CUBA EN EL V CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL

De cuando un juego nos recuerda al cine

Ante los panameños el conjunto antillano logró el partido más productivo en su historia de Clásicos Mundiales: 21 imparables trajeron 14 carreras

Redacción Alma Mater
Revista Alma Mater
Published in
4 min readMar 10, 2023

--

Fotos: Yuhki Ohboshi (Tomadas de Twitter)

Por Ernesto Arturo Santana García del Busto

¿Has visto alguna película de catástrofe? Una de esas en las que comienza a destaparse el caos pero casi siempre Hollywood -en este caso el Clásico Mundial de Béisbol- asegura la alegría de los protagonistas después de mucho sufrir. Si no ha visto alguna de estas producciones cinematográficas, le recomiendo la primera victoria de Cuba en el certamen internacional, y si el sueño o el desencanto lo venció, reseñamos aquí cada escena:

Lindo día, hasta que…

Habíamos fabricado dos carreras en los dos primeros capítulos. Santos fungió como primer bate y se robó segunda para que Alfredo Despaigne lo trajera con doble remolcador. Yadiel Mujica asemejó al granmense con una conexión que requeriría la revisión de la cámara lenta por ser cantada como foul.

El sol resplandecía en el Estadio Intercontinental de Taichung. Pero Yoan Moncada sacó con demasiada prontitud una pelota de su guante y tiró desviado a primera; el resultado: Ronald Bolaños -que había retirado el primer inning con 8 lanzamientos- cayó, irremediablemente, por un precipicio. No supimos de él después que desapareciera de la grama con cuatro carreras permitidas, dos encajadas con el cuadrangular del ex-Grandes Ligas Rubén Tejada. El director cinematográfico del juego sacrificó a Bolaños para desbordar dramatismo.

Caos

Calamidad y tercer, cuarto y quinto episodio frente a Panamá resultan lo mismo. Se acrecentó la desconcentración en los cubanos. La mayor de las Antillas tenía en el terreno un amasijo de errantes: Arruebarruena no baja el guante para sacar el out en un intento de robo; a Mujica lo retiran de segunda sorprendido por el receptor istmeño; Moncada que por fin había conectado hit fue puesto out en una carrera infantil hacia home; Yadir Drake con la fe de todos los cristianos en sus piernas se entrega en el pentágono. Como si estuviera escrito en un guion, el matancero resarció su error a golpe de batazos.

Los 29 peloteros restantes -recuerden que Spielberg había despachado a Bolaños- protagonizan el filme. Ellos no pueden despedirse someramente, si caen que sea erguidos y luchando.

Miguel Romero, el lanzador de los Athletics de Oakland, ejecutó un relevo asombroso, secó los bates de los caribeños tirando tres innings completos con solo dos hits permitidos. Terminaría siendo el ganador del cotejo.

Aparecieron los héroes con las capas

Yoelkis Guibert enseñó el toque con hombres en primera y segunda. El público apretujó los mangos de las butacas, no podría creer que les entregaran a los panameños un out con corredores en primera y segunda. El descontrol del pícher impidió la calamidad llenando las bases con boleto al santiaguero. Y Drake, «La Pantera», impulsó la carrera con un cañonazo. Al llegar a primera, ironizó con un gesto de toque de bola, no sé como usted se lo toma, pero para mí es un claro mensaje hacia la directiva. Drake no dejaría de batear: completaría una jornada perfecta con cuatro imparables y una base por bolas recibida.

Los isleños lograron el juego más productivo en la historia de Clásicos Mundiales para Cuba: 21 imparables trajeron 14 carreras. La tarde asiática redimió a Moncada y a Luis Robert Moirán, ambos disfrutaron de multihits. Alfredo Despaigne arribó a 17 impulsadas para colocarse en el cuarto lugar histórico ente los máximos impulsores en el certamen.

Se hizo la luz y la persiguen todos. Los espectadores esperamos por la segunda parte de la peli, ojalá no suframos tanto.

Esta mañana Taipéi de China venció a Italia, resultado favorable para Cuba. A las 23:00 horas, los panameños se miden frente a los de la «Bota de Europa». Nos conviene la alegría caribeña.

--

--