¿Por qué el bloqueo es un crimen de lesa humanidad?

Desde el 3 de febrero de 1962, cuando el presidente Kennedy firmó el bloqueo contra Cuba, las sucesivas administraciones norteamericanas han ratificado esa política. Desde entonces, el bloqueo ha sido el principal obstáculo para nuestro desarrollo. Ello ha significado casi sesenta años de carencias en todas las áreas de la vida social y económica del país.

Por: María Luisa García Moreno

Desde el 3 de febrero de 1962, cuando el presidente Kennedy firmó el bloqueo contra Cuba, las sucesivas administraciones norteamericanas han ratificado esa política. Desde entonces, el bloqueo ha sido el principal obstáculo para nuestro desarrollo. Ello ha significado casi sesenta años de carencias en todas las áreas de la vida social y económica del país.
Aunque su sentido y empleo varía a través del tiempo y de acuerdo con las
circunstancias, asedio, sitio y bloqueo son tres términos que se usan en referencia al hostigamiento prolongado de una plaza. Suele ir acompañado del asalto con el propósito de conquista mediante la fuerza o el desgaste — agotamiento físico o moral, inseguridad, descontento, zozobra, debilitamiento moral y de la capacidad de lucha — . Suele acompañarse del rodeo o cerco, y el cierre de las líneas de comunicación para evitar que lleguen suministros, tropas, información o ayuda de cualquier tipo al enemigo.
A lo largo de la historia han existido numerosas operaciones militares que se han basado en el asedio; pero quizás el más famoso de todos sea el sitio de Troya, la antigua Ilión, de donde procede el título Ilíada del famoso poema de Homero.
En los tiempos modernos también se utilizó el bloqueo; un ejemplo fue el llamado “bloqueo continental”, implantado por Napoleón contra Inglaterra. Tras su derrota en la batalla naval de Trafalgar (1805), Napoleón optó por la guerra económica, para lo cual tuvo en cuenta que buena parte de la economía de Inglaterra estaba basada en la exportación de productos manufacturados hacia Europa y el resto del mundo. Su bloqueo fue un embargo — “prohibición del comercio y transporte de armas u otros efectos útiles para la guerra, decretada por un gobierno” — ; pero comercial, el cual
vetaba la compra y venta de todos los productos británicos en Europa. Sin embargo, a Napoleón le salió el tiro por la culata, pues Inglaterra, aprovechando que Francia no tenía una marina capaz de controlar las rutas comerciales, amplió sus mercados en Asia y logró presionar a España para que permitiera el libre comercio con sus colonias en América, lo que le permitió acceder a un nuevo y vasto mercado.
Por otra parte, Estados Unidos, tras su Declaración de Independencia (4 de julio de 1776), comenzó un proceso de expansión, en el cual se emplearon como métodos la adquisición de territorios, el despojo y la guerra. Compró Louisiana, Florida y Alaska.
Se apropió del 51 % de México, mediante una guerra de rapiña. En 1898, mediante la intervención en la guerra que ya los cubanos le tenían ganada a España, se apoderaron de Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam, y convirtieron a Cuba en un protectorado — “soberanía que un Estado ejerce sobre otro, que no ha sido incorporado plenamente a su territorio y en el cual existen autoridades propias” — . En esa, la primera guerra imperialista de la historia, también funcionó el bloqueo naval.
Otro ejemplo tuvo lugar en junio de 1941, cuando las fuerzas militares de la Alemania nazi emprendieron la invasión contra la antigua URSS. La operación fue llevada a cabo por tres gigantescos ejércitos, uno de los cuales debía tomar Leningrado (hoy, San Petersburgo). En la primera mitad de septiembre, la ciudad fue completamente cercada y hacia finales de octubre de 1941, la situación ya era desesperada: los efectos de la hambruna se hacían sentir; la falta de combustible impedía emplear cualquier tipo de calefacción, lo que coincidió con uno de los peores inviernos (-30 °C) que había vivido
la ciudad y causó la muerte de miles de civiles. ¡Familias enteras perecieron congeladas dentro de sus propios hogares! El sitio duró 872 días y costó la vida a 1,2 millones de personas. Fue uno de los más crueles genocidios de la historia de la humanidad, cometido con la deliberada intención de vencer por hambre y frío a miles de personas.
Que “el bloqueo es un acto de guerra” es un principio aceptado desde la Conferencia Naval de Londres, en 1909. No obstante y sin declaración de guerra, desde el 3 de febrero de 1962, cuando el presidente John F. Kennedy firmó el bloqueo contra Cuba, las sucesivas administraciones norteamericanas han ratificado esa política. Desde entonces, el bloqueo ha sido el principal obstáculo para nuestro desarrollo. Ello ha significado casi sesenta años de carencias en todas las áreas de la vida social y económica del país. Si lo comparas con los casi tres años que duró el bloqueo a Leningrado, podrás medir la estatura de la resistencia de nuestro pueblo.
El bloqueo militar se define como el “conjunto de medidas y acciones para interceptar las vías de comunicación marítimas y aéreas con el exterior, la navegación de cabotaje, e, incluso, las comunicaciones, para lograr aislar un país del resto del mundo, con el objetivo de impedir todo acercamiento y abastecimiento de cualquier tipo”. Si reflexionas al respecto, comprenderás que, aunque no se vean armas de por medio, enfrentamos una estrategia de guerra no convencional, en la cual son evidentes los esfuerzos para aislar a Cuba y debilitar su vida económica con el objetivo de provocar hambre y desesperación, y como consecuencia, el derrocamiento del Gobierno. Además, en estos tiempos difíciles de pandemia, el bloqueo, como estrategia de exterminio, se ha recrudecido.
El primer instrumento internacional que habla expresamente de crímenes contra la humanidad fue el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg (1945) con el que se juzgaron los crímenes cometidos por el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Se consideran crimen contra la humanidad o crimen de lesa humanidad, de acuerdo con el Estatuto de la Corte Penal Internacional aprobado en julio de 1998, los actos inhumanos que se realicen como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil. Entre los actos inhumanos prohibidos está el exterminio, que se define como la “la imposición intencional de penosas condiciones de vida y la privación del acceso a alimentos o medicinas entre otras acciones, encaminadas a causar la
destrucción de una parte de la población”. Ello evidencia por qué el bloqueo es un crimen de lesa humanidad. Si lo dudas, lee lo que escribió sobre Cuba, el 6 de abril de 1960, en un memorando clasificado, el entonces subsecretario de Estado estadunidense, Lester Mallory:
[…] El único medio posible para hacerle perder el apoyo interno [al Gobierno Revolucionario] es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria […] Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica […] negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno. 1
Así operaban en 1960, cuando la Revolución estaba recién nacida y así operan hoy.
Como saben que por la fuerza no conseguirán nunca doblegarnos, su intención es asfixiarnos económicamente. No saben aún que cuando un pueblo decide resistir, no hay fuerza capaz de vencerlo.

1 Cit. por Bruno Rodríguez Parrilla, al intervenir en el 74 periodo de sesiones de la ONU, en http://www.granma.cu/mundo/2019-09-28/