Cumplir metas
Hace 3 años, cuando comencé a correr, veía con admiración a esos que iban volando en el parque o en la cotamil. Esos que parecían no cansarse.
La primera vez que corrí 10K dije que era toda una proeza bajar de la hora al corre esa distancia. Conocí gente que tenía más tiempo que yo y que se quedaban en 1 hora o 1 hora y 1 minuto. (Porque cada segundo y cada minuto cuenta como si fuera oro).
Mi última carrera de 10K hice 1:01:53 y me sentí ¡feliz! Recuerdo mi grito cuando llegué a la meta y la cara de mi papá cuando me vió cruzar. Son pequeñas cosas que para otros son nada, pero para uno es muchísimo.
Con la situación de la economía, ahora nos va a costar más inscribirnos en las carreras. Yo nunca había corrido una carrera por fuera. Me parecía un irrespeto. Esta vez me tocó porque el entrenador quería que, los que no nos podíamos inscribir, hiciéramos un chequeo. No me quedó de otra.
Salí tranquila, con buen clima y casi sin sol. Iba consciente de que no iba a dar el 100% porque no quedaría registrado en ningún lado ni me darían ninguna medalla, pero … la mente y el cuerpo pensaban otra cosa.
Los primeros 5K los hice tan sabrosos que me sorprendió ver el tiempo que iba haciendo. Mis mejores 5K: 28 minutos. Bajé un poco la velocidad porque sabía que el regreso era candela.
No contaba con que la ruta nos la habían extendido hasta el comienzo de Petare, pasando La California Norte. Eso significaba, más trecho del falso plano + dos elevados. Aquí el cuerpo no manda, manda la mente.
Comencé a notar que bajaba la velocidad. Preferí eso que caminar. Cuando llegué al elevado de Los Dos Caminos sentí que me espiché, como un caucho, pero exprimí lo que me quedaba y llegué a la meta con una sonrisa de boda que ninguna medalla ni ningún tiempo registrado podía mejorar.
Este es mi propio registrado. Ese logro fue mi mejor medalla. Me doy por bien pagada.
Vaya que el entrenamiento ha dado resultado. Mi coach me dijo que bajaría de la hora, y la verdad, no le creía.
Ahora el foco son los 21K de CAF. Otra ruta, un trecho más largo, y sobre todo: ¡más calor!
Aunque quiero hacer un buen tiempo — en mi mente tengo fijo 2:15 — pienso que es algo pretencioso. Así que seguiré el consejo de muchos de tomármelo con calma, conocer y disfrutar la ruta, y ver qué tal me va.
No falta nada y cada día me da más miedito, pero para allá vamos.
Hoy es un día de sentimientos encontrados. Mi abuelita bella y querida cumple 23 años que se fue. Ella ha sido mi ejemplo de lucha y amor. Ella estaría feliz de que me sienta feliz con mi logro, me daría un abrazo y un beso enorme…
Aquí con los ojos aguarapados le dedico este pedacito de logro en este día en que la felicidad y la tristeza se mezclan.
Esta fue por ti, mi abuelita de los cuentos de hada.
