Dieta mental

Fer Romero
Reto de 30 días
Published in
2 min readOct 16, 2015

La mente funciona de manera similar al cuerpo. La forma en la que te sientes está fuertemente impactada por lo que consumes. Si comes pura comida chatarra, lo más probable es que te sientas mal del estomago. Si lo único que consumes son telenovelas… bueno no te va a doler la cabeza, pero entienden el punto.

Comer mal tiene repercusiones que puedes notar fácilmente. A mi me pasa cuando mi dieta se transforma en tacos, pizzas, refrescos, frituras. Cuando hago eso tengo una constante acidez en el estómago. Llega a ser insoportable.

El problema es que el alimento que le damos a nuestro cerebro no tiene repercusiones tan fáciles de notar.

Estos últimos días me ha costado mucho saber sobre que escribir. Los primeros días de este reto no fue tan difícil, en ese momento estaba leyendo dos libros, recuerdo estar viendo vídeos en YouTube sobre análisis de cine, videojuegos, libros y hasta filósofos. La última semana el único libro que leí fue por encargo para un examen.

He pasado por esas etapas creatividad y después de “muerte cerebral” varias veces y he descubierto algo interesante. Siempre está directamente relacionado con mi “dieta mental”.

¿A qué me refiero?

No puedes escribir si no lees. No puedes hacer cine si no ves cine. De la misma forma que no puedes hacer ejercicio si no comes.

De los cinco días de completa sequía creativa, no recuerdo un sólo artículo, un sólo vídeo, ni siquiera una sola línea de texto interesante. No quiere decir que me haya metido debajo de una roca, pero no consumí nada que me estimulara creativamente.

Constantemente estamos rodeados de contenido que absorbemos sin darnos cuenta. Pasamos varias horas en Internet rodeados de vídeos, imágenes, texto, sonidos. Dicen que esta generación ya no lee, pero estoy seguro que leemos más que en cualquier otra época. ¿Cuándo se podía simplemente sacar una pantalla de la bolsa y leer 140 caracteres nuevos cada segundo? Que leamos sobre “1O formas de saber si te están poniendo el cuerno” es otra cosa.

En cinco días no recuerdo ningún contenido de valor. Ahorita me sigue costando trabajo articular este texto. Puedo sentir que mi cerebro simplemente no tiene con que trabajar. Necesito nutrientes.

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