La locomotora del terror: un viaje a través del cine de horror

Uriel Álvarez
Revista Arena
Published in
7 min readOct 26, 2017

La tecnología inunda cada aspecto en la vida de las personas. En la actualidad, difícilmente se encontrará un nuevo desarrollo tecnológico que provoque maravillarse. Esto no quiere decir que la tecnología se ha detenido, al contrario, parece que lo novedoso se volvió cotidiano. Lo novedoso no causará tal impacto en las emociones de los espectadores, como para decir que de ahí nació más que un género, nació un arte.

Ahora imagina, es 1895, han pasado apenas 10 años desde que se creó el primer vehículo impulsado por un motor y gasolina, varios países apenas luchan su independencia y hace 56 años las personas se asombraban con la aparición del daguerrotipo, el primer procedimiento fotográfico. Es una tarde del 28 de diciembre y te encuentras en un sótano de un café parisino en donde los hermanos Louis y Auguste Lumiere exhibirán un inventó que ahora se considera el séptimo arte. Encuentras un cómodo asiento y no alcanzas a comprender lo que ves; se trata de imágenes extrañas porque están en blanco y negro, las cuales observas con la certeza de que son reales. De pronto, observas que se acerca una locomotora a toda velocidad, no hay duda, el accidente es inevitable y todos los que se encuentran en el sótano serán arrollados por el tren, o al menos, eso es lo que pensaste y lo que sentiste fue una sensación de horror.

Una de las primeras proyecciones en movimiento de los hermanos de origen francés Lumiere, además de ser consideradas el nacimiento del cine, son a su vez, consideradas el nacimiento del género de terror, por lo que causó en los incautos espectadores que estaban seguros de que el tren de la proyección se saldría y los arrollaría. Es así, como como el género de terror está ligado de manera intrínseca al momento en que nació el cine.

Como el resto de las artes, que buscan expresar y causar emociones, el cine interpreta realidades a través de representaciones metafóricas o alegóricas. Si se echa un vistazo a las películas icónicas de terror se puede encontrar que, son representaciones del sentir de una sociedad. Sin embargo, a pesar de que esa característica permanece, han cambiado las formas en cómo se representa ese terror, ya sea a través de una bruja, un jinete sin cabeza, zombis, fantasmas o asesinos seriales. De igual forma, el cambio en la representación del terror depende de las culturas, puesto que, de acuerdo con cada una de ellas, las personas temen distintas cosas.

La figura a la cual se le tendrá miedo, incluso repulsión, de acuerdo con algunos teóricos, representa el mal y el caos social. El vampiro Nosferatu, de 1921, es un ejemplo de ello; el director F.W. Murnau vincula el contexto social y cultural de Alemania, la cual acaba de vivir una guerra, así como elementos de mitos y leyendas de ese país.

El cambio en la representación del terror depende de las culturas

Más tarde, la representación del mal y los problemas sociales, ya no se encontrará frecuentemente en seres monstruosos, sino en seres de carne y hueso, tales como psicóticos y enfermos mentales, que castigan lo socialmente no aceptado como la promiscuidad sexual, reflejada en películas de los años 80 y 90. No obstante, antes de pasar a ese tipo de películas, quedan otros clásicos por resaltar.

La tecnología sin duda hace más sencilla la vida de las personas, sin embargo, existe una preocupación que se ha extendido conforme avanza, desde que las máquinas reemplazarán por completo los trabajos manuales, hasta la idea de una rebelión de las máquinas. El doctor Frankenstein y su creación de una criatura asemejada a un androide, en 1931, se trata de una crítica a la tecnología de la época, esto ante las consecuencias de la tecnología usada en la Primera Guerra Mundial y el miedo del castigo por intentar “jugar a ser Dios”, creando seres mecánicos dotados de vida. Un caso similar es con una película más contemporánea de 1958 llamada La Mosca, y con su posterior remake, en 1986, en donde un científico busca cómo lograr la teletransportación y en su afán de lograr su objetivo termina por convertirse en una criatura abominable, al fusionarse con los átomos de una mosca.

Como se anunció con antelación, el origen del mal y el caos social cambia de los monstruos a las personas de carne y hueso, en donde el caos ya no es algo ajeno que escapa de las personas normales, sino que proviene de cada uno de los seres humanos. El clásico “Psicosis” de Alfred Hitchcock es un ejemplo de ello, que no sólo fue el referente de las películas de terror centradas en un personaje trastornado, sino que marcó una pauta en el estilo de cómo narrar y representar una historia. Esa misma línea siguió hasta finalizar el milenio, otro ejemplo es la película de 1997, titulada “Sé lo que hicieron el verano pasado”, escrita por Kevin Williamson, quien más tarde escribiría los guiones de “Scream”; en estas películas los asesinos castigan de alguna forma a los jóvenes que hacen actos socialmente no aceptados. Una excepción en este tipo de películas, donde se “castiga” la promiscuidad sexual, es “It Follows” (2014), en donde el mal no tiene forma y actua como ejecutor del castigo.

El origen del mal y el caos social cambia de los monstruos a las personas de carne y hueso

No se puede hablar de las películas del nuevo milenio sin mencionar a “El exorcista” (1973), clasificada por críticos como unas de las mejores películas de la historia, Empire, The New York Times, Time, la Asociación de Críticos de Cine de Chicago, están de acuerdo en que la historia de Regan McNeil (protagonista de la cita) es una de las mejores en su tipo. A 44 años de su estreno, este filme sigue causando asombro y curiosidad. De acuerdo con el argumento, el mal es atribuible a un ser que no se puede ver, pero que se manifiesta de múltiples formas. “El exorcista”, además de un clásico se volvería un cliché que en los filmes de terror contemporáneos.

La historia se repite, y son contadas las películas de terror con un argumento original y con sentido metafórico, que realmente transmitan un mensaje a la audiencia. La pantalla grande se llenó se “jump scares”, y de sonidos fuertes y aberrantes. Sin pena ni gloria pasa el siglo XXI en cuanto a filmes de terror; sin embargo, contadas y valiosas son las gotas de algunas películas que ofrecen un historia original e intrigante, tal es el caso de “La Bruja” del joven director Robert Eggers, filmada en 2016, que narra la historia de una familia religiosa en Inglaterra durante el siglo XVII. El título del filme es tajante y no deja lugar a dudas, una bruja es protagonista de la historia, al menos eso se cree, pero apenas comienza la película y no se está seguro ni siquiera de que realmente exista una bruja; por el contrario, se plantea la idea de que se trata de un histeria y superstición como consecuencia de las desgracias de la familia.

Visualización completa

La literatura juega un papel importante en la configuración del cine de terror, pues si bien películas como el Monstruo de Frankenstein y Drácula reflejan el contexto social de la época, no se debe pasar por alto que éstos fueron personajes creados en las hojas de un libro. Diversas novelas han sido adaptadas en su versión cinematográfica, alguna bien aceptadas por la crítica, y otras, rechazadas. Las obras de Stephen King, uno de los autores contemporáneos más reconocidos en el género de terror, son ejemplo de grandes clásicos de la literatura que se han convertido en grandes del cine, tales como Misery, It, Children of the corn. Recientemente parece que hay una tendencia entre los productores por adaptar obras de King, un remake de It, y las adaptaciones de la plataforma Netflix con Gerald’s Game y1922”.

Cada cultura atribuye el mal y el caos a una cosa, un ente, un monstruo o un concepto. La mujer del cabello largo asusta a los asiáticos, los asesinos a los estadounidenses, los hombres lobo a los europeos, escapularios a los mexicanos y las muñecas en “Vacaciones de terror” a Pedrito Fernández. El cine de terror es un género que nació con el mismo arte cinematográfico, por ser capaz de transmitir emociones en situaciones que se antojan tan reales que dan terror, como esa locomotora en el sótano parisino hace más de un siglo.

Cada cultura atribuye el mal y el caos a una cosa, un ente, un monstruo o un concepto.

Y porque no todo es cine estadounidense, te invitamos a explorar algunos filmes de calidad producidos en otros países.

Las parodias musicales se han convertido en elementos de sátira, crítica y humor de películas reconocidas. Uno da de las más famosas es The Rocky Horror Picture Show, que engloba los clásicos del terror, historias de amor y un humor poco convencional para la época, 1979. Te invitamos a escuchar el podcast del youtuber Nerd Profiles, acerca de este y otros filmes.

Nos gustaría conocer tu opinión con respecto al género de terror y su historia ¿estás de acuerdo en que nació con el cine como arte? ¿cuáles son tus películas de terror preferidas?, puedes comentar abajo o compartir la historia y tus opiniones a través de redes sociales.

Jonathan Álvarez

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