la mañana. Sin embargo, seguramente podría cambiar una cosa.

Claro está, que para obtener los mejores resultados, tendría que identificar mi debilidad más grande. Encontrar e identificar mi más grande defecto seguramente traería los más grande beneficios a mi persona. Así fue como empezó un pequeño análisis para identificar la piedra angular de mis problemas. Tengo muchos defectos y debilidades, pero tenía la certeza de que uno de ellos podía ser mi perdición.

Pensé en una cantidad enorme de debilidades y de pronto vino a mi la respuesta. Encontré una debilidad, que de ser erradicada, cambiaría muchísimos aspectos de mi experiencia de vida. Recordé mi intolerancia/alergia a los lácteos. Por un tiempo pensé que los defectos debían ser de carácter, pero no es así necesariamente. En mi caso los lácteos son mi ‘kriptonita’ particular.

Los lácteos me joden el estómago, hacen que me arda el estómago, me dan ‘corre que te alcanzo’ constante, me provocan reflujo, me afectan la piel, me provocan gases de mal olor, contribuyen a mi aumento de peso y me generan problemas respiratorios por exceso de mucosidad. En pocas palabras, pareciera que todo el tiempo tengo alergias y vivo enfermo del estómago.

No les puedo decir todos los beneficios que ha traído para mi dejar los lácteos porque apenas llevo una semana sin ellos. Pero por el momento puedo decirles que ya mi piel y mi pelo se sienten diferentes, mi estómago está perfectamente en calma, perdí 2 kilos en una semana, mi sudor tiene un hedor mucho menos fuerte, mi líbido sexual ha reducido mucho durante la semana, me siento un poco menos ansioso, mejoró mucho mi problema de caspa (que traté de curar durante meses) y duermo mejor.

Lo malo es que estoy pasando por un proceso tipo ‘detox’ donde toda la mucosidad producida durante tanto tiempo está saliendo de mi sistema por diversas vías. Además, los primeros 3 días de retirar lácteos me sentía un poco cansado sin razón aparente (pero ese síntoma ya desapareció), y ahora tengo que usar cinturón otra vez porque mis pantalones me empiezan a quedar flojos. =P

El caso es que apenas estoy en proceso y aún no he ganado la guerra en contra de esta debilidad. Pero tengo la certeza de que muchas cosas buenas vendrán si es que logro erradicar este punto de inflección en mi vida. De principio perderé peso, podré hacer mis dos horas de viaje diario a la escuela sin preocuparme por llegar a un baño y al estar mis pulmones más despejados de tanto moco, podré cantar mejor. Aún mejor, podré hacer ejercicios cardiovasculares sin tener ataques tipo asmáticos.

Como pueden ver, una sola debilidad puede provocar muchos problemas. Una sola debilidad identificada y erradicada a su vez puede tener muchos beneficios. Así que es sencillo, los invito neta a que busquen esa debilidad que podría traer muchos cambios a su vida. No quieran cambiarlo todo. Busquen su punto débil, su gotera, su ‘kriptonita’, y elimínenla.

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