La dignidad es la sustancia y la satisfacción de los derechos humanos

Presentación del #113–114 “Derechos y políticas sociales” de la revista Temas

Temas Cuba
Catalejo el blog de Temas
18 min readJan 11, 2024

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*11 de diciembre de 2023, Facultad de Derecho, Universidad de La Habana.

Rafael Hernández: A propósito del lugar en que nos encontramos hoy, quiero recordar a Ricardo Alarcón, a quien me referí una vez como “un intelectual que los intelectuales le hemos prestado a la política”, y él me dijo: “Eso no tiene que ser así”; sin embargo, cuando terminó la presidencia de la Asamblea Nacional efectivamente volvió por esa puerta giratoria y escribió artículos para la revista, un ensayo que compitió en el Premio Temas de Ensayo y que publicamos, y estuvo presente en los debates de la revista Temas sobre cuestiones de carácter político, política exterior, problemas de estrategia internacional, y también sobre problemas relacionados con la ley.

También quiero recordar muy especialmente, a Nelia Aguado, lamentablemente fallecida en el saldo terrible de la COVID, quien fue la persona que armó, la que diseñó este número que tengo en mis manos, del año 2009, dedicado a “Prácticas de los derechos humanos”, donde hay también trabajos de otros juristas cubanos como Ramón de la Cruz, Narciso Cobo, Antonio Raudilio Martín, Lester Delgado. No lo presentamos aquí, pero fue posible gracias a la colaboración de profesores de la Facultad de Derecho. A ella y a su esposo, Hugo Azcuy, que también fue profesor de esta Facultad, quiero dedicar este reencuentro nuestro en el tiempo, con profesores de Derecho, como Marta Prieto — qué bueno que está aquí — , Yan Guzmán y otros que harían una lista un poquito más larga, que han estado acompañándonos con artículos para la revista Temas y en los debates de Últimos Jueves.

Con este prólogo, quiero presentarles a la persona que coordinó el número que estamos lanzando hoy. Ella es Mylai Burgos Matamoros, graduada de esta Facultad y ha hecho lo que consideramos un trabajo ejemplar en cuanto a proponer un conjunto de estudios, de investigadores latinoamericanos, norteamericanos, europeos, cubanos, y ha logrado que todo eso tenga una articulación, que sea un conjunto orgánico. Nos alegra mucho poder tenerla aquí para que haga la presentación y para que reflexione en torno a este tema de capital importancia al que hemos dedicado el número.

Mylai Burgos: Muchas gracias, Rafael. Espero que no me gane la emoción de regresar a la Facultad de Derecho, justo donde me formé. Primero quiero agradecerte a tí y al equipo de Temas; son un colectivo muy profesional de edición, de diálogo y, además, hemos hecho algunas otras cosas juntos.

Temas surge, en su segunda época, según vi, en 1995, justo cuando nosotros — no solo yo, sino varios de los que escribimos para el dossier de este número — estábamos estudiando en esta Facultad, y fue parte, junto con el Centro de Estudios de América, en aquella época, de lo que nos formó críticamente. Algunos de los que ustedes ven acá — Rafael, Carlos Alzugaray, Tania García, que todavía sigue en Temas — y otros como Valdés Paz, Martínez Heredia, Aurelio Alonso, fueron, por lo menos para mi generación, muy importantes, parte fundamental de nuestra formación crítica. La mía, evidentemente, tiene mucho ya de México y de las cosas que vamos a hablar hoy, pero se los quería agradecer en público. Yo iba al CEA en esa época, a estudiar en la biblioteca, y estoy transmitiendo un mensaje que no solo es mío, como ya dije, hay cinco personas, de diferentes generaciones, que escribimos en esta revista y todos tenemos la misma percepción.

En segunda instancia, la Facultad. Volver es impresionante. Hace veintiún años que estoy en México, y una vez estuve acá, en un evento con Marta, que además fue mi tutora en licenciatura, trabajando temas de participación popular, pero no había regresado, y me da mucho gusto porque, además, sigo a la Facultad mucho en las redes sociales, la efervescencia que tiene ahora, los jóvenes que están haciendo cosas, todas las publicaciones, las actividades, y me da mucho gusto poder compartir saberes, en conjunto, y dialogar.

Y, por último, saludar también a Mario y a los compañeros de la Juventud, uno siempre retorna a los lugares donde estuvo, no solo a la Facultad, sino también a esos espacios políticos, y gracias a todo el equipo de ustedes, compañeros de Temas y de La Tizza, con los que estamos teniendo intercambios en los últimos tiempos. Disculpen que me extienda un poco, pero era necesario.

Cartel de promoción de la presentación del número 113–114 de la revista Temas.

Sobre el Dossier ¿qué les puedo contar?, ¿cómo surge? Rafael me invita a que preparemos algo sobre derechos sociales, un tema que yo he trabajado mucho en México, justamente por mi formación aquí. Cuando llegué a México lo que veo es que los derechos sociales tenían serios problemas, no solo de satisfacción, de concepción, incluso desde hace quince o veinte años eran jerárquicamente inferiores a los derechos civiles y políticos. La vida me fue llevando a trabajar estos temas, no solo de manera universal sino también vinculados a los pueblos indígenas.

El dossier — la sección Enfoque de la revista — es sobre derechos sociales, pero también sobre políticas públicas, porque

si hablamos de derechos, de cómo se regulan y cuáles son sus estructuras, debemos hablar de cómo pueden realizarse, garantizarse, cumplirse, exigirse.

Aunque la revista no es técnica, desde el punto de vista jurídico, sino política sobre todo, es importante también hablar de políticas públicas, porque justo es la realización de los derechos, no solo los sociales. El dossier tiene diferentes disciplinas y diferentes perspectivas metodológicas, no todos somos abogados, aunque muchos sí. Luego voy a mencionar algunos conocidos aquí, como el tutoreado de Marta, Albert Noguera, de la Universidad de Valencia, que hizo un doctorado en esta Facultad sobre Gramsci y Cuba.

Los artículos tienen una línea, una concepción específica, que es dar cuenta de los procesos histórico-teóricos de los derechos sociales, y también prácticos, es decir, cómo había sido el decursar histórico-teórico en Europa, en los Estados Unidos, en América Latina, y un acápite especial para Cuba. En ese sentido, no solamente son jurídicos, son teórico-históricos y políticos, constitucionales, y también tienen perspectivas de ciencias sociales con énfasis en las políticas públicas, y hay un par de artículos, con ámbitos muy sociológicos.

No solamente escogimos México, Cuba y Venezuela. Quisimos también poner a Chile, pero no lo logramos. Queríamos pensar la línea de cómo surgen esos derechos sociales: constitucionalismo mexicano en 1917, la constitución social por excelencia; 1918, la rusa, 1919, Weimar. Y desde ese constitucionalismo social que surge allí, vamos a decirlo así, que México diera cuenta de su proceso, de esos derechos sociales tan profundos que tuvieron, y de cómo el neoliberalismo los redujo, y cómo hoy la Cuarta Transformación en el gobierno actual está intentando rescatarlos.

Venezuela, para dar cuenta de los gobiernos progresistas de América Latina y esa transición que hubo entre el neoliberalismo y el gobierno bolivariano, fue elegido con toda intención, y Chile para dar cuenta del neoliberalismo.

Entonces se cubrió de todas maneras el tema neoliberal con un texto, bastante sociológico, de unos compañeros también mexicanos, Amílcar Challú y Sergio Silva, que dialogan entre democracia y bienestar, y tocan temas del neoliberalismo; y desde Europa, los temas de España y Alemania también dan cuenta de lo mismo, de este decursar histórico.

Ahora voy a hablarles un poquito de los temas. El primer texto, que es mío, tiene que ver con ese desarrollo teórico-histórico de los derechos sociales en el constitucionalismo, pasando por el siglo XIX, el constitucionalismo social mexicano, y después el constitucionalismo en el socialismo real. A veces me quedaban ganas de escribir más cosas y de hablar un poco de Cuba, porque es importante caracterizar los constitucionalismos del socialismo real, ya que después de los cambios en la Constitución de 2019 tenemos otras formas, y los constitucionalismos de los socialismos reales ya quedan en la historia, y es bueno sistematizarlo, pensarlo, y eso fue lo que hice.

Después viene el texto que les mencioné sobre democracia y bienestar; y después tenemos dos textos sobre los Estados Unidos, muy interesantes. El autor de uno de ellos, Carlos Garrido, es cubano-americano, un muchacho — tiene veinticinco años, se fue a los Estados Unidos con cuatro — con una formación teórica muy sólida desde el punto de vista filosófico, desde el marxismo, y hace un análisis de cómo él ve los derechos sociales en los Estados Unidos, cómo históricamente allí nunca han sido satisfechos, nunca han sido regulados, o no de la manera en que se previó en otros sistemas como México. Estoy hablando de sistemas capitalistas, evidentemente, ya no pensemos en los socialismos, y cómo realmente incluso están bastante rezagados en temas de derechos civiles en la práctica.

Foto: Pedro Pablo Chaviano/Revista Temas.

Le sigue una entrevista que hizo Rafael a Stanley Murphy, un abogado norteamericano de más de setenta años, que coincide con Garrido desde una perspectiva muy diferente, en cómo se comporta esto en los Estados Unidos, donde todavía hay mucho de rezago en salud, educación, trabajo, alimentación, libertades sindicales — aunque en este aspecto es interesante lo que han hecho.

Los dos artículos de Europa están firmados por Albert Noguera y Eberhard Schultz. Albert es profesor de la Universidad de Valencia, de origen catalán. Es un gran constitucionalista, muy reconocido en Europa, tiene muchos trabajos de derechos sociales y de constitucionalismo social, y sobre cómo hoy se está dando en Europa. Nos aporta esa percepción no solo desde España, sino desde Europa y la Unión Europea, y la recesión neoliberal de los derechos sociales allí, teniendo en cuenta que, comparativamente, tienen mucha más satisfacción que los de América Latina. Por su parte, Schultz, abogado alemán que preside una fundación para los derechos humanos sociales y la participación, invitado por Rafael, da cuenta de lo mismo y hace unos acápites sobre Cuba.

Después tratamos de incluir de la percepción histórica de los derechos sociales, con Aleida Hernández, una profesora del Centro de Investigaciones interdisciplinarias de la UNAM, abogada también, que aborda lo que está pasando en la Cuarta Transformación en México y los límites en materia de derechos sociales.

Luz Marina Toro y Fernando Giuliani, de la Universidad Central de Venezuela, compañeros nuestros de trabajo en América Latina, estudian la comuna en Venezuela, el poder comunal y los programas sociales de vivienda universales. Es un artículo muy interesante que explica qué están haciendo desde el punto de vista participativo, cómo están llevando a cabo estos procesos de la vivienda.

Para ir cerrando, el tema de Cuba. Me hubiera encantado hacer el número solo de Cuba, pero Rafael me dijo que no. Y, además, necesitaríamos muchas investigaciones, y ese es también uno de los retos y límites que tenemos al querer abarcar todo, derechos laborales, temas educativos, de salud, de políticas públicas, transporte, alimentación, medio ambiente, vivienda; todos esos son derechos sociales. Finalmente abordamos temas laborales con un compañero de acá, Guillermo Ferriol, que los trata en su artículo de manera general; y con la mesa de debate sobre derechos laborales en el sector privado específicamente.

Foto: Pedro Pablo Chaviano/Revista Temas.

Hay también un análisis de la educación superior en Cuba, se los recomiendo mucho, de Danay Quintana, de formación psicóloga, que trabajó en la Universidad de La Habana, pero se ha dedicado a la sociología en los últimos tiempos. Ella está en FLACSO-México, pero tiene mucho interés en debatir con sus compañeros que trabajan temas de educación acá.

Su texto es una investigación muy profunda de los modelos de educación superior en Cuba, cómo han ido variando y hacia dónde están yendo, pensando un poco estas reformas que hace unos diez, quince, incluso veinte años, se dieron en el mundo, acerca de hacer los grandes programas de estudio más cortos, más rápidos, con menos contenidos, más tecnocráticos.

En ese sentido, es una visión economicista de la educación: menos tiempo estudiando, más rápido trabajas, preponderando lo técnico, cómo resolver problemas y no realmente los fundamentos teóricos, epistémicos, metodológicos, humanistas y de valores.

Es parte de un estudio muy profundo que ella tiene hecho y que yo le pedí específicamente para que en Cuba también conozcan su investigación, que es muy buena.

Y, por último, los artículos de dos compañeras: Tania Gómez y Alina Herrera. Tania es profesora de Derecho, en la Universidad de Matanzas, y Alina, que también se formó en esta Facultad de la UH. Ella trabaja hoy en el Instituto Nacional de Formación Política de MORENA, en los proyectos de izquierda gubernamental. Ellas abordan temas de mujeres y personas racializadas, respectivamente.

Ese es el conjunto de análisis que trae este número — me falta un artículo que ahorita voy a mencionar — , lo más complejo posible y completo, entre histórico y teórico, hay constitucionalismo, hay teoría, hay historia, pero también hay sociología, sobre todo sociología y política, y ciencias políticas. Ya les fui describiendo quiénes escriben, para que ubiquen sus posiciones y de dónde vienen.

Quiero que dialoguemos un poquito, si tienen ganas, de problemas que hay hoy en los derechos sociales en Cuba. Pensemos más bien en los bienes sociales que se satisfacen con los derechos sociales;

un derecho es una triada estructural de sujetos titulares, bienes que se protegen y terceros obligados: el tercero obligado por excelencia es el Estado, también pueden ser los particulares; los bienes que se protegen son la salud, la educación, la alimentación; y los titulares somos individuales o colectivos.

Esas problemáticas que se exponen aquí son transversales, evidentemente, que hace falta dialogar ya en Cuba, y ahora voy a decir por qué.

Este dossier no es técnico-jurídico, pero ahí hay un aporte técnico-jurídico que a mí me parece importante, que nos da soluciones, que es el artículo de Edmundo del Pozo, graduado también en esta Facultad, sobre las políticas públicas con enfoque de derechos humanos. Edmundo hace una recopilación de cómo están establecidas todas estas políticas públicas a nivel internacional para hacer prácticos, realizables, todos los derechos humanos y, en específico, los sociales. Esto ha avanzado mucho a nivel técnico, y hay muchas formas de implementarlo. Por supuesto, política pública es una acción gubernativa, administrativa, pero también tenemos que pensar un poquito cómo podemos avanzar jurisdiccionalmente. Él expone diez aspectos de políticas públicas, de cómo trabajar esto para la realización de los derechos. Claro, cualquiera puede pensar que en Cuba siempre estuvieron satisfechos, pero también sabemos — no quise traer estadísticas ni mucho menos — que, evidentemente, hoy hay una crisis económica en Cuba, que ya es una crisis sobre otra crisis después de treinta años, desde los 90. En esa época hicimos en esta facultad tantas cosas con tan poco, la verdad, fueron cinco años bellísimos. También en la FEU, en la Juventud, hacíamos muchísimas cosas, los debates que se hacían con Alarcón, los debates de las leyes, las audiencias abiertas con la Asamblea Nacional. Para nosotros fue mucha formación, pero hay que seguir debatiendo.

Aunque tengamos plasmados todos esos derechos en esa nueva Constitución de 2019, mucho más abarcadora, mucho más integral, mucho más completa, es importante seguir debatiendo cómo se va a habilitar esto no solo administrativamente, sino también desde el punto de vista de los contenidos de los derechos, porque no se trata solo del acceso universal.

Hoy en Cuba tenemos una crisis evidentemente, económica, de presupuesto, de inversión, en el sentido de que la inversión se está ubicando en otros espacios más rentables. El gasto social siempre es gasto aunque a la larga siempre es una inversión social en ese sentido. Tampoco se puede dejar de mencionar el bloqueo económico y comercial contra Cuba, que implica que nuestros derechos sociales, aunque hay acceso universal a ellos, se ven limitados en la calidad, disponibilidad, asequibilidad física y económica, y adecuación cultural. Estos son términos mucho más técnicos, no están en el dossier específicamente.

El modelo cubano es impresionante, es buenísimo, el tema es tener satisfechos todos esos canales porque justamente estos elementos son los que dan la medida de que haya, por ejemplo, una salud de calidad y no solamente el acceso al lugar, sino calidad, disponibilidad de atención, prevención. O educación con calidad, con disponibilidad, porque esta no solo es la infraestructura, sino es todo el personal, los insumos, y asequibilidad física y también económica — que tiene mucho que ver con la existencia de los espacios y de los servicios.

Estoy hablando de Cuba, de la realidad; los que escribimos en este dossier — excepto Guillermo — no estamos en Cuba, pero somos cubanos, tenemos a toda la familia aquí, entonces también vivimos Cuba diariamente. No crean que no sabemos qué está pasando.

Lo de la adecuación cultural tiene más que ver con pueblos indígenas y con pueblos específicos con otras creencias. Pero es importante que lo debatamos, el derecho da insumos para dialogar políticas públicas y formas de realización más allá de ir a un tribunal, y más allá, en materia de cómo organizar también la relación gubernamental y la política.

No obstante, yo creo que Cuba, comparada con el mundo, sigue siendo un paladín de potencia social, y no solo como potencia, sino como materialidad; lo dicen los artículos, sobre todo los de Estados Unidos, los de Europa, que mencionan a Cuba siempre, y esa es la percepción que se tiene.

Hoy es un momento de crisis, un momento en que tenemos que debatir, y tenemos mucha responsabilidad intelectual los profesionales, los juristas también, en decir, sí, tenemos este recaudo histórico y hay que seguir trabajando por mucho más, no pensar los derechos humanos en abstracto, sino como esos derechos sociales que nos satisfacen la forma de vida, y las necesidades básicas fundamentales.

Justo ayer pensaba en una frase mexicana que quiero traer aquí con una anécdota. En México — quiero que entiendan que yo sé la dimensión comparativa de la diferencia — hay violaciones muy graves de derechos humanos constantemente, pero hay casos muy fuertes. Si les hablo de derechos sociales hay muchas cosas, agua, trabajo, hay mucho, pero estoy hablando de un caso paradigmático por la frase en sí: el caso de Jacinta Francisco Marcial, una indígena otomí, de Santiago Mexquititlán, en Querétano. A ella les fueron violados los derechos humanos por las autoridades de manera flagrante. Después de muchas instancias judiciales y comisiones de derechos humanos, el Estado reconoce que le han sido violado los derechos, le hace una reparación, y dentro de ella hace una disculpa pública. Jacinta no habló, ella habla otomí, y su hija fue la que respondió a la disculpa pública. Habló de qué le han hecho a su mamá y lo que implicó para su familia, para su comunidad, etc., y al final dijo que era buena la disculpa pública, pero que tiene que decirlo frente al Estado, que todo esto tiene que seguir sucediendo, que tienen que pedir perdón “hasta que la dignidad se haga costumbre”, esa es la frase a la que me refiero. Es una frase mexicana, Chile la retomó en su resistencia hace tiempo, pero es de una indígena mexicana.

Y yo creo que en Cuba es al revés, la costumbre de Cuba es la dignidad. Sí entendemos la diferencia y la dimensión, por eso hay que luchar tanto porque todo el avance social que tiene Cuba se mantenga y siga, y aumente,

y que lo que se haya rezagado hoy y tenga recesión tenemos que discutirlo y debatirlo, y también tenemos que exigirle al Estado y a todas sus instancias, y participar junto con ellos para que entonces la dignidad, que es costumbre, realmente lo sea, y no solo siga siendo costumbre, sino que sea dignificada en una forma de vida; la dignidad es la sustancia de los derechos humanos, es la satisfacción de los derechos.

Con esa anécdota quería terminar, porque realmente la plenitud de los derechos sociales va a ser la sustancia siempre de un sistema socialista, y eso es lo que nos hace falta. Muchísimas gracias.

Foto: Pedro Pablo Chaviano/Revista Temas.

Rafael Hernández: Este número tiene el foco en derechos y políticas sociales en la sección primera, que se llama Enfoque, pero tiene otras cosas que solamente quiero mencionar porque son también del mayor interés, sobre todo por hacer la presentación aquí en la Universidad de La Habana. creo que es doblemente interesante.

Nosotros hacemos, en la revista Temas, unos debates que se graban y se publican en cada número de la revista. Al principio era una mesa redonda que hacíamos en una habitación, y luego lo convertimos en una actividad pública que se llama Último Jueves, que hace veintidós años estamos haciendo. Este que publicamos aquí tiene como título algo que se relaciona con el tema de la revista: “Emprendedores y empleados, ¿cuáles relaciones laborales?”.

Casi nunca, cuando se habla del sector privado, se habla de esas relaciones laborales, como si los que trabajan en el sector privado fueran una masa homogénea, como si los dueños y los empleados no pertenecieran a grupos sociales diferentes.

Los problemas de estas relaciones, no son solamente los que están reflejados en un código laboral, sino que tienen que ver también con la vida en una entidad, en una empresa, y aquí tenemos en este panel a dueños de empresas, a trabajadores de algunas empresas, a investigadores del tema del trabajo y de las relaciones laborales en Cuba.

También incluimos dos textos que fueron premiados en el Premio Temas de Ensayo del año pasado. En numerosos casos, los premiados han sido profesores universitarios, de esta universidad y de otras. Esta vez fueron “La ética en el centro de definición sobre el futuro de Cuba”, escrito por un autor mexicano, Gabriel Ramos, y un texto de Ivette Fuentes de la Paz titulado “Cosmos visual, nueva semántica poética: hacia un posorigenismo”.

El número trae también otros ensayos, como por ejemplo “Documentos en Cuba: reflexiones desde la historia de la legislación archivística”, un tema al cual no le prestamos mucha atención, salvo cuando tenemos que meternos en un archivo, pero que tiene una importancia capital para lo que es la preservación de la documentación, y “El significado simbólico de construcciones sociales en la cultura totonaca”, un estudio muy interesante y actual de esa cultura, un poco desconocida para nosotros. Y termina con reseñas sobre el cine coreográfico de las pioneras norteamericanas y la presencia de directoras en el cine colombiano, muy oportunos, ahora que estamos en medio del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.

Quiero terminar exactamente con un punto que mencionaba Mylai. Ningún número de la revista Temas trata los problemas que son relevantes para Cuba vistos solo desde Cuba y por autores cubanos.

En el diseño y en la concepción de la revista está que no hay problemas únicamente cubanos, y para eso es imprescindible que en todos los números haya estudios hechos por otros autores acerca de la realidad de su país en relación con el tema escogido, y este es el caso de los trabajos que ella ha reunido aquí desde esa posición privilegiada que tiene de ser profesora de derecho en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de manera que es el contexto de esas diferentes visiones — de un jurista norteamericano, o alemán, o español, de un sociólogo mexicano — sobre esta problemática lo que le da profundidad, lo que le da una tercera dimensión a la lectura de este conjunto de textos de investigación, como decía, que componen esta revista.

En este número de Temas que yo he empezado por evocar sobre Prácticas de los derechos humanos, lo que hizo Neila Aguado fue entrevistar, hacerle las mismas preguntas a un grupo de especialistas, a Miguel Alfonso, que fue un destacado profesor de derecho internacional y diplomático, a Jorge Gómez Torres, que en ese momento era especialista en el Ministerio de Justicia, a Mahela Ferrari, profesora de esta facultad, que no sé si seguirá siéndolo, supongo que sí, a Armando Torres, juez del Tribunal Provincial. Los menciono deliberadamente porque quiero terminar con una invitación a los profesores y estudiantes de la Facultad de Derecho a que escriban para la revista Temas. Somos una revista de investigación, tenemos una certificación del CITMA como publicación científico-técnica, es decir, un respaldo formal desde el punto de vista de las exigencias académicas.

Foto: Pedro Pablo Chaviano/Revista Temas.

Y quiero reiterar algo que he dicho otras veces cuando hemos tenido la oportunidad de venir a la universidad: la revista Temas existe porque hay profesores y graduados universitarios que escriben para ella. Una vez sacamos la cuenta y 33% de todos nuestros autores eran graduados de la Universidad de La Habana y eran o habían sido profesores de aquí. Mylai Burgos demuestra que lo que nosotros vemos como una tragedia, que es la emigración, no necesariamente es una ruptura de los vínculos; que se puede estar afuera y se puede estar trabajando para aquí. Yo le quiero reiterar las gracias a ella por demostrarlo con este número de la revista, por permitirnos hacer una contribución fundamental a un tema tan importante como este desde México, donde ella tuvo la fortuna de enamorarse de un mexicano, algo que probablemente no estaba en sus planes. Repito que todos esos académicos, esos investigadores que han colaborado o no con la revista Temas o con otras revistas cubanas, dondequiera que estén, están invitados a colaborar, y los que están aquí, mucho más.

Muchísimas gracias a la Facultad de Derecho por recibirnos aquí, ya teníamos nostalgia de venir, y a la UJC, por haber sido la promotora de este encuentro No se van a librar de nosotros tan fácilmente. Tenemos un número prácticamente terminado que está dedicado a África, escrito completamente por autores africanos y armado por un reconocido estudioso de esos temas.

Nosotros tenemos un vínculo ideológico, afectivo, cultural, con ese continente, pero me parece que sabemos muy poco acerca del África contemporánea, y poder tener acceso a estos autores es algo que queríamos hacer hace tiempo.

Le comenté a la rectora la idea de presentar ese número aquí en la universidad, y me dijo que por supuesto que sí, así que esperamos volver por aquí próximamente, y esperamos que los vínculos de la Universidad, de todas sus instituciones, de todas sus facultades, y también de las organizaciones de los estudiantes universitarios, sientan que la revista Temas y los debates de los Último Jueves, que son muy fáciles de poner en la agenda porque son los últimos jueves de cada mes, son parte de ustedes.

Muchísimas gracias.

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Temas es una publicación trimestral cubana, dedicada a la teoría y el análisis de los problemas de la cultura, la ideología y la sociedad contemporánea.