Cruz Azul, de probar el cielo a perecer en la tierra

Martín Torres
Revista Arena
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18 min readNov 16, 2023
Ramiro Funes Mori, exjugador de la máquina. Fuente: Enfoque Noticias

23 años le costaron a Cruz Azul para coronarse como campeón del futbol mexicano el 30 de mayo de 2021; una de las sequías más largas en la Liga BBVA MX. La alegría que tanto esperaban los aficionados celestes, finalmente, había llegado, después de tantos fracasos que tuvo el equipo capitalino desde 1997 al 2021.

En el análisis, Cruz Azul tenía 9 finales de Liga BBVA MX antes de su reciente título de liga, de las cuales ha perdido todas. Hasta hace poco, antes de ganar el título de liga, solo logró obtener 2 Copa MX, 1 Super Copa MX y 1 CONCACAF Liga de Campeones.

Ahora, después de dos años y una vez concluido el torneo Apertura 2023, el club se encuentra en la penumbra de un título que, histórico o no, ya no es suficiente para solventar la ‘‘grandeza’’ del club. Ya sea por los malos manejos, los constantes cambios de directores técnicos, así como las altas de jugadores que apenas y duran un semestre o de bajas que afectaron al rendimiento táctico del equipo, la realidad es que nada de ello es un justificante para lo que algunos expertos en su momento llamaron que sería un equipo que marcaría época dentro del futbol mexicano.

Final del 97 narrada por Dr. Garcia y Cristian Martinoli

“En esa final Comizzo tuvo que haber sido expulsado por la patada a Hermosillo que le reventó la cara y luego le mentó la madre a Arturo Brizio. No lo expulsó y le dijo ‘¿Quieres que te expulse? No. Hasta que metan el gol. Y si lo paras, lo repito hasta que entre. Me parece que el árbitro hizo muy bien. Comizzo tenía que pagar el precio de lo que hizo y lo pagó, literalmente con sangre” David Medrano, periodista de TV Azteca.

Antes de que Cruz Azul se coronara en el Estadio Azteca el 30 de mayo, el equipo cementero tuvo que esperar 23 años para ser campeón. Su último título sería frente al León FC en dos partidos llenos de polémica. El primer partido, en el Estadio Azul, la expulsión de Edgardo Prátola hacia enfurecer a la afición celeste, pues este había tomado una actitud impotente y retadora al mostrar el escudo de los panzas verdes. El segundo partido había sido un partido bastante trabado, tanto así que llegaron a los tiempos extras donde se definiría por gol de oro. Carlos Hermosillo recibiría una patada en la cara que sería sancionada como falta y que le dejaría ensangrentado dentro del área chica. Ángel Comizzo fue quien cometió el penal y fue expulsado del terreno de juego y fue así como, de manera tan poética y gracias a Carlos Hermosillo, con todo y la lesión, le entregaría al club cementero la victoria y la octava estrella para los celestes.

Curiosamente, antes de este título de liga, Cruz Azul llevaba 17 años sin ser campeones en el máximo circuito. Es decir, la máquina celeste tuvo su último campeonato en la época de los torneos largos.

El camino hacia la novena, la historia comenzaba

“Les faltó sangre anoche. El equipo está lleno de buenos jugadores, no espero que se hagan tantos cambios. El camino es el correcto, pero hay que ganar en los juegos importantes y otra vez se quedó corto” Carlos Hermosillo, leyenda y goleador del equipo cementero.

Hay que retomar el torneo Apertura 2018, mismo en donde la máquina quedaría en el primer lugar de la tabla gracias a los refuerzos que habían llegado para ese entonces como Pablo Aguilar, Elías Hernández y Milton Caraglio, goleador del equipo en ese momento.

El club que representa a la cementera había logrado obtener el título de Copa MX ante Monterrey, un partido que a simple vista parecía complicado, pero que de la mano de Martín Cauteruccio se lograrían imponer con un marcador de 2–0. Parecía que todo estaba listo para que la Máquina se hiciera con la novena estrella ante su gente, en el Estadio Azteca, y luego de haber vencido a Querétaro en cuartos de final y de empatar ante Monterrey en semifinales, que le daría su pase a la gran final ante América en una edición más del Clásico Joven.

En el partido de ida, ambos equipos empataron sin goles, pero en el partido de vuelta, Cruz Azul terminaría cavando un fracaso más, el noveno en finales y octavo en liguilla, al regalar el balón al equipo rival en una jugada en donde serían cómplices Jesús Corona e Iván Marcone Ya a nada de finalizar el partido, Edson Álvarez le terminaría entregando la número 13 al club azulcrema, enterrando las esperanzas de los aficionados celestes.

“En 2013 supimos de la manera cómo se luchó, se vivió esa final, fue muy distinta, ahora creo que se murió de nada, la verdad que me quedé con esa impotencia, con esa sensación de que no incomodamos al rival, no pudimos ni si quiera hacer algún disparo que pudiera percibirse esa peligrosidad del equipo, te queda esa sensación que fue más lo que dejamos de hacer’’ señalo José de Jesús Corona para ESPN.

Luego de perder esa final de liga ante el América, Ricardo Peláez, Director Deportivo de Cruz Azul en ese momento, contrataría al uruguayo Jonathan Rodríguez y al mexicano Orbelín Pineda con la finalidad de potenciar el equipo y llevarlo, nuevamente, a una final del futbol mexicano. Lamentablemente, los resultados no acompañarían a Pedro Caixinha, quedando eliminado por el América en el torneo Clausura 2019 y, después de su resultado ante Xolos de Tijuana en temporada regular del Apertura 2019, terminaría cesado del club.

“Hicimos grandes pretemporadas, el equipo creció en fuerzas básicas, cosas maravillosas en Cruz Azul y de repente, en una semana aparecieron el señor Alfredo (Álvarez) y Víctor (Garcés)” Mencionó Ricardo Peláez en entrevista con Antonio de Valdés.

Las cosas apenas comenzaban a desmoronarse, pues después de algunos eventos desafortunados que implicaban al, en aquel entonces, dueño del club y la cementera, Billy Álvarez, traerían como consecuencias directas la renuncia de Ricardo Peláez, siendo sustituido por Jaime Ordiales y la designación de Robert Dante Siboldi como director técnico del equipo, así como la incorporación de Víctor Garces, misma que no duraría mucho, pero de ello se hablará más tarde.

La renuncia de Ricardo Peláez se daría en vivo para el programa Fútbol Picante de ESPN al tener derecho de réplica a las declaraciones realizadas por Garces, quien en ese momento llevaba el manejo del equipo ante los problemas legales que estaba enfrentando Billy Álvarez.

Con Robert como principal timonel del equipo se conseguiría un sistema eficaz y ofensivo, priorizando el control del juego gracias al medio campo. En su primer torneo consiguió un buen paso que lo llevaron a estar en el primer lugar de la tabla luego de 10 fechas, al derrotar al América. Este torneo quedaría suspendido debido a la pandemia a la que se enfrentaba el mundo del COVID-19.

¿Qué ocurrió con Robert Dante Siboldi?

Torneo Clausura Guardianes 2020 fue el primer torneo que se jugó luego de enfrentar la pandemia mundial con sus respectivos ajustes para que el aficionado pudiera disfrutar del fútbol desde casa. En el deporte, cada equipo tenía derecho a cinco cambios, cuando anteriormente eran tres, se realizarían pruebas para detectar a jugadores con el virus y los estadios se encontraban vacíos para no exponer al consumidor principal de la liga.

En Cruz Azul se encontraban preparando la temporada con la finalidad de obtener el tan ansiado título de liga. Para sorpresa de muchos, la cementera se encontraba pasando por un momento de tensión debido a las ordenes de aprehensión en contra de Billy Álvarez y Víctor Garces. Ese tren se quedaba sin maquinista, por un poco tiempo, pues sería Víctor Manuel Velázquez quien se integraría por completo al trabajo administrativo de la cementera y del club.

En lo que se acomodaban las cosas en cuestiones de estructura dentro de la administrativa, la parte deportiva se encontraba disputando un torneo diferente al último en donde llegaron a la final, todo ello por la implementación del repechaje, haciendo que los primeros cuatro equipos de la tabla general pasaran directamente a la ronda de liguilla y los ocho equipos restantes se enfrentarían a partido único por la posibilidad de competir por el título.

Para ese torneo, Cruz Azul logró clasificarse en cuarto lugar de la tabla general, por lo que solamente tendrían que esperar resultados para saber a quién se enfrentarían en los cuartos de final. Afortunada o desafortunadamente, a la máquina le tocaría enfrentarse a los Tigres de la UANL, equipo al que derrotaron sin problemas en el partido de ida y que con ello sería suficiente para toparse en semifinales a los Pumas de la UNAM.

Sería ante los azulcremas contra el equipo con el que Cruz Azul tocaría fondo, todo ello al ser derrotados por marcador global de 4–0 en el partido de vuelta, justo después de haber vencido en el Azteca por el mismo marcador, mostrando una actitud timorata y derrotista. Al día siguiente, Víctor Velázquez saldría a dar una declaración al público en general, misma en donde declara que el equipo no volvería a tener ese tipo de actuaciones.

‘’La peor derrota en la historia del equipo durante la vuelta de la semifinal el domingo pasado, nos obliga a tomar decisiones radicales y urgentes que incidan en la mentalidad del equipo y nunca más se encare un partido con el planteamiento táctico de la mediocridad que trata de evitar la derrota’’ declaró Víctor Velázquez, presidente ejecutivo de Cruz Azul.

Horas después, Robert Dante Siboldi presentaría su renuncia al equipo celeste.

La gloria de Reynoso

La búsqueda del nuevo timonel comenzaba. En un principio, Hugo Sánchez era el favorito para tomar las riendas del equipo. Por cuestiones desconocidas, esto no se dio debido a los intereses de por medio. Hugo llevaba desde el 2011 sin dirigir a un equipo de futbol profesional, lo que hacia incierta su llegada, además de ello, las personas institucionales no eran del agrado del pentapichichi para formar parte de su cuerpo técnico.

Sería Juan Máximo Reynoso, jugador que estuvo presente en el octavo título de la máquina como jugador, quien se haría cargo de un vestidor que se encontraba fragmentado por la forma en la que se había perdido el pase a la final ante los Pumas. Los aficionados no tenían las expectativas altas con la llegada del peruano, todo ello debido a que su último equipo dirigido había sido el Puebla F.C, de donde fue echado a pesar de haber cumplido con los acuerdos institucionales con los camoteros.

La incertidumbre era grande, Juan Reynoso parecía no tener los créditos suficientes para manejar un vestidor con jugadores seleccionados como Yoshimar Yotún, ‘’Piojo’’ Alvarado, Orbelín Pineda, Luis Romo y Jonathan Rodríguez.

Comenzó el camino, Cruz Azul tuvo sus primeros descalabros frente a Santos y Puebla. El torneo Guardianes 2021 no pintaba bien. La prensa reventaba a más no poder las decisiones, pues no existieron fichajes significativos, solamente las reincorporaciones de Guillermo Fernández, Walter Montoya y Bryan Angulo, jugadores que se encontraban a préstamo en distintos equipos.

Nadie sabía lo que iba a ocurrir, pues después de esos dos partidos perdidos, contra Pachuca comenzarían una racha de victorias que se volvería histórica, pues compartirían récord con León F.C. Estas victorias harían que el aficionado celeste se ilusionara con, finalmente, ver a Cruz Azul levantar la copa una vez más. Siendo la mejor ofensiva y defensiva, además del equipo mejor ubicado en la tabla de posiciones, serían suficientes para comenzar dicho camino en la liguilla.

“Te mentiría si te digo que sí, ni el más optimista pensaría en un arranque así, pero el techo de este equipo todavía no está cerca. Es totalmente mérito de los chicos. De su humildad, compromiso y su ambición que tienen por seguir sumando triunfos”. Señaló Juan Reynoso después del partido ante Monterrey en temporada regular.

Toluca sería el primer rival de Cruz Azul. En el partido de ida, los diablos rojos se llevarían la victoria con un 2–1 a su favor. En un partido que se vio envuelto en la polémica debido a las marcaciones de dos penales en donde pudo haber existido la intervención del VAR, y con un golazo de Guillermo Fernández. El partido de vuelta sería el que definiría si Cruz Azul avanzaba o se quedaba en el camino. En los primeros minutos del encuentro, Bryan Angulo anotaría el gol que le daba a la máquina el pase por posición de tabla, pero unas jugadas después el Toluca marcaría el empate, obligando a Cruz Azul a ganar sí o sí el encuentro. Los minutos pasaban y parecía que no existía forma alguna en la que los cementeros pudieran romper el empate. No es hasta que, gracias a una jugada que hizo el joven Misael Domínguez con un pase a Luis Romo, el arbitro marcaría la pena máxima desde los once pasos, misma que fue ejecutada por ‘’Cabecita’’ Rodríguez. Después de ello, el partido sería completamente de Cruz Azul, llegando a marcar el tercer gol del encuentro por parte de Santiago Giménez.

La tensión y el suspenso continuaban en el terreno de juego, ya que ahora se avecinaba el enfrentamiento con los Tuzos del Pachuca, para una edición más del clásico hidalguense. El primer encuentro se llevó a cabo en el Estadio Hidalgo, desplegándose como un duelo intenso con escasas oportunidades de gol para ambos equipos. El juego de vuelta amenazaba con replicar la misma trama, ya que las líneas defensivas se mostraban infranqueables, respaldadas por dos arqueros excepcionales que defendían su arco con determinación.

La monotonía táctica se quebró en un momento crucial cuando, en una jugada centrada, Santiago Giménez conectó un certero cabezazo que perforó las redes. Este gol resultó ser el catalizador necesario para otorgar la victoria al equipo cementero. De esta manera, consiguieron el ansiado pase a la gran final del fútbol mexicano, donde se enfrentarían a Santos en una batalla que prometía emociones y desafíos aún mayores.

Parece que, si no se sufre o si no hay problemas antes del encuentro, no es Cruz Azul. Los jugadores del equipo tuvieron que pasar por muchos obstáculos para llegar hasta las instancias finales. Por ejemplo, Jonathan Rodríguez se vio involucrado en una fiesta al momento de realizar concentración con el equipo; ello lo llevaría a perderse un juego como multa impuesta por el club al romper filas y desobedecer una orden. Curiosamente, Rodríguez sería el goleador del equipo en ese torneo. Roberto Alvarado, antes del partido ante Toluca, había atropellado a una persona luego de que esta bajara del camión sin tener precaución de quién estaba cerca, además, lamentablemente perdería al hijo que él y su esposa se encontraban esperando.

Contra todo y ante todo, Cruz Azul estaba dispuesto a romper la racha, misma que era vista ya como una maldición, pues generaciones anteriores de jugadores que formaron parte de la escuadra y que vistieron esa playera no lo habían logrado. Las finales que en su momento se habían jugado se perdieron de maneras absurdas, desde la final contra Pachuca hasta las dos finales que se jugaron contra el América.

El partido de ida de la gran final entre Santos vs Cruz Azul se jugó en el TSM (Territorio Santos Modelo). Un partido que parecía se iba a quedar en un amargo empate a cero, pero una serie de rebotes en el campo de los guerreros terminaría llegando a los pies de Luis Romo, quien definiría de primera intención para poner el marcador final de 1–0 y así irse con la ventaja hacia el Estadio Azteca.

Domingo 30 de mayo, el día tan ansiado para la afición celeste. El Estadio Azteca al 75% de su capacidad y un espectáculo impresionante que le daba al aficionado la sensación de que ese sería el momento donde por fin levantarían el título. Comenzaba el partido e inmediatamente las acciones en ataque fueron llegando de una por una. Cruz Azul buscaba el gol que le pudiera dar la victoria y Santos el que pudiera dar el empate, pero Carlos Acevedo y Jesús Corona, porteros de sus respectivos equipos, hacían lo imposible por mantener el arco en blanco. No es hasta que una descolgada de Diego Valdez fuera del área rival otorgaría el empate parcial en el global a los laguneros. El Coloso de Santa Úrsula se quedaba en silencio.

Medio tiempo, mucho que reflexionar, poco tiempo para cambiar la mentalidad y darle frescura al partido. Los cementeros tenían la oportunidad de oro para reivindicarse con su afición y así darles la gloria. Comenzaba el segundo tiempo y de inmediato el parado táctico de Reynoso cambio por completo. El partido se encontraba parejo para ambos equipos, hasta el momento del gol que le otorgo la novena estrella a la máquina. Tiro de esquina que ejecutan los de la comarca, mismo que termina recibiendo Gorriaran, exjugador de Santos, y que en un mal despeje acabaría siendo centrado hacia Yoshimar Yotún quien entrega la asistencia hacia el goleador y nueva estrella celeste, Jonathan Rodríguez. El silencio se volvió alegría, el tanto que empataba el partido y le daba la ventaja a Cruz Azul por fin había llegado.

El partido terminaría candente, al punto de llegar a confrontarse Santiago Giménez y Matheus Doria después de una falta en el territorio santista. La campal se había alargado, haciendo que el partido se le saliera de las manos al equipo arbitral. Al final, todo terminaría en una tarjeta amarilla para ambos jugadores. Ahí se daría la última jugada, Carlos Acevedo despejaría y, luego de varios rechaces, el arbitro indicaría que el encuentro se había acabado. Cruz Azul se había vuelto campeón del futbol mexicano.

Los jugadores que le dieron la novena estrella a Cruz Azul

“A ti que te fuiste, a ti que renunciaste, te están abrazando y te están gritando ‘estamos de regreso’. Y a ti, sobre todo a ti, con lágrimas en los ojos, que sufriste el título del 97 y tantos sinsabores. Se vale llorar, se vale expresarse, se vale gritar, ¡Cruz Azul es campeón del futbol mexicano!” fueron las palabras de Paco Villa, narrador del encuentro y aficionado del equipo cementero.

Las calles estaban inundadas por aficionados celestes. El tan esperado título había llegado después de un largo tiempo. Aquellos que ya habían vivido el campeonato del 97 se encontraban festejando al lado de quienes no habían tenido la oportunidad de ver campeón al club. Las leyendas detrás de la máquina acerca de las maldiciones habían quedado atrás y en todo México se podían apreciar a los celestes festejando como si no hubiera un mañana.

Del éxito al fracaso, Cruz Azul sumido en la vergüenza

La novena había llegado. Los medios de comunicación aseguraban que ese equipo podría mantenerse y llegar a marcar una época dentro del futbol mexicano. Lamentablemente, para Cruz Azul, el celeste del cielo no les duraría para siempre.

Los cambios dentro del equipo no se hacían esperar. Las bajas eran más que las altas en el armado táctico, algo sumamente curioso debido a que el plantel solamente se le necesitaba brindar incorporaciones que significaran una inversión para seguir ganando dentro de la liga. El Apertura 2021 sería un torneo en el que el equipo celeste pasaría desapercibido, siendo eliminado por Monterrey en la liguilla de ese año.

Por si fuera poco, el rumbo del equipo todavía se pondría peor. La máxima figura institucional dentro del equipo había decidido aceptar una oferta del futbol árabe, el Al Nassr, y dejar a la máquina a la deriva. Jonathan Rodríguez, quien anotó el gol del título, ya no vestiría más los colores de Cruz Azul.

Me llevo la satisfacción de haber logrado el objetivo más importante para la institución, 24 años después del título local, en una noche soñada por todos y que será recordada para siempre. Pero más que nada, me llevo el cariño enorme de todos ustedes, que siempre me lo hicieron sentir’’ declaró Jonathan Rodríguez para la cuenta oficial de Cruz Azul.

Por si fuera poco, los problemas administrativos volverían a afectar a la máquina. Víctor Velázquez comenzaba una época de resiliencia con la finalidad de sanear la brecha económica que, dicho en sus palabras, habían dejado mal parado al equipo. Las contrataciones grandes iban a ser menos frecuentes y, a ello, se le sumaba la destitución de Álvaro Dávila, quien en ese momento fungía como director deportivo luego de que le fuera entregado el puesto por parte de Jaime Ordiales.

En lo deportivo, los problemas no se dejaban esperar. Cruz Azul sería eliminado en la Liga BBVA MX, ahora por Tigres, y en la CONCACAF por Monterrey. La afición pasaba del optimismo al derrotismo. El equipo ya no estaba acompañando el apoyo con resultados. Juan Reynoso, después de estos dos fracasos, sería destituido de su puesto de director técnico.

Entre más decisiones se tomaban, menos se entendía el por qué un equipo que tenía todo para alcanzar el éxito deportivo, los administrativos lo dejaron morir en menos de un año. Orbelin Pineda, Luis Romo, Roberto Alvarado, Jonathan Rodríguez y Guillermo Fernández, jugadores importantes para la obtención de la novena, ya habían abandonado al equipo.

Por si las cosas no pudieran ser peores, la elección de un nuevo director técnico se volvía en una misión imposible. Buscar en el mercado local ya no era una opción viable, ya sea por la falta de experiencia, el costo en salarios y primas o aquellos que se encontraban inactivos desde hace tiempo denotaban el gran problema en el mercado local. El técnico llegaría de Uruguay, Diego Aguirre.

“El tema del 7–0 es un partido que ya pasó, fue un accidente. Al final, estamos en Cruz Azul, tenemos que exigirnos al máximo. La unión del grupo es buena. Tenemos confianza con nuestros compañeros. El fuerte es el conjunto. Tenemos la certeza de que Mikel va a anotar el fin de semana a como Nacho anote. Lo importante siempre es estar unidos” Andrés Gudiño, portero de Cruz Azul en conferencia de prensa.

Diego Aguirre tuvo una corta carrera dentro del futbol mexicano. Los resultados no le beneficiaron, además de tener al equipo con una pésima racha defensiva. Su necedad por jugar un estilo que no le beneficiaba, además de la equivocada toma de decisiones, terminarían por dejarlo fuera del equipo luego de la goleada histórica que le propino el América en el clásico joven por un marcador de 7 a 0.

Los técnicos en Cruz Azul seguían pasando sin pena ni gloria, el siguiente en tomar el cargo sería Raúl Gutiérrez, ganador de un mundial en selecciones juveniles, pero que en Cruz Azul nada más no lograba levantar. Además de los pésimos refuerzos que habían llegado, Augusto Lotti y Ramiro Carrera, el planteamiento táctico seguía siendo deficiente, lo que imposibilitaba continuidad en el trabajo diario. ‘‘El Potro’’ solamente duraría menos de un semestre en el cargo. El problema estaba claro para muchos, pero se necesitó de la llegada del Tuca Ferreti para hacerla más notoria. El club tampoco logró levantar con el brasileño, quien terminaría dejando el cargo después de su eliminación en la Leagues Cup contra el Charlotte FC y no es que los refuerzos fueran malos, solamente que o llegaron tarde o no habían sido lo que el director técnico en turno había solicitado.

En tan solo dos años el equipo había sufrido modificaciones en todos los espacios posibles. En la dirección deportiva, Óscar Pérez había tomado las riendas, pero no se veía un accionar de su parte debido a que había más figuras implicadas en la toma de decisiones, entre ellas destaca el antiguo director deportivo Jaime Ordiales. Además, el equipo que había ganado la novena había sido desmantelado por completo, a excepción de Ignacio Rivero y Juan Escobar, jugadores insignia de la institución.

El gran mal de Cruz Azul

Don Guillermo Álvarez había fundado al club con un objetivo claro, ser dominantes y arrasar con todo título que pudiera estar a su paso. Fue con él que el club tuvo su mejor época, 1970–1980, y por el que el club fue denominado como el equipo que nació grande. Billy Álvarez intentó seguir los pasos de su padre, pero a pesar de la inversión, el equipo no contaba con el respaldo deportivo, además de los diversos problemas entre la cementera, que es de donde proviene la mayor cantidad de dinero. Es con Víctor Velázquez que el problema se ha visto más claro, muchas manos no hacen la unión.

El presidente ejecutivo de Cruz Azul ha dejado entrever que se deja asesorar por diversos personajes, tanto deportivos como políticos. Además, mantiene una guerra entre los cooperativistas de la cementera, cerrando por completo la producción en diversas locaciones, como en la planta ubicada en Hidalgo. Sus constantes caprichos han impedido que el club se refuerce como es debido. Su intento por contratar a Luis Suárez, exfutbolista del Barcelona y Atlético de Madrid, o a Radamel Falcao con la finalidad de atraer simpatizantes con base a bombas de humo son los que tienen al equipo en la miseria.

Actualmente, Cruz Azul está por enfrentar graves problemas porcentuales, si bien en estos momentos no afectan para el ascenso/descenso de un club, sí significan una pérdida monetaria para el club al tener que pagar una multa económica grave. El club parece abandonado, no existe un proyecto deportivo que pueda levantar algo que solamente necesitaba ser reforzado, no desarmado, y menos de la manera en la que se hizo.

El título es historia, fue un momento ameno para el aficionado celeste, pero hasta ahí. El club no puede vivir del pasado, que ya bastante lo hizo en su momento. La decadencia de un equipo que nació grande duele, pero es necesaria para volver a crecer. Equipos en América como el River Plate han descendido para luego brillar nuevamente. Quizá es lo que necesita en estos momentos la máquina celeste, aunque quien tiene que pagar los platos rotos sea el aficionado.

Ahora, una vez finalizado el torneo, Iván Alonso es el candidato principal a tomar la dirección deportiva del equipo junto a Martín Anselmi como director técnico de la escuadra. Aunque estos dos fichajes han sido bien vistos por los aficionados celestes, la prensa mexicana no ha dejado de bombardear, criticar y cuestionar la llegada de ambos a la Liga BBVA MX.

Quien sabe que sea lo que vaya a pasar con los cementeros para 2024. Ese azul celeste que tanto los caracterizaba, hoy, se encuentra teñido de unos tonos fríos y grises. Quizá el día de mañana estemos hablando de otro Deportivo Oro, equipo extinto de la liga, o un Atlante, equipo que actualmente juega en la división de plata o Expasión MX como es conocida en estos momentos.

Al final, el fenómeno que implica a Cruz Azul como un ente deportivo, social y político, es uno de los más extraños en el futbol del país. El aficionado lo sigue a pesar de lastimarle tanto, personajes inmiscuidos dentro de la política han buscado hacerse del equipo en su momento y deportivamente, el club ha aportado a jugadores de talla mundial, como Francisco Palencia, Luis Hernández y, actualmente, Santiago Giménez, último gran canterano de los celestes.

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