‘El mal querer’: la historia se repite
La queja de la comunidad gitana en España por el álbum de Rosalía, remarca el conservadurismo que antes estremeció el caso de Camarón de la Isla.
En 2018, Rosalía sorprendió al mundo con una propuesta nueva desde su álbum debut Los Ángeles (2017). La cantante barcelonesa cruzó una frontera que no se cruzaba desde 1979: mezcló el flamenco con hip hop, trap y electrónica. El último en realizar una hibridación parecida fue Camarón de la Isla con su disco La leyenda del tiempo 39 años antes al combinarlo con rock.
El mal querer de Rosalía es un álbum que muestra una sinergia entre ritmos urbanos y flamenco, género musical emblemático de Andalucía y de los gitanos españoles. Detalle que alteró a la comunidad gitana al considerarlo como una burla a su pueblo, tal como lo detalló el video Lo que piensa los gitanos … del diario español El País.
El hecho de combinar el flamenco con ritmos masivos de cultura no es lo único que ofendió a la comunidad gitana, también escoger iconografía gitana y colocarla al mismo nivel de productos de consumo en los videos musicales y las piezas gráficas que acompañan al disco: como un torero haciendo un pase a una moto conducida por Rosalía o un cucurucho con zapatos deportivos en patineta son imágenes que transgreden la imagen clásica de la cultura gitana.
Concepto del álbum
El mal querer es un buen ejemplo de la relación que hay entre la música y la literatura. La misma Rosalía cuenta cómo se enteró de Flamenca, un libro sobre amor cortés del siglo XIII. Estaba con el músico Pablo Díaz-Reixa Díaz alías ‘El Guincho’, quien le presentó el texto y se convirtió en el coautor de todo el álbum.
Las once canciones de El mal querer, que se etiquetan como capítulos, se relacionan al libro que relata la historia de Flamenca, la hija del conde Guido de Nemours, que se casa con Archimbaud de Borbón, quien la encierra en una torre por celos, escena que se relaciona con la canción PIENSO EN TU MIRÁ — Cap. 3: Celos.
Me da miedo cuando sales
Sonriendo pa’ la calle
Porque todos pueden ver
Los hoyuelitos que te salenY del aire cuando pasa
Por levantarte el cabello
Y del oro que te viste
Por amarrarse a tu cuello
Y del cielo y de la luna
Porque tú quieras mirarlo
Hasta del agua que bebes
Cuando te mojas los labiosPIENSO EN TU MIRÁ — Cap. 3: Celos
Así mismo, el dios del Amor se le aparece a Guillermo de Nevers para que la rescate, quien se viste de monje para poder acercarse a Flamenca cada vez que sale a misa y tienen un amorío. Los celos de Archimbaud se acaban y Flamenca sale de su claustro; así mismo el adulterio termina y hasta el esposo se vuelve amigo del amante.
El manuscrito existente se encuentra m la Biblioteca de Carcansona (Francia) y contiene 8.095 versos, sin el inicio ni el final. Al faltar la conclusión de la historia no se sabe el final de Flamenca. Ahí entra la lectura contemporánea de Rosalía, quien le da una interpretación feminista donde ella se desata del poder masculino y su juicio por el adulterio, y señala que solo Dios está sobre ella, nadie más. Así lo relata en la última canción: A NINGÚN HOMBRE — Cap. 11: Poder.
A ningún hombre consiento
Que dicte mi sentencia
Sólo Dios puede juzgarme
Sólo a Él debo obedienciaA NINGÚN HOMBRE — Cap. 11: Poder
Décadas atrás
En 1979 le sucedió al cantante Camarón de la Isla, amigo y compañero de escenario del guitarrista Paco de Lucía. A diferencia de Rosalía, él sí era gitano, aprendió el género por tradición y creó una carrera reconocida desde 1966, cuando ganó el Festival del Cante Jondo y se trasladó a Madrid. En vez de “burla”, la comunidad gitana etiquetó a La leyenda del tiempo de Camarón como traición.
Así como tuvo una fuerte crítica por los puristas del flamenco, La leyenda del tiempo pasó a ser un hito para el Nuevo Flamenco y se convirtió en su álbum más importante por la experimentación que realizó Camarón junto al productor Ricardo Pachón, quien también sale en el video del diario El País hablando sobre el trabajo de Rosalía.
A pesar de la negativa de la comunidad gitana, La leyenda del tiempo se convirtió en el inicio de una época de experimentación musical. De la misma manera se podría observar a El mal querer de Rosalía, que en un boom de los géneros urbanos en el mundo, cuya hibridación solo abra la puerta para más ritmos y propuestas que enriquezcan al flamenco y lo reconozcan más como ritmo global, así como lo hizo Camarón de la Isla.
