Joseíto Fernández, el Rey de la melodía

Revista Pionero
Revista Pionero
Published in
2 min readOct 5, 2018
Tomado de: http://www.radiorebelde.cu

A Elvis Presley le llamaban “El rey del rock and roll” y Michael Jackson fue conocido como “El rey del pop”, pero… ¿sabes quién fue “El rey de la melodía”? Por más datos te cuento que nació hace 110 años, fue un cubano, habanero de Los Sitios y tácito autor de La guantanamera. ¡Claro!, hablo de “Joseíto” Fernández.

José Fernández Díaz nació un 5 de septiembre de 1908. Su carrera artística comenzó a los doce años, cuando iba con sus amigos a dar serenatas por los barrios de la capital. Años después, y sin poseer estudios musicales académicos, formó tríos y sextetos de aficionados, hasta que comenzó a cantar en varias orquestas típicas.

Durante su juventud trabajó como zapatero, vendedor de periódicos y otros múltiples oficios con los que debió sustentar a su familia. “Cubano hasta los tuétanos”, como él mismo afirmó en una ocasión, Fernández sobresalió por su rectitud y trato respetuoso.

En 1963 adquirió reconocimiento internacional cuando el cantante estadounidense Pete Seeger interpretó La guantanamera durante un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. Los versos sencillos martianos fueron añadidos por el compositor y crítico hispano-cubano Julián Orbón.

Acerca del exitoso tema musical persiste una polémica. ¿Es una obra personal o colectiva? Mucho se ha especulado — y parece que la controversia va para largo — , pero lo que sí es cierto es que, en la voz de “Joseíto”, la cultura cubana ha viajado hasta los más apartados rincones de la geografía mundial.

El Carnegie Hall es un complejo de tres auditorios para música de concierto en Manhattan, Nueva York. Está considerado uno de los sitios ilustres de los Estados Unidos tanto para los músicos clásicos como para los populares, famoso no solo por su belleza e historia, sino por su extraordinaria acústica.

El prestigio del recinto supone la consagración para todo artista que pise su escenario y puede resumirse en una risueña anécdota incorporada al acervo cultural: Un turista pregunta a un neoyorquino: “¿Cómo se llega a Carnegie Hall?”. Este le responde: “Practicando, practicando”.

--

--