Sin excusas

Sergio Herranz
Rocket Studio UX
Published in
3 min readMar 9, 2018

Investigar y testar con usuarios son dos actividades cada vez más recurrentes en un proceso de diseño. Pese a su indiscutible potencial, hay ocasiones en las que las limitaciones de coste y tiempo hacen que algunas empresas duden si incluir estas actividades en el proceso de diseño. En este breve post queremos explicar que puede resultar todo lo contrario: investigar y testar te puede ayudar a ahorrar tiempo y dinero.

“A man looking through binoculars in the desert” by Evan Kirby on Unsplash

La investigación y el testing con usuarios no es caro.

El concepto caro o barato depende mucho del presupuesto y percepción personal de cada uno así que hablemos mejor de si es un dinero bien empleado. Lo primero a tener claro es que el éxito de tu producto va a depender de los usuarios, de que les aporte valor y les resulte gratificante su uso. Con esta idea en mente, no investigar y testar deja los siguientes interrogantes:

  • El producto podría ser confuso para el usuario final
  • El producto podría tener diversas fricciones que disuadan al usuario de usarlo
  • El producto podría tener funcionalidades que el usuario no quiere o necesita
  • El producto podría tener un enfoque que no se corresponde con el modelo mental del usuario

Investigar y testar permite reducir la incertidumbre alrededor de estos interrogantes, minimizando los riesgos de que un producto, idea o servicio no sea adecuado para los usuarios o tenga grandes puntos de fricción que les disuadan de usarlo. Al final es como saltar con red, reduce los riesgos dando más certeza de que lo peor no puede pasar. La red tiene un coste pero ¿y saltar sin ella?

Por otro lado, es bien sabido que el coste de los cambios es exponencialmente más alto cuanto más nos acercamos al producto o diseño final. Considerando esta evidencia, cada mala decisión, problema o fricción que se identifique testando antes de lanzar el producto será un coste que se habrá ahorrado.
Por ejemplo, MacAfee logró reducir un 90% los costes de soporte después de incorporar el testing con usuarios a sus procesos, o el caso de un hallazgo detectado en un análisis de usabilidad que al corregirlo (modificar un formulario de pago) supuso un incremento de 300 millones de dólares al año (The $300 Million Button)

Investigar y testar no aumenta los tiempos de desarrollo.

En la actualidad contamos con numerosas técnicas y herramientas que nos permiten trabajar en procesos ágiles haciendo una investigación muy dinámica y faseada. Por ejemplo: es posible evaluar un producto (tanto su concepto como su diseño) en 3–4 días, llevar a cabo tests internacionales que se moderan en una semana o diseñar procesos de testing remotos no moderados que son muy rápidos y efectivos. Todo ello siempre proporcionando hallazgos concretos y accionables. A esto debemos añadir que estas técnicas en muchos casos se pueden hacer en paralelo a otras fases del proyecto y que gracias a ellas el resultado del producto es mucho más fiable.

Nuestra recomendación es que no se debería iniciar un proceso de diseño sin investigar y, sobre todo, no se debería lanzar un productos servicio o idea sin ser testada antes.

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