đ„ |Una foto en el podio â âTodo Va a Estar Bienâ Santiago VĂ©lez [Reseña]
No sĂ© en quĂ© momento todos empezaron a coincidir en que las leyendas del rock, la salsa o cualquier gĂ©nero se habĂan convertido en eso: leyendas que enmarcaron una Ă©poca. Como sea que fuese, sucediĂł y hoy reproducimos sin cesar a quienes durante varios años han aplaudido y coreado con pasiĂłn en conciertos.
Lo que si es certeza, es que aĂșn cuando entre lĂĄgrimas se han padecido mĂĄs que celebrado las canciones, enmarcar en ellas un momento o recuerdo es algo comĂșn y natural entre las audiencias, pero ÂżQuĂ© sucede cuando quien hace la canciĂłn, es a su vez, el encargado de tomar la foto de lo que en algĂșn tiempo nos recordarĂĄ este pedacito de tiempo que es el presente?
Me atreverĂa a decir que la escena indie en MedellĂn le apuesta a eso, una foto tomada, que como todo recuerdo, se carga de la melancolĂa que genera pensar las cosas como efimeras. Esta sensaciĂłn la encuentro en âTodo va a estar bienâ de Santiago VĂ©lez, un retrato a la euforia de la noche, grabada para el despĂșes, uno que tal vez sea la mañana siguiente y su resaca, o lo años que vienen con los amigos que siguen y los que se van.
Seguro el tiempo pasarĂĄ, algĂșn dĂa estaremos por Ășltima vez parchando en las ratoneras del PP sin saber que era la Ășltima vez, como le pasĂł a nuestros papĂĄs con otros lugares y con otra mĂșsica de fondo, pero a diferencia de ellos, que seguramente tambiĂ©n sienten melancolĂa al escuchar alguno de sus temas de juventud, es que nuestros amigos y lo todo lo que escuchamos ha estado cerca de nosotros, y por ende, nos define de forma precisa.
Con lo anterior, no quiero decir que la mĂșsica de antes sea menos importante y parecida a sus oyentes, no, me refiero a que la posibilidad de hacer mĂșsica desde un âpequeño cuarto azulâ como lo habĂa hecho ya VĂ©lez, nos regala la posibilidad fidedigna de no dejarnos caer en las trampas de la memoria y poder quedar como otra generaciĂłn, insignificante o no, plasmada en un video, canciĂłn o disco.
Escena siempre ha habido, jóvenes creando también, pero ahora no querer ser leyenda, grabar desde la casa o desde el sitio donde parchas con tus amigos y que sean ellos mismos quienes escriben sobre vos, es finalmente, la prueba de que celebrarnos y vernos pequeños ha sido nuestro sincero triunfo.