42K. La próxima meta.

Curiosa
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4 min readFeb 18, 2017
Amo esta fotografía de CAF

No sé muy bien porqué no había escrito anteriormente sobre esto. Supongo que entre tanta cosa, alboroto y caos se me pasó.

En diciembre de 2014 mi amigo Ernesto Linzalata me invitó a su programa de radio “Tiempos de corredores”, allí me preguntó para cuándo me animaba a hacer un maratón. Mis ojos casi se salen de órbita, pegué un gritico y riéndome de forma nerviosa le dije que “nunca”, que eso era muy rudo para mis rodillas (cosa que es cierto). Me dijo que lo intentara en 2016 y yo seguía súper incómoda porque no sabía cómo decirle que estaba loco, que no lo iba a hacer. Entonces, me dijo: “bueno, para 2017, pues”. Yo me reí y ahí dejamos el asunto.

Ahí quedó la semillita…

Comenzó el 2016 y yo estaba preparándome para mi segundo 21K en CAF. Ese día fui a esperar a “Anita bella de la montaña” para verla cuando llegara a la meta de su primer maratón. Tomé muchas fotos y vi las caras de cansancio y esfuerzo de muchos de mis partners. Nunca olvidaré la cara de Miguel tomado de la mano de sus hijos y la cara de Ana Gabriela cuando vio a su familia y se puso a llorar.

Ese día, yo me dije, yo tengo que experimentar esto. Yo tengo que saber qué se siente, tengo que vivirlo. ¡Yo voy hacer el maratón de CAF!

No le dije a nadie, a absolutamente nadie. Bueno, casi.

Fui comprando zapatos, medias, geles, en fin, todo lo que creía que podía servirme tanto para los largos entrenamientos como para la carrera.

Fui escogiendo la música, fui haciendo la idea en mi mente. En las noches iba corriendo en mi mente por toda la ruta, pero me quedaba en la Avenida Francisco Solano, porque nunca había hecho esa ruta, así que me sentía como corta.

A ella sí le dije

El día y momento en que recibimos la noticia de la muerte de mi tía recibía un Tweet sobre el día del maratón: abril 30.

La última vez que hablé con mi tía iba hacer los 21K de CAF (26 de abril), le dije que estaba pensando en hacer un maratón y me dijo: “Tú sí eres arrecha, mi amor. Hágalo, hija”. Obviamente, ella estará en mi mente ese día porque se lo dedicaré...

En fin… la fecha cambió del 30 de abril al 26 de marzo, así que comenzaron los cambios en el entrenamiento. Desde el día que me inscribí y obtuve mi número me dije que no quería estrés innecesario, gritos, ni nada que me bajara el ánimo en miras a esa meta, porque lo que yo quiero es terminar la carrera lo mejor posible. Es por eso que, lo mejor que me pasó fue comenzar a entrenar sola.

Comencé a unir varios entrenamientos, un par de amigas me ayudaron bastante al principio (Maria Alejandra e Inés) y Ernesto Linzalata enseguida se preocupó por mí y quería saber si iba a seguir con la idea de hacer el maratón. Le dije que sí y se puso a la orden. Dios lo bendiga. Buenos datos, apoyo y ayuda que me ha dado.

Yo sabía en lo que me estaba metiendo

Sabía que iba a tener que dejar algunas cosas a un lado, sacrificar otras, que habría gente que no me iba a entender ni a apoyar, que tendría que agregar más días de entrenamiento y hacer ejercicios diferentes que probablemente harían que tuviera más dolor en mis rodillas.

Lo que no sabía era lo extremadamente cansada que iba a estar. Lo soledad nunca me pegó porque justamente eso me ha ayudado a fortalecer otra cosa muy importante: la mente. La primera que te dice que dejes la corredera y te pares.

A estas alturas ya hice mis primeros 30K y dos veces he hecho 35K. Los primeros 30 fueron muy-muy satisfactorios. Claro que la ruta es súper plana, por lo que quería hacer mis primerso 35 en algo más parecido a la ruta de CAF.

Afortunadamente, hubo un entrenamiento abierto en donde hubo mucha participación de corredores y estuve con dos partners los primeros 10 kilómetros, el resto lo hice solita y ¡ay, Diosito!, vaya si fue duro cuando llegué al kilómetro 33. ¡Pero lo hice!

La segunda vez que hice 35K fue la semana pasada y decidí hacerlos sola y en la Cotamil. Una ruta súper exigente y dura, pero con la tranquilidad de que tenía dónde tener hidratación, via cerrada y gente que conozco, en caso de que me pasara algo.

Para haber sido en esa ruta me fue muy bien, sigue siendo rudo pero no tanto como la primera vez, así que la verdad me siento muy-muy bien con el desempeño que he tenido y con los resultados.

No hablemos de los kilos que he perdido, jajajaja. Estoy pesando 50 kilos. O_O y por supuesto, no puedo subestimar el maratón. Eso es lo que más recuerdo de Ernesto, sus palabras: “El maratón humilla”. Vamos, son 42 kilómetros, no es fácil, pero tampoco imposible.

Así que, ya les eché el cuento completo (si leyeron hasta aquí), ya estoy más montada en el aparato, nerviosa, pero no tanto como para asustarme sino para emocionarme más. Muy confiada en mí, porque aunque lo haga en 5 horas me sentiré muy feliz de poder hacer ese check en mi vida y decir que lo hice.

Falta poco, apenas 5 semanas. #RunCuriosaRun

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Run Curiosa Run

Una bloguera y publicista que trabaja en Social Media, que curiosea para aprender y descubrió una nueva pasión: Correr