Reforma de Etiquetado de Alimentos, una defensa contra la diabetes y la obesidad

Angela Martell
Revista Arena
Published in
11 min readOct 30, 2023
El Economista
Obtenida de El Economista

Desde octubre de 2020 entra en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM 051 en la cual se detalla un sistema de etiquetado de alimentos que utiliza información nutricional en los envases de los alimentos para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre los productos que compran. Las etiquetas de los alimentos en México incluyen información sobre la cantidad de calorías, grasas, carbohidratos, proteínas, sodio y azúcares que contiene el producto.

Además, se introdujo una etiqueta frontal de advertencia con forma de octágono negro que advierte si el producto contiene exceso de grasas, azúcares o sodio. También se prohíbe el uso de personajes infantiles en los envases de alimentos procesados dirigidos a niños, y se establecen estándares más estrictos para la información nutricional. El objetivo del etiquetado de alimentos en México es fomentar una alimentación saludable y prevenir enfermedades relacionadas con la dieta.

El etiquetado de alimentos en México es regulado principalmente por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la Secretaría de Salud. Este fue su proceso para ser aplicada:

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Debido a ello y al incremento de consumo de calorías, sodio, azúcares, grasas saturadas y grasas trans se consideró necesario implementar estrategias que a largo plazo ayuden a prevenir y controlar la enfermedad. En el 2020 entró en vigor el etiquetado frontal de alimentos y bebidas preenvasadas con el fin de que la población tome decisiones alimentarias saludables.

La obesidad es el primer factor para desarrollar alguna de las enfermedades no transmisibles (ENT) como la diabetes, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer, afecciones que son una de las principales causas de muerte en América Latina.

Según estadísticas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México 8 de cada 10 adultos y 4 de cada 10 niños y adolescentes presentan obesidad, cifras que, de acuerdo con la Federación Mundial de Obesidad, colocan al país en el quinto lugar de sobrepeso en el mundo

La Dra. Cynthia Liliana Gómez Lara, docente de la Licenciatura en Nutrición en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y especialista en el tema, explica que la Reforma del etiquetado frontal surgió a partir de los resultados de algunas investigaciones científicas como la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) que reflejan una falta de entendimiento y revisión por parte de la sociedad hacia el etiquetado tradicional que se encuentra en la parte posterior de los empaques de alimentos.

De manera que, se tomó la decisión de crear y colocar 5 etiquetas que se puedan visualizar fácilmente, además de dos leyendas de advertencia para modular el consumo de educolorantes (sustitutos de azúcar) y cafeína. “Empezaron a diseñar esta serie de octágonos que se ven en la parte frontal de los productos preenvasados ya listos para su venta como lo son todas las frituras, galletas, jugos, etcétera”, indicó la doctora.

Las etiquetas de alimentos en México deben contener información nutricional obligatoria, que incluye el tamaño de la porción, el valor energético, la cantidad de grasas, carbohidratos, proteínas, sodio y azúcares contenidos en el producto. Además, en cada producto se encuentran una etiqueta frontal de advertencia con forma de octágono negro que advierte si el producto contiene exceso de grasas, azúcares o sodio. Esta medida es importante para ayudar a los consumidores a identificar de forma rápida y sencilla aquellos productos que pueden ser perjudiciales para su salud.

Asimismo, la maestra describió el proceso que se sigue para decidir si un producto lleva etiquetas y la forma en que se mide el exceso. El primer paso es revisar si naturalmente contiene azúcares, grasas, sodio, etcétera, o si fueron añadidas de manera adicional.

El siguiente filtro es analizar si el producto cumple o excede la cantidad mínima recomendada de cada una de esas sustancias, si sobrepasa ese lineamento se le debe colocar el etiquetado de exceso correspondiente.

La doctora Gómez mencionó que la estrategia para combatir el sobrepeso, la obesidad y la diabetes en México se divide en varias actividades, la primera de ellas se basa en trabajar a nivel de salud pública con vigilancia epidemiológica, es decir, monitorear la disminución o crecimiento de las enfermedades en la población y ejercer actividades que promuevan la salud.

De igual forma, se han creado normas para regular el tipo de publicidad persuasiva que intenta enganchar al consumidor, principalmente a los niños, por medio de dibujos animados, personajes infantiles o celebridades.

Finalmente, el último paso es difundir a través de diferentes medios la forma en la que se lee el etiquetado frontal y su función, de modo que la comunidad logre regular sus compras y tomar únicamente aquellos productos que no contengan ningún sello, o bien, con la menor cantidad. El INSP busca que a largo plazo disminuyan los índices de obesidad en el país y se mejore la calidad de vida de las personas.

“En resumen, ¿tiene impacto?, sí lo tiene, ¿la gente lo entiende?, sí, lo entiende mejor que las otras alternativas que había, y ¿nos falta trabajo?, sí, nos falta trabajo”

El etiquetado de alimentos en México ha sido ampliamente debatido en cuanto a su efectividad y su capacidad para influir en los hábitos de consumo. Algunos estudios han demostrado que el uso de etiquetas de advertencia puede ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables y reducir la ingesta de alimentos con altos contenidos de grasas, azúcares y sodio. Sin embargo, también se ha señalado la necesidad de campañas de educación nutricional complementarias para explicar claramente el significado de estas etiquetas y promover una comprensión adecuada.

La diabetes una enfermedad silenciosa que mata lentamente

Ana Galván Favela es una niña de 12 años que en agosto de 2022 le diagnosticaron diabetes mellitus tipo 1 en descontrol; dos meses antes, Ana era una niña a la que nunca le habían hecho estudios de glucosa en sangre o algo por el estilo; sin embargo, un grano en su brazo que, a pesar del tiempo, no sanaba y, al contrario, empeoraba y se infectaba cada vez más al punto de hincharse y ponerse más y más rojo fue lo que provocó que la pequeña llegara al Hospital General de Zona número 35 en donde los doctores empezarían a sospechar de su enfermedad.

Una madrugada de junio en la que la madre de Ana, Elsa Galván, esperaba que los doctores solo le dieran medicamento para tratar el grano infectado en el brazo de su hija, se tornó en una espera de alrededor de 6 horas para ser atendida; cuando por fin la revisaron, un comentario del doctor “la glucosa la trae en 350 (mg/dl)” fue el inicio de una lucha contra la diabetes que enfrentarían Ana y su madre.

La diabetes mellitus tipo 1, enfermedad que enfrenta Ana desde hace un año, es aquella en la que la persona ha dejado de producir insulina debido a una destrucción autoinmunitaria del páncreas, es decir, a lo largo de la vida del paciente, desde que nace, se van creando anticuerpos y estos van destruyendo las células del páncreas impidiendo que este produzca insulina; de acuerdo con el endocrinólogo Gilberto Meléndez, en la infancia y adolescencia el 95 por ciento de las diabetes es de tipo autoinmune.

Esta forma de diabetes afecta principalmente a niños y adolescentes, y representa alrededor del cinco al diez por ciento de todos los casos de diabetes.

La diabetes de tipo 2 es cuando el paciente genera una resistencia a la insulina, usualmente provocada por la mala alimentación y el sedentarismo; en el caso de Ana, su enfermedad no es esa; sin embargo, la pequeña también tiene que llevar una estricta dieta para evitar alguna hiperglucemia, es decir un aumento de excesivo de glucosa en sangre.

Elsa, la madre de Ana, dice que al principio no podía creer que a su hija le tuviera que inyectar insulina; se preguntaba por qué a su hija, pero con el tiempo ha tenido que aprender a respetar esta enfermedad, pues dice que en alguna ocasión por comer una pizza la glucosa en sangre de su hija se elevó a 500 mg/dl.

En aquella madrugada de junio cuando Ana fue llevada inicialmente al hospital por un grano infectado tenía una glucosa de 350 mg/dl, la tarde en la que comió la pizza su glucosa aumentó 500 mg/dl, ambas cifras son alarmante si consideramos que la Secretaría de Salud en México señala que lo normal debe ser una entre 70 y 99 mg/dl.

La diabetes mellitus tipo 1 en niños puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Los niños y adolescentes con diabetes deben aprender a manejar su enfermedad, lo que implica llevar a cabo controles regulares de glucosa en sangre, administrarse insulina y seguir una dieta balanceada. Además, pueden experimentar fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre que afectan su energía y estado emocional. Los padres también pueden experimentar estrés y preocupación por el bienestar de sus hijos.

Esta enfermedad crónica en niños que requiere un cuidado y manejo constante. El diagnóstico temprano, la administración adecuada de insulina y la educación sobre el autocuidado son elementos fundamentales para lograr un control óptimo de la enfermedad y garantizar una buena calidad de vida para los niños afectados. Es importante brindar apoyo y recursos a los niños y sus familias para ayudarles a manejar esta enfermedad de manera efectiva y minimizar su impacto en su día a día.

Una medida que le ha beneficiado a Ana y a su madre a la hora de seleccionar los alimentos han sido los sellos de la Secretaría de la Salud.

“Yo era de las personas que decían esos círculos negros que, no sirven, son cosas de locos, pero en realidad con la enfermedad de mi hija, ya al ver el etiquetado de exceso de azúcar o de grasas ya nos deja pensando qué consumimos y qué es mejor llevar”, menciona Elsa Galván, madre de Ana.

El nutriólogo Omar Ruiz señala que “Sí, se ha modificado la norma y se ha implementado los sellos de advertencia, que facilitan la comprensión para los consumidores de identificar los compuestos de alto riesgo”. Sin embargo, añade que esto no es suficiente, ya que el etiquetado nutrimental no es una estrategia resolutiva para disminuir el sobre peso y la obesidad, para esto se requiere un conjunto de acciones educativas para orientar y concientizar a la población sobre su salud.

Fernando Valenzuela, nutriólogo y especialista en nutrición clínica en cuidados infantiles, recalca que a pesar de que los sellos de la Secretaría de la Salud llevan muy poco tiempo en México, ya se puede ver una tendencia positiva; sin embargo, menciona que la industria alimentaria es un monstruo gigantesco a nivel económico que mueve hilos a nivel político de una manera impresionante y que empresas como Coca Cola generan estrategias para evitar poner los sellos en sus productos; “empiezan a hacer diseños para que los sellos se camuflen en sus envases u otra es que le reduzcan el azúcar a sus productos”.

La glucosa no solo sube, también baja

Bupa Latinoamérica

La enfermedad por la que atraviesa Ana y su madre no es tan sencilla, pues hay mucho desconocimiento aún en la sociedad y esto puede provocar otros riesgos.

“El día 29 (de agosto) en la noche yo me levanté a la una de la mañana y el cuarto de mi niña está prendido y voy y me asomo y ella tiene una hipoglucemia; hasta 22 (mg/dl) se le bajó el azúcar, qué significa eso que ella ya no iba a vivir”, comenta la madre.

De acuerdo con el endocrinólogo el día a día de un niño con diabetes es un tanto complicado, ya que debe “aplicarse insulina cuatro veces al día, cargan la insulina por si van a comer afuera, toman carbohidratos para hacer ejercicio. Tienen que checar su glucosa antes de dormir, porque si se duermen con cierta cantidad baja pueden convulsionar en la noche. A corta edad tienen que forjar esos hábitos y es muy difícil para la mayoría. Muchos dejan el tratamiento hasta que tienen complicaciones y ya vienen de nuevo”.

El nutriólogo Omar Ruiz señala que “México ocupa los primeros lugares de obesidad en el mundo por la desinformación y falta de educación nutricional, no se han implementado políticas públicas que favorezcan el conocimiento en la población para que pueda tomar mejores decisiones en su alimentación. La cultura alimentaria es alta en azúcares, grasas saturadas y sodio, lo que es importante concientizar a las personas sobre el uso de estos y crear ambientes más saludables en escuelas y trabajos”.

Además, una publicación de la Gaceta de la UNAM en 2021, México ocupaba el sexto lugar mundial en personas que padecen diabetes y 542 mil niños que vivían con diabetes tipo 1 y casi 78 mil infantes la desarrollan cada año.

El sobrepeso y la obesidad son una epidemia de salud pública en México

El sobrepeso y la obesidad se asocian con una serie de problemas de salud. En los adultos, se ha demostrado que el exceso de peso aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y trastornos musculoesqueléticos, entre otros. Además, la obesidad en la infancia puede tener consecuencias graves a largo plazo, incluyendo un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas en la edad adulta.

La obesidad y el sobrepeso son el resultado de diversos factores, incluyendo la ingesta excesiva de alimentos poco saludables, la falta de actividad física, cambios en los sistemas alimentarios y la urbanización. Además, factores socioeconómicos, genéticos, culturales y psicológicos pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo.

“La obesidad es una enfermedad crónica, recidivante y multifactorial, según la definición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). También es un factor de riesgo importante para otras enfermedades no transmisibles (ENT), como la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer, entre otras. La obesidad a menudo comienza temprano en la vida, y la obesidad infantil es ahora un problema de salud pública cada vez mayor en los países en vías de desarrollo, donde la prevención temprana es fundamental. La prevalencia de la obesidad está aumentando más rápido en las economías emergentes, donde prevalece la doble carga de la desnutrición”. Atlas Mundial de Obesidad 2022

De acuerdo con las proyecciones expuestas en Atlas Mundial de Obesidad 2022, se estima que para el 2035, casi 2 mil millones (1,900) de personas en todo el mundo vivirán con obesidad y de mantenerse la tendencia, cerca de 400 millones de niños tendrán obesidad para 2035.

El sobrepeso y la obesidad son problemas crecientes y preocupantes a nivel mundial. Conllevan graves efectos para la salud y requieren esfuerzos globales para abordarlos de manera efectiva. Es fundamental promover hábitos de vida saludables, mejorar el acceso a alimentos nutritivos, fomentar la actividad física y brindar educación y conciencia sobre los riesgos asociados con el sobrepeso y la obesidad. La prevención y el tratamiento de estas condiciones deben estar en el centro de las políticas de salud pública para reducir su impacto en la sociedad.

La prevalencia del sobrepeso y la obesidad en México continúa siendo alarmante y representa un desafío significativo para las autoridades de salud y la sociedad en general. Es necesario implementar políticas y programas integrales que promuevan la educación sobre alimentación saludable, mejoren el acceso a alimentos nutritivos, fomenten la práctica regular de actividad física y regulen la publicidad de alimentos no saludables. Solo a través de esfuerzos conjuntos será posible enfrentar y revertir esta epidemia, para mejor así la calidad de vida de la población mexicana.

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