Un inicio diferente

La mayoría de los estudiantes están ansiosos por el reinicio del curso escolar, sin embargo, persisten las dudas e inquietudes acerca de cómo se desarrollará el nuevo periodo lectivo

Redacción Alma Mater
Revista Alma Mater
5 min readFeb 1, 2021

--

Autoras: Alejandra Brito y Dayle María Heredia
Fotos: Tomadas de los perfiles de Facebook de los entrevistados

Ya hace casi un año que los estudiantes habaneros no asisten a sus universidades para recibir clases. Escenas cotidianas como tomar nota en las conferencias de algún maestro, correr fuera del aula en la búsqueda del cotidiano transporte o compartir con los amigos en los espacios comunes y actividades de la Feu se han convertido en un nostálgico recuerdo.

A pesar de que la mayoría de los estudiantes estamos ansiosos por el reinicio del curso escolar, persisten las dudas e inquietudes acerca de cómo se desarrollará el nuevo periodo lectivo. La Resolución №3 de 2021 del Ministerio de Educación Superior cubano anuncia que el inicio programado para hoy 1ro de febrero estará en consonancia con la situación epidemiológica en cada territorio.

En medio del complejo escenario en que vivimos, sumado a las particularidades de la Educación Superior en Cuba, las diez casas de altos estudios ubicadas en la capital de todos los cubanos quedan fuera de la corta lista de lugares donde comenzarán las clases como estaba previsto. El pico de casos positivos a la COVID-19 registrado en el último mes empuja cada vez más la presencialidad al terreno de la utopía.

Aún así, los jóvenes no han renunciado a soñar con reanudar su proyecto de vida escolar. ¿Cuáles son sus expectativas al respecto?

Para Melissa Ramos, de la Facultad de Artes y Letras, la interrupción de las clases debido a la epidemia ha supuesto un desafío colectivo. «Son inmensos los deseos de retorno a las aulas, de ver otra vez a nuestros compañeros y profesores de los que estuvimos alejados durante tanto tiempo — declara la estudiante — . Deseamos que todo sea como antes. Nunca valoramos las noches de desvelo en los tiempos de exámenes, las fiestas de la facultad, los juegos Caribe o los Festivales de Cultura que tanto nos sacaban de la rutina».

Con ella coincide Miguel Alejandro Lahera, quien cursa el segundo año de Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnológica de La Habana «José Antonio Echeverría» (Cujae). Como estudiante «del curso regular diurno, a la par de mis compañeros nos encontramos en un paro total», pues el «80% de nuestro día gira en torno a la universidad, los estudios y todos los proyectos para crecer cada día más como profesionales y personas».

Cristina Chávez Shkatova, estudiante del Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa con su grupo

Gran parte de los universitarios, sobre todo en los años terminales de la carrera, sienten con más intensidad la necesidad imperiosa de graduarse. «No se puede atrasar más el inicio del curso escolar, porque ya hemos perdido un año», lamenta Cristina Chávez Shkatova, estudiante del Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa. El organismo fue uno de los pocos que culminó el semestre pasado de forma presencial en enero.

Hailín Pérez, estudiante de Chino del Instituto Confucio

El proyecto de terminar la carrera e ir a estudiar a China, de Hailín Pérez, del Instituto Confucio, también ha quedado pospuesto. En la misma línea, Isis Linares, que estudia Pedagogía-Psicología en la Universidad de Ciencias Pedagógicas «Enrique José Varona», piensa que la situación pandémica impide el reinicio, aunque «quisiera que comenzara puesto que necesito graduarme. Ya me he atrasado y como yo están todos». Y estos son solo algunos ejemplos.

Un sondeo a universitarios de diferentes carreras y centros de estudios capitalinos reveló la calidad de los contenidos asociados a los ajustes curriculares, la disponibilidad de prestaciones tecnológicas para la enseñanza no presencial, así como el atraso del proyecto escolar y la culminación de estudio entre las mayores preocupaciones de los jóvenes.

Amanda Cortada de diseño y Javier González de Telecomunicaciones comparten la expectativa de cursar estudios con la calidad requerida

Amanda Cortada y Javier González comparten la expectativa de cursar estudios con la calidad requerida, a pesar de las dificultades existentes. El estudiante de Ingeniería Industrial de la Cujae dice que, independientemente de cuando inicie el curso, debe «ponerse las pilas», mientras la futura diseñadora pretende terminar la carrera «sin ninguna inquietud o lagunas con respecto a los contenidos, aunque suene un poco utópico teniendo en cuenta la situación en la cual nos encontramos. Por lo demás tener mucha paciencia y cuidarse».

La comunicación entre estudiantes y profesores durante el confinamiento ha resultado fundamental para finalizar el curso 2019–2020 y coordinar las tareas de alto impacto en las cuales se ha visto involucrado el sector universitario. El uso de las redes ha sido diferente para cada sede. En la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, según María Karla Fuentes, «la comunicación con la escuela ha sido bastante buena todo mediante WhatsApp». Sin embargo, falta reforzar los contenidos porque «no es lo mismo estudiar por esta vía, que ir al aula, dar una conferencia y plantear las dudas en el próximo encuentro», explica la estudiante de Estomatología.

David Pagés estudiante de Periodismo, explica que en su caso el intercambio virtual se ha realizado de forma constante, para compartir informaciones importantes acerca de las asignaturas y procesos estudiantiles. Muchos como él apuestan por esta modalidad de enseñanza, en virtud de las condiciones actuales.

Al respecto, Patricia Mejías, de la Facultad de Filosofía e Historia, aprecia que se desaprovechó la vía telefónica, más tradicional y accesible. «Hay que recordar que no todas las personas pueden mantener Internet en su casa o las zonas wifi. (…) De comenzar el curso en la modalidad a distancia, la universidad debe garantizar de algún modo que todos los estudiantes puedan acceder a las vías de comunicación y recursos para adquirir el material de estudio digital en los casos que así lo requieran», agrega la futura historiadora.

En todo caso, habrá que esperar a ver cómo evoluciona la cantidad de casos positivos diarios en la capital. La educación superior se reinventa cada día, busca alternativas y nos obliga a ser creativos, pues el contexto lo exige. José Ramón Saborido Loidi, ministro del MES, destacó en la conferencia de prensa desarrollada este 25 de enero en la sede de la institución, que se aplicarán cuantas fórmulas sean necesarias para garantizar la formación de los profesionales universitarios en la Isla. La esperanza no muere. Las aulas volverán a llenarse.

--

--