Una palabra de aliento a periodistas y consejos prácticos para reportear desde el encierro

Miguel Paz
Reveniu
Published in
6 min readApr 7, 2020
Imagen de Canva.

Aparte de mi trabajo de día en Reveniu, dicto clases de Periodismo. A comienzos de la segunda quincena de marzo, mi taller de Periodismo de investigación y datos en la Universidad Católica — como ocurrió en todas partes- pasó a ser remoto, usando herramientas de videoconferencia y Google Drive, para trabajo colaborativo.

Las herramientas, en términos prácticos, solucionan aspectos técnicos pero no la ansiedad de las y los estudiantes. Están en su último año de Universidad y este curso determina si podrán graduarse.

Partí la segunda clase remota preguntándole a cada estudiante cómo se sentía: “Angustia” e “incertidumbre”, los dos conceptos que se repitieron más.

Concluida la sesión, me di cuenta que todas y todos habían sido súper pro en la clase y les escribí felicitándoles por su rigor y ganas de hacer buen periodismo. “Se merecen un aplauso”.

Al rato varios estudiantes respondieron profundizando sobre lo que más les aflige: cómo vamos a hacer buenas investigaciones periodísticas desde la casa.

Les respondí lo mejor que pude (recomiendo este posteo de Paulette Desormeaux con ejemplos de investigaciones hechas desde casa).

Ahora comparto una síntesis que, espero, pueda serle útil a otros estudiantes y profesores, así como a reporteros y, por qué no, ser una palabra de aliento para los primeros y para todas las personas que están lidiando con el impacto de la cuarentena y la crisis, producto del COVID-19.

Abrazar el cambio

Los desafíos que enfrentamos en este contexto son fuera de lo común porque impiden una de las pocas cosas que (casi) siempre hemos tenido: la libertad de movilización, de salir a la calle, ir a preguntar, golpear puertas, abrir ventanas y exigir respuestas cuando el poder no quiere responder y se esconde.

Estamos todas y todos los que trabajamos en esto en la misma situación. Eso no es un consuelo sino que una constatación empírica. Desde el reportero de investigación más premiado hasta el estudiante en práctica. Colegas de Serbia, Corea del Sur, Italia, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Cuba, España — todo el mundo — sienten las mismas angustia y preocupación que ustedes. Sin embargo, tanto ellos como ustedes, como todos los que hacemos periodismo, tenemos otra habilidad que el COVID-19 no nos puede quitar: la capacidad de ADAPTARNOS a escenarios cambiantes.

En un medio, por lo general, uno sabe cómo entró a trabajar en la mañana y tiene alguna idea de lo que va a hacer durante el día pero nunca tiene claro cómo va a terminar la jornada; qué giros inesperados tomará nuestro reporteo, acaso qué azares soplarán nuestro camino para darnos vuelta el bote o darnos un dato crucial que nos acelerará 40 nudos a velocidad crucero. Eso ocurre con la nota del día, la historia en profundidad y ni qué decir con el Periodismo de Investigación. De ahí que es muy importante que se valoren y validen a ustedes mismas y mismos como personas que tienen un pequeño gran súper poder: el de adaptarse al cambio.

Abracemos el cambio y la incertidumbre como activos que nos permiten descubrir soluciones a los problemas que enfrentamos. Aceptémoslos como parte de nuestra rutina. Hoy es el Corona virus, mañana quizás qué cosa (ojalá la próxima sea mucho más pedestre y rutinaria), y está bien. Las crisis son parte de la vida y de la historia humana.

Van y vamos a estar bien. Van y vamos a poder hacer nuestra labor social de la mejor forma posible dentro del contexto, con las herramientas, habilidades y espíritu de colaboración necesarios para salir adelante.

Quienes me conocen mucho saben que repito una frase que es casi muletilla: “lo bueno es enemigo de lo óptimo”. La uso mucho 🤦🏽‍♂ por una razón: quienes buscan la perfección a la primera y se angustian por no poder alcanzarla terminan no logrando ni la perfección ni tampoco algo bueno sino todo lo contrario. Es más, caen apesadumbrados sobre la montaña de la auto-exigencia porque la perfección es imposible de alcanzar. No me malentiendan. Espero de ustedes, y de mí, excelencia en nuestra labor. Pero esta se construye en la acción cotidiana. En llegar a la hora, en estar encendido y entusiasmado, en contribuir con ideas y datos con sus compañeras y compañeros, en investigar y obsesionarse con temas que “les muevan y conmuevan” (esta se la robé al director de CIPER Pedro Ramírez porque me encantó). En síntesis: en tener un fuego dentro que incendia sus deseos de hacer el mejor periodismo posible para contribuir a un mejor mundo.

Siete ideas para hackear el encierro

¿Cómo diablos hacemos periodismo de investigación desde nuestras casas y sin poder salir?

Algunas ideas.

  1. Usamos nuestras fortalezas de investigación documental, de datos, conocimientos y acceso a fuentes web, de papel, expertos, etc. para hacernos expertas y expertos.
  2. Las ideas pueden venir de cualquier lugar. Estar siempre en modo cazadores. Leyendo. Documentándonos. Procesando. Generando cruces, hilos, preguntas clave.
  3. Siendo “hustlers”. Cuando era freelance y dependía de que se publicara una historia para que me pagaran y poder comer con eso, siempre me hacía la siguiente pregunta ¿si quiero recibir un pago por mi trabajo a fin de mes, qué debo reportear para conseguirlo? Y me respondía: una a tres historias fáciles y rápidas que me demoren poco, una historia de profundidad que demore más y, de postre, una investigación compleja que me obsesiona y corre el riesgo de caerse. Ese plan me orientaba y ayudaba a definir qué hacer y qué no hacer para resolver el problema de recibir un pago por el trabajo de freelancer. La necesidad te agudiza. Te da calle y ayuda a filtrar lo esencial de lo superfluo. En este caso la pregunta es ¿qué estrategia aplico para hacer la mejor investigación posible en un contexto de encierro duradero?
  4. Preguntas que les pueden ayudar: ¿Qué obstáculos existen? ¿Qué cosas podemos hacer con investigación documental, de datos y solicitudes de transparencia que nos ayuden a conseguir la mejor base para nuestra investigación? ¿Qué tenemos que otros no?
  5. Planificar ¿Cómo la información debe ser recopilada y archivada? ¿Quién hará qué y cuándo? ¿Qué investigación original tenemos? ¿Tenemos suficiente para seguir adelante? ¿Necesitamos cambiar el ángulo o matar la historia?
  6. Siempre trabajar desde afuera hacia adentro. Esto funciona estando encerrados en casa también. Varias de las grandes investigaciones, incluidas Panamá Papers, se hicieron en un 80% trabajando desde una oficina o casa, con mensajes por Whatsapp, Telegram, Signal o Slack y usando videollamadas y carpetas compartidas en plataformas de todo tipo. El otro 20% o la última milla, fue enfrentar a los poderosos y victimarios de turno a la información y descubrimientos de los reporteros y reporteras.
  7. Pidan ayuda, busquen aliadas y aliados (como sus ayudantes y sus profesores).

Estamos todas y todos en la misma. Este barco va a seguir flotando. Nada más cambiará su fisonomía por un rato o quizá mucho tiempo. Y está bien. A esperar lo inesperado. Y surfear la ola con optimismo, hambre y punk rock.

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Miguel Paz
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CEO Reveniu.com. Journalist. Professor. Previously @newmarkjschool, @niemanfdn, @bkcharvard fellow, @icfj fellow, @Poderopedia, ElMostrador.cl and more