‘V of Vendetta’: la anarquía como el botón de reset

Cada 5 de noviembre se celebra ‘La noche de las hogueras’, que de una manera algo enredada se conecta con una de las mejores novelas gráficas del siglo XX.

Jorge André Hernández
Revista Sobredosis
6 min readNov 6, 2019

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Remember, remember!
The fifth of November,
The Gunpowder treason and plot;
I know of no reason
Why the Gunpowder treason
Should ever be forgot!

Verso popular inglés (1870).

Al final de la década de 1980, el guionista Alan Moore y el dibujante David Lloyd crearon una serie de 10 cómics, que después conformaron la novela gráfica V of Vendetta publicada por Vertigo Comics. El trabajo de Moore y Lloyd se convirtió en un manifiesto político en contra de Margaret Thatcher, la exprimera ministra del Reino Unido entre 1979 a 1990, como declaró Moore en su prólogo pensando en el país que quería dejar a sus hijas.

En la Inglaterra distópica que Moore y Lloyd inventaron, el Estado se divide en: La Cabeza (la administración), El Ojo (las cámaras), La Oreja (los que escuchan), La Nariz (los investigadores) y El Dedo (la policía). La división estatal personifica al Estado absolutista que todo lo ve y controla, pero también tiene ‘La Voz del Destino’, un programa para la difusión de propaganda para el control de la población.

Tapa de la primera entrega de V for Vendetta.

El partido en el poder maneja el contenido. No hay textos sagrados de otras religiones fuera de las que se vinculen con Jesús, no hay obras de arte, tampoco literatura ni libros de historia. Norse Fire (Fuego Nórdico) controla, como en cualquier dictadura tipo Corea del Norte o Alemania Nazi, el contenido que consume la ciudadanía para manejar su visión de la realidad.

En V de Vendetta, Gran Bretaña fue tomado por Norse Fire, un partido de extrema derecha que controla cada movimiento de los ciudadanos a cambio de su seguridad. La distopía creada por Moore y Lloyd presenta una Inglaterra en represión bajo el mando de un grupo extremista de cristianos, blancos y heterosexuales.

Al igual que muchos gobiernos autoritarios la transacción de ‘menos privacidad por más seguridad’ tiene una conexión histórica. Norse Fire llegó al poder después de una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética, así colocándose en el poder ejecutivo. Similar al alzamiento de Adolfo Hitler y el Partido Nazi en el poder, al ser mayoría en el Parlamento y Hitler llegando a ser Canciller.

En ese contexto aparece ‘V’, un vigilante enmascarado que busca la liberación de los ciudadanos del control estatal. Nadie sabe quién es, pero a través del cómic se va detallando que al tomar el poder, Norse Fire creó un campo de concentración donde detuvo a afrodescendientes, homosexuales, musulmanes, judíos, socialistas y liberales a quienes ejecutan y realizan experimentos biológicos, siendo el encarcelado de la celda ‘V’ quien ha resistido. Así, después de sobrevivir el incendio que destruyó el centro de detención Larkhill — donde estaban todos recluidos — se crea una pantalla de humo para cubrir la verdad.

Por esa razón ‘V’ va cazando a cada cabecilla que estuvo en ese proyecto, parecido a El Holocausto que los Nazis realizaron. Además genera una lucha simbólica destruyendo edificaciones estatales, que más allá de albergar las funciones del Estado, cuya presencia ya genera el control que ejercen. Lo que conlleva a la destrucción del Parlamento y el caos desatado.

Escena con el obispo Lilliman de la película V for Vendetta.

Paralelamente, a la lucha política-terrorista de ‘V’, se encuentra su relación con Evey. Una chica que salva de unos funcionarios estatales que intentaban abusar de ella; pero se convierte en pieza fundamental para la venganza de ‘V’ al ayudarle a engañar al obispo Lilliman, quien además de pedófilo trabajó en el campo de concentración. Ella se vuelve en algo más que solo un personaje más, ella es la continuación de su legado.

La máscara

Máscara de Guy Fawkes.

La novela gráfica fue adaptada al cine en 2005 y odiada instantáneamente por Alan Moore, como sucede con casi todas las adaptaciones de sus trabajos. La película paso de la ficción a la realidad al utilizar la misma máscara de ‘V’ en protestas alrededor del mundo. La misma utilizada por el grupo hacktivista Anonymous en cada una de sus grabaciones y utilizada como referencia para crear la máscara de Mr. Robot, líder de la ‘fsociety’ — grupo hacktivista ficticio — en la serie con el mismo nombre emitida del 2015 hasta el 2018.

Así la máscara conecta al cómic con la historia británica: el complot de la pólvora. El rostro que vemos en cada protesta y cada vez que Anonymouse se pronuncia es la referencia a Guy Fawkes, parte de los ingleses católicos que conspiraron para asesinar al rey Jacobo I en 1605. A pesar de todo el esfuerzo, Fawkes terminó juzgado como traidor por el atentado realizado el 5 de noviembre de ese mismo año, la misma fecha que ‘V’ decide dar su última estocada y volar el Parlamento británico.

Un pequeño gran cambio

El cambio radical del cómic a la película es el detalle de que Evey no es una mujer que salió muy tarde y terminó en toque de queda, sino una prostituta. Es un detalle, pero es un detalle significativo frente al final propuesto por el largometraje frente al de la novela gráfica.

Escena donde Evey acepta heredar el legado de ‘V’.

En el plan de ‘V’ para derribar el gobierno de Norse Fire, presenta varios atentados para motivar a los ciudadanos a rebelarse e incitar el caos. La anarquía, un pensamiento político que visualiza el exterminio del Estado, para el protagonista — en su versión cómic — no es más que una etapa para el origen de algo nuevo: se necesita caos para crear; mientras en la versión de la película es más una destrucción de un poder absoluto para unirnos bajo la misma máscara. Detalle que en la novela gráfica no sucedió, sino que la población se alborotó.

En ese caos se introduce la importancia de Evey de nuevo. Ella, la prostituta, no solo era la protegida de ‘V’, sino que debía convertirse en él. Debía seguir con el ideal de rebelión y que no se extingan. Así como ‘V’ le dice a Peter Creedy, jefe de la policía secreta Fingermen — algo así como Gestapo, KGB o la CIA — al momento de asesinarlo:

“Bajo esta máscara hay algo más que carne y hueso. Bajo esta máscara hay unos ideales Sr. Creedy, y los ideales son a prueba de balas”.

Existen más variantes en la adaptación del cómic a la película: escenas necesarias como el viaje en LSD de el investigador Eric Finch, muertes y relaciones que transformaron a los personajes. Aun así la historia de V for Vendetta penetró la rebeldía constante del ser humano contra el poder y relacionó detalles de la historia del mundo como Guy Fawkes con movimientos que no tienen nada que ver con el complot de la pólvora. Son los ideales que transmutan los significados para mantener los símbolos con vida.

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