Posibles impactos para el turismo en Cuba de la COVID-19

Se estima que la llegada de turistas caerá entre un 8 y 12% este año. La recuperación del sector, basados en experiencias de pandemias globales anteriores (MERS Y H1N1), puede tardar entre 16 y 18 meses.

Redacción Alma Mater
Revista Alma Mater
5 min readMar 25, 2020

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Autor: Henry Colina Hernández, economista, profesor de la Facultad de Economía, máster en Ciencias Económicas

El gobierno cubano ha anunciado el cierre de fronteras para los extranjeros y el receso de las actividades turísticas en la Isla. Se trata de una medida que llega en un momento de preocupación por el esparcimiento internacional de las fuentes de contagio y en una etapa más temprana que lo usual en otras naciones.

Una de las posibles explicaciones para tal decisión se puede encontrar a partir de la alta vulnerabilidad de la población cubana, resultado de la coincidencia entre número de casos reportados y principales emisores de turismo a Cuba.

Gráfico 1. Top 10 de los principales mercados emisores de turismo para Cuba y prevalencia de casos positivos de COVID-19.

Fuente: Elaboración propia a partir de (ONEI, 2020), (ONU, 2019) y (ECDC, 2020)

El gráfico nos acerca a una realidad: existe una concentración geográfica en los emisores de turismo hacia Cuba. Si restamos el heterogéneo grupo de cubanos residentes en el exterior, el 63.3% del turismo arriba a la Isla desde América del Norte o Europa. Ambas regiones están en franco ascenso de propagación de la epidemia, por lo que el factor de riesgo se multiplica.

En el gráfico también se muestra (entre paréntesis) el número de casos por cada mil habitantes para cada una de estas naciones, actualizado el 22 de marzo. Con excepción de un ciudadano belga, un ruso y un chino, el resto de los diagnosticados positivos son turistas de los países que visitan Cuba con regularidad. De los casos reportados en el país, donde aún no se ha confirmado transmisión autóctona, la mayoría son ciudadanos que residen o viajan desde alguna otra región ya contaminada (España, Italia y Estados Unidos son las fuentes más comunes), o son residentes en Cuba que han sostenido contacto con alguna persona de otra nacionalidad o residencia.

La información anterior justifica la necesidad de la política de cierre de fronteras a extranjeros con el objetivo de detener el flujo turístico. Ya pronunciada y aplaudida la medida, es también tiempo de acercarse a los posibles impactos que puede tener para la economía cubana, en este caso desde el sector turístico.

Una aproximación inicial nos muestra que la serie de visitantes internacionales a Cuba ya venía manifestando señales de decrecimiento, motivadas fundamentalmente por las restricciones de la administración Trump.

Tal es el caso, por ejemplo, de la registrada en junio 2019, con la prohibición de cruceros norteamericanos. Asimismo, la reciente medida que impide los vuelos a destinos provinciales en Cuba, con dos importantes objetivos, ataque a los polos turísticos de Varadero, los cayos al norte de la Isla y Holguín y Santiago de Cuba. El cese de la actividad turística decretado en este momento coincide con un momento de disminución del arribo de visitantes internacionales a la nación.

Gráfico 3. Visitantes internacionales por mes

Fuente: Elaboración propia a partir de ONEI, varios años.

El 2019 ya vio caer por primera vez en 12 años la demanda de servicios turísticos en la Isla. El mes de marzo, aunque es usualmente uno de los puntos más altos de demanda, dará inicio al cierre de fronteras en Cuba. Eso nos hace suponer que se avecina un momento duro para las finanzas, ya comprometidas con anterioridad y ahora más tensionadas ante la pérdida de estos ingresos que complementan la capacidad adquisitiva del país a nivel internacional.

Un estudio realizado por el economista cubano Pavel Vidal, estima que la llegada de turistas caerá entre un 8 y 12% este año. La recuperación del sector, basados en experiencias de pandemias globales anteriores (MERS Y H1N1), puede tardar entre 16 y 18 meses. (Vidal, 2020).

Los ingresos reportados por el sector en el Anuario Estadístico también demuestran un comportamiento decreciente. La Oficina Nacional de Estadísticas e Información recoge que, en 2019, los ingresos asociados a las entidades turísticas fueron unos 2 mil millones de CUC. Al ser una actividad fundamentalmente estacional como las cifras señalan, la economía cubana podría perder algo menos de la mitad de esas sumas en el período de cierre de fronteras y de recuperación de la pandemia.

A medida que el mundo continúa combatiendo al Covid-19, y el gobierno de Cuba con sabiduría fundamentada cierra sus fronteras para proteger a sus ciudadanos, las tradicionales razones económicas van perdiendo peso ante la amenaza potencial de la vida.

Muchos son los cubanos y cubanas que formal o informalmente dependen del movimiento turístico para generar ingresos: el guía (con o sin licencia), el chofer, el gestor de un Airbnb, el dueño y el trabajador de un restaurant y muchos más. Es momento de hacer las paces con las seguras pérdidas del sector turístico en estos tiempos turbulentos y concentrarse en mantener otras ramas de la economía y la sociedad funcionando de forma ordenada y segura.

Mientras tanto hay tareas vitales que no pueden paralizarse. La producción de alimentos y medicamentos y la infraestructura básica del país tienen que mantener su movimiento. Lo positivo de una estructura institucional jerárquica y centralizada como la cubana radica en poder ejercer ese mando con rapidez ante una crisis, y no se confíe nadie, este es el inicio de una crisis global, con incierto fin.

Puede que, para el gobierno, sea momento de valorar suspender, temporalmente, las millonarias inversiones que el sector hotelero viene acumulando y convertir, la parte de ese capital que sea posible, en fondo de emergencia para hacer frente a la crisis de ahora y a la que seguramente vendrá después del coronavirus para la economía mundial.

Por supuesto, esta no es solo una lucha de los que hacen política desde las instituciones gubernamentales, también lo es para los médicos y el personal de salud en la primera línea, que necesitan todos los insumos necesarios para su labor y para los ciudadanos que pueden quedarse en sus casas, minimizando el riesgo de contacto y transmisión. Lo es para todo el que tiene la responsabilidad en su trabajo, de continuar produciendo valores que puedan ser invertidos en la seguridad sanitaria y los sectores fundamentales. Así, Cuba, que es todos juntos, no dejará, como ha sido tradición, a nadie desamparado.

Referencias

ECDC. (2020). Latest situation update, epidemiological curve and global distribution. Solna: ECDC.

ONEI. (2020). Indicadores seleccionados del Turismo en Cuba. La Habana: ONEI.

ONU. (2019). State of World Population. Nueva York: ONU.

Triana, J. (19 de Agosto de 2019). OnCuba. Obtenido de OnCuba: https://oncubanews.com/opinion/columnas/contrapesos/menos-turistas-vs-mas-ingresos-por-turista

Vidal, P. (16 de Marzo de 2020). Cuba Standard. Obtenido de Cuba Standard: https://www.cubastandard.com/analysis-coronavirus-to-deliver-a-blow-to-cuban-tourism/

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