‘Heaven’s Gate’: las sectas nunca desaparecen solo renuevan su mensaje
En una sociedad alienada por la tecnología, transmitir un mensaje erróneo es tarea fácil.
En la década de los noventa el mundo entero se estremeció con las muertes que diferentes sectas provocaron. Parecería que para marzo de 1997, luego del caso “Jonestown” en 1978 donde fallecieron más de 900 personas, sería increíble creer que otro suicidio masivo fuese posible.
Sin embargo, la historia de ‘Heaven’s Gate’ fue diferente ya que la escena que la policía de California encontró, aunque suene paradójico, fue de absoluta paz y pulcritud.
Si intentamos recordar tragedias anteriores a ‘Heaven’s Gate’, seguro vendrán a nuestra mente las condiciones en que murieron los adeptos a sectas como la ‘Orden del templo solar’, quienes entre 1994 y 1998 fallecieron por consumo de tranquilizantes, disparos o incineración. Entre los casos, el evento más cruel el asesinato de un bebe (hijo de uno de los miembros) que consideraron una amenaza, imaginaban que era el anticristo.
Otro caso que se mantenía fresco en el inconsciente colectivo de la época era el de ‘Los Davidianos’ ocurrido en 1993. La secta, dirigida por David Koresh, su complejo ubicado en Waco (Texas) fue asaltado por la ATF (Agencia de alcohol, tabaco, armas de fuego y explosivos) el 28 de febrero, debido a denuncias de abuso sexual y tenencia ilegal de armas.
El 19 de abril el FBI realizó la última incursión. El saldo final fue de ochenta muertos (76 sectarios y 4 agentes de la ATF): unos por heridas de bala y la mayoría a causa del incendio provocado en la última incursión.
Las condiciones en que los miembros de estas sectas fallecieron difieren de la increíble tranquilidad con que los treinta y nueve miembros de ‘Heaven’s Gate’ -incluyendo su líder Marshall Applewhite- fueron encontrados.
Los requisitos para ser miembros de las sectas eran similares: aislamiento voluntario, desapego por lo material, sacrificio, creer en la única verdad (impuesta por el líder, obviamente), entre otros.
Sin embargo, si en algo destacan las ideas de Applewhite, es en el ofrecimiento de liberación hacía un nuevo mundo, un nivel de evolución superior al que solo se podía acceder mediante el suicidio. Esta idea contradecía a la de otras sectas, cuyo objetivo era salvar a sus miembros de la llegada del Apocalipsis.
Por ello, volviendo al 26 de marzo de 1997, los cuerpos dentro del Rancho Santa Fe (California) fueron encontrados en camas, literas y colchones en el piso, acostados en posición vertical con mantas purpuras cuidadosamente colocadas cubriendo sus cabezas.
Todos vestían de negro y zapatos Nike y, en el costado izquierdo de su atuendo, llevaban una insignia que los reconocía como miembros del ‘Away Team’, termino utilizado en la serie de ficción Star Trek para referirse al equipo que viaja hacia otras naves.
Nunca se encontraron señales de resistencia, además, las horas de muerte no fueron iguales para todos los miembros, de modo que, los suicidios fueron asistidos por sus compañeros. Solo dos miembros de la secta sobrevivieron, Mark y Sarah King, quienes no participaron del suicidio y que actualmente están encargados de la difusión del mensaje y la preservación de la página web original.
“Mantener la información, en circunstancias tan difíciles, por 20 años ha sido muy positivo. Estamos felices de encargarnos de una tarea que amamos hacer. (…) Nunca va a ser actualizada y su propósito es actuar como un marcador histórico para la civilización”. Mark y Sarah King, 2017.