Las Tunas
Cuba, nuestro bello país
Su nombre está lleno de misticismo, pues devino de una leyenda cuya magia envuelve y despierta interés por conocerla
Por: Katina Herrera Ponce
En el recorrido por nuestro bello país llegamos ahora al Balcón del Oriente Cubano, puerta de entrada al este de Cuba.
Exactamente, estamos en Las Tunas, provincia que, sin lugar a dudas, tiene una historia que enamora.
Según se refiere, en los corrales de San Gregorio estaba ubicada la gran hacienda ganadera de Jesús Gamboa, rico jerarca local a cuyas fincas iban comerciantes de Puerto Príncipe, Bayamo y Manzanillo. Su ganado gozaba de fama y todo el que venía a adquirirlo solía decir: “Voy para la hacienda de Las Tunas”.
Tanto fue repetida la frase que perduró en el vocabulario popular y luego el pueblo adquirió ese nombre al fundarse la ciudad, en 1796.
Las Tunas es una de las provincias más desconocidas, pero, a su vez, de las más auténticas. Es una ciudad ideal donde se puede sentir la pura esencia de Cuba. Pequeña pero acogedora y rústica, te atrapa con sus encantos. Su nombre proviene de un cactus que actualmente prolifera en patios, jardines, azoteas y varios rincones de la urbe.
Limita al norte con la provincia de Camagüey y el océano Atlántico; al este, con la provincia de Holguín; al sur, con Granma y el golfo de Guacanayabo; y al oeste con Camagüey.
El llamado Balcón del Oriente Cubano tiene un clima agradable todo el año y, como su tierra es fértil, basa su economía en la producción de azúcar y sus derivados.
Está situada en la parte oriental del país, y en ella podrás admirar paisajes vírgenes y únicos, de impresionantes espacios naturales, como el monte Cabaniguán, increíble reserva natural repleta de fauna y vegetación exótica situada en Jobabo. También el hermoso lago azul, en Manatí, con sus aguas
teñidas por minerales que le dan su color característico.
Las Tunas es considerada la meca del movimiento escultórico nacional y la capital de la escultura cubana, por las más de cien obras que decoran la ciudad.
Dispone de una vida cultural muy activa. Entre las actividades de trascendencia nacional que programa destaca la Jornada Cucalambeana, principal evento de la décima, un estilo de poesía oriundo de Cuba.
Su creador, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, es conocido como el Cucalambé, de ahí el nombre del evento. Además, la danza, la música, la literatura y el teatro son expresiones fuertes de su cultura.
Otros lugares histórico-culturales que no puedes dejar de visitar en tu recorrido son: el Museo Provincial Mayor General Vicente García, el Museo Memorial Mártires de Barbados, el Jardín Botánico, repleto de exótica vegetación y ubicado en El Cornito, la fuente de las Antillas, obra de la reconocida Rita Longa, conjunto escultórico que narra una vieja leyenda de amor de la zona y que representa a la isla de Cuba en el cuerpo de una mujer.
Por su parte, la Plaza Martiana constituye otra de las joyas nacionales que rinde tributo al Apóstol de Cuba. Posee uno de los relojes de sol más grandes del continente, el cual, además de dar la hora con bastante precisión, anuncia otros cinco eventos astronómicos e históricos, plasmados en su piso de mármol. El arquitecto líder de su realización fue Domingo Alas Rosell, de quien es también la Casa Insólita, un conjunto recreativo con numerosos experimentos físicos y matemáticos.
