Making of de un libro trunco

Pongo una foto de la carátula de Making of, novela de Dazra Novak (Ediciones Unión, 2012), en el estado de WhatsApp… Dazra no se llama Dazra, creo que todos lo saben. Si buscas bien, seguro puedes hallar su nombre en Internet…

Redacción Alma Mater
Revista Alma Mater
4 min readApr 9, 2020

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Por Laura Serguera Lio

Pongo una foto de la carátula de Making of, novela de Dazra Novak (Ediciones Unión, 2012), en el estado de WhatsApp. Para que todos vean que leo, que leo literatura cubana contemporánea y que día tan poco propicio para comenzar una empresa — jueves — no detiene mis propósitos. La instantánea sale algo movida, da igual.

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Yo a Dazra Novak la he visto muchas veces. Muchas, quien dice muchas, no tantas. Pero al menos seis veces la he visto. Mínimo otras tres me han hablado directamente de ella y unas cinco he dado con algo que le compete en redes sociales. Ahora somos amigas en Facebook, creo que le envié la solicitud; en una ocasión incluso chateamos.

Desde entonces encuentro sus publicaciones en mi sección de noticias. Giran en torno a libros, casi siempre.

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Treinta y dos personas ven mi estado en una hora. Solo cuatro han respondido.

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Leo la historia de Amelia y estoy buscando a Dazra.

Dazra aparece por momentos, en un par de oportunidades, quizás tres. No me conformo con esta Dazra personaje autora que escribe y dice frases crípticas. La busco en Amelia, con su magnetismo sexual. Presiento que ando desencaminada. Tal vez la encuentre mejor en Maité.

«— Ay, Dazra, estás tan sola.

Y yo le sonreí negándole con la cabeza:

— ¿Estás loca?, ¿qué dices? — aquello me salió del alma. Estoy conmigo… ¡soy multitud!».

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Cristian fue el segundo en responder a mi estado de WhatsApp. Me siento culpable. Sé que la adora. Me pide el libro. «Prestado», le respondo, y me suplica que se lo venda, se lo cambie.

«No me deshago de mis libros», le insisto y envía emojis tristes. Cristian colecciona volúmenes de Dazra y este le falta. Tiene un crush con ella. Yo sé lo que es tener un crush literario…

El cumpleaños de Cristian es el martes. Mejor no me encariño demasiado.

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Por suerte, la Dazra escritora decidió que Maité narraría en primera persona y Amelia sería narrada en tercera. Así, a la altura del cuarto capítulo — uno arriba, uno abajo — entiendo quién habla cuándo. El resto resulta más complicado.

Multiplicidad de personajes, introspecciones, intertextualidades con libros y dibujos animados, escenas eróticas, crítica social… narrados con una sutileza impactante.Si hubiera que decirlo de un modo lineal quedaría algo como esto:

«Las dos protagonistas trabajan en la filmación de un documental extranjero acerca de la Revolución cubana que deviene leitmotiv de Making of, texto merecedor del Premio Uneac de Novela Cirilo Villaverde, en 2011. Amor, soledad, emigración, relaciones familiares disfuncionales y abuso de las drogas son tratados con gran destreza por la autora».

Afortunadamente, no me gano la vida escribiendo sinopsis.

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Dazra no se llama Dazra, creo que todos lo saben. Si buscas bien, seguro puedes hallar su nombre en Internet. No lo diré, porque no me compete, pero sé cómo le pusieron al nacer… Empieza con M, igual que Maité.

Maité estudió Historia, como Dazra antes de ser Dazra, o cuando ya lo era, pero todavía los diplomas que le entregaban se dirigían a una mujer con la M por inicial. Maité dejó la Historia para dedicarse al mercado de las flores, Dazra tuvo varios empleos antes de dedicarse al mercado de las letras.

Me pregunto si Cristian sabrá su nombre anterior, si alguna de las dedicatorias que le ha firmado está sellada con una M.

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Mi búsqueda de Dazra apunta en otra dirección, pero me sigo quedando con Amelia y el pacto que la une su amiga: «Si a los 40 estamos solas nos casamos». Es un amor lejano el de la femme fatale, tan lejano como Alaska; el matrimonio no puede acercarlo, sin embargo, la boda se hace.

Amelia es rubia, alta, con un culo impresionante… cuando no te repugna te excita, cuando no te excita, te da lástima. Dejó la medicina y trabaja con una productora audiovisual, esnifa pastillas, fuma marihuana y bebe ron Santiago.

Antes, después, a veces incluso en el medio del ciclo — píldoras trituradas, yerba, trago, yerba, trago, píldoras trituradas que se aspiran mejor si el billete es de 50 pesos convertibles — se acuesta con mujeres bellas, famosas o comunes… No me queda del todo claro si se llega a acostar con Maité.

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A mi libro le faltan páginas. Lo descubro al borde del final. No es un recurso estilístico, sino un error de impresión. Vaya mierda. Alguna errata le había cogido, pero que le falten páginas cuando casi acaba, primero una, luego dos, otras dos y así hasta sumar siete hojas perfectamente blancas, es el colmo.

Me dicen que está online, pero en Cuerpo Público, el blog de Dazra, solo encuentro hasta el capítulo 21. Mis ausencias son posteriores. Tendré que inventarme el desenlace que me convenga, aunque creo que esta historia no tiene desenlace y que no encontraría en quién se esconde Dazra así estuviera íntegra.

Lo pongo en WhatsApp y enseguida me responden. Nadie habla de literatura, pero a muchos les provoca risa la fatalidad, aunque se envuelva en ella.

Ya Cristian vio mi estado. No dice nada. Me pregunto si todavía tendrá sentido regalarle este libro amputado.

Le sugerimos descargar libro en…

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