UNIVERSIDAD

Activo de Alumnos Ayudantes, primera experiencia desde la virtualidad

En la tarde del lunes 19 de abril de este año se llevó a cabo el primer Activo de Alumnos Ayudantes Virtual.

Redacción Alma Mater
Revista Alma Mater

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Imagen tomada de Iqlatino.org

Por Annia Almeyda, Andy Luis Marrero y Gabriela Méndez

Numerosos son los impactos de la pandemia de COVID-19 que han condicionado durante más de un año la vida cotidiana en nuestro país y el mundo. Esta nueva normalidad ha tocado las puertas de los procesos de enseñanza-aprendizaje, lo cual implica incontables retos en la organización del presente curso escolar.

La labor de los estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana ha sido ampliamente reconocida, participando en centros de aislamiento, promoviendo conductas responsables desde las comunidades y las redes sociales; pero…¿qué papel han jugado los estudiantes universitarios en el perfeccionamiento del proceso de educación en las aulas virtuales?

El Movimiento de Alumnos Ayudantes surge el 10 de enero de 1962, como parte de la Ley de Reforma de la Enseñanza Superior en Cuba. Tiene su fundamento histórico en la organización y contribución en la formación de profesionales integrales. Favorece, asimismo, elevar la calidad de la docencia en nuestro país. Este movimiento es parte indisoluble de la vida académica de las casas de altos estudios.

En el actual contexto resulta necesario repensarse el rol de alumno ayudante, en tiempos donde la educación se lleva a cabo a través de la modalidad virtual. Se demanda un acompañamiento más activo a raíz de lo novedoso de este formato de enseñanza.

En la tarde del lunes 19 de abril de este año se llevó a cabo el primer Activo de Alumnos Ayudantes Virtual. Un esfuerzo colectivo de la Comisión de Docencia e Investigación Feu y el Vicedecanato Docente de la Facultad de Psicología. Este espacio de intercambio, debate y aprendizaje colectivo tuvo objetivos claros: realizar un balance del trabajo durante el período lectivo; promover la atención a las principales problemáticas de los miembros del Movimiento de Alumnos Ayudantes, en relación al trabajo en la enseñanza desde la virtualidad; y tomar acuerdos en relación a su funcionamiento.

Más de cincuenta miembros del movimiento participaron en este intercambio sincrónico, que tuvo lugar en la red social Telegram; se gestó así una oportunidad que trascendió las dificultades técnicas, para encontrarnos desde la autenticidad y el vigor propio de los jóvenes, cuando el compromiso con el cambio es real.

El debate estuvo orientado hacia la identificación de obstáculos en el ejercicio de la ayudantía, y abarcó posibles soluciones que tributen a una mejora en la calidad del proceso docente. Daniela Navarro, de tercer año, comentó al respecto: «Una de las acciones que he compartido con mis compañeros en la asignatura Procesos Cognitivos, es brindarle a los alumnos que comienzan consejos y tips específicos que facilitan la adquisición de los conocimientos de la asignatura».

A la labor conjunta de docentes y alumnos ayudantes se refiere María Díaz, estudiante de quinto año, quien considera que en esta etapa pandémica quienes forman parte del movimiento no solo sirven de soporte al profesorado sino que igualmente sirven de vínculo al estar en contacto directo con el estudiantado.

Para quienes participan en la coordinación de la experiencia, fue también una cita enriquecedora que generó aprendizajes tanto individuales como colectivos. Mabel González, miembro de la Comisión de Docencia e Investigación Feu, resalta a la experiencia como una evidencia de que «con deseos, cooperación y constancia es posible crear y desarrollar espacios útiles».

Mientras, Patricio Ferrer, miembro de la comisión de trabajo y alumno ayudante desde hace dos cursos, comentó al respecto: «Considero que fue un intercambio productivo por la cantidad de participantes y las inquietudes expuestas. Por otra parte, fue necesario, pues en el curso escolar actual, en medio de la COVID-19, nuestro rol presenta retos que requieren actualizar perspectivas y habilidades».

La Facultad de Psicología, desde su fundación, presenta la voluntad de contribuir a la formación de la sociedad. El trabajo realizado por estos estudiantes de elevado desempeño es clave para la renovación de energías, en pos de la necesaria creatividad e innovación. Su responsabilidad como discípulos embestidos del rol de alumnos ayudantes es continuar construyendo esta obra siempre inconclusa que es pensar(nos) un mejor proceso docente. La invitación a replicar este tipo de espacios en distintas facultades está, desde ya, abierta.

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