Diseño de Interacción

El reto de donar en vida

Isabel Arenas
Salud en el mantaverso
10 min readJun 3, 2022

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En el curso de diseño de interacción de La Nave Nodriza uno de los retos que nos propusieron fue:Mejorar la sanidad pública y el bienestar de los ciudadanos a través de una solución digital”. Así, algo sencillito.

Después de varias sesiones de trabajo en La Nave, compartiendo información, experiencias de pacientes y problemas detectados en el campo de la salud, tocaba definir esa necesidad concreta sobre la que poner foco. Indagas, buscas, lees, hablas… y básicamente no consigues salir del gran ovillo de necesidades que hay en LA SALUD.

De todos los problemas detectados en una primera investigación secundaria, uno resonó en mi cabeza: los transplantes de médula ósea. Recordé que en su momento una amiga enfermera me dijo que teníamos que hacernos donantes de médula, que en realidad era algo fácil y muy rápido. Al final, pasó el tiempo y nunca llegué a hacerme donante. Me di cuenta de que no había vuelto a oir hablar de la donación de médula ninguna otra vez.

Con una rápida investigación de guerrilla descubrí, que en un 80% de los casos las personas no eran donantes ni se habían planteado serlo. De quienes sabían algo sobre el tema, sólo el 52% lo sabía por un canal público.

Con toda la información obtenida hasta el momento redefiní el reto:

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¿Por qué no donamos médula? Objetivos de investigación

A partir de otra investigación secundaria mediante estudios, artículos y varias webs, diseñé el objetivo de la investigación: entender qué relación existe entre los ciudadanos y este tipo de donación, considerando tres focos principales:

  1. Saber si realmente hay pocos donantes de médula, y si es así por qué.
  2. Averiguar qué saben las personas sobre la donación de médula.
  3. Entender cómo y por qué llegaron a ser donantes los que sí lo son.

Según las estadísticas de la Organización Nacional de Transplantes, el número de donantes de médula en España en 2021 es de 452.552, sólo un 0.95% de la población. Esto confirmaba la primera hipótesis: efectivamente hay pocos donantes en España.

Pero, ¿quién puede ser donante? En España, desde 2018, se ha limitado la edad para el registro de donantes de médula hasta los 40 años. Sí, a esa edad nuestra médula ya “es vieja”. Según varios estudios, los mejores resultados en los transplantes se obtienen cuando se realizan con médula procedente de alguien entre 20 y 35 años. Por este lado, la estrategia del diseño del producto digital ya venía delimitada por un marco de edad.

En ese punto elaboré una encuesta enfocada a obtener datos sobre la cuestión 1 y 2 del plan de investigación:

  • Qué conocen los ciudadanos sobre el tema.
  • Dónde han obtenido la información.
  • Qué piensan/sienten sobre la donación de médula ósea.
  • Se han planteado alguna vez hacerse donante, por qué.
Guion entrevista

La donación de médula nos da miedo

La mayor barrera hallada entre los encuestados que sí habían oído hablar sobre la donación de médula ósea, fue el miedo. Un miedo causado por distintos motivos y en distintos grados, que hacía que no dieran ni siquiera el paso de informarse, a no ser que tuvieran a alguien en su círculo cercano que les motivara.

Circulan mitos y desinformación sobre agujas enormes, punciones lumbares, la médula espinal y la columna vertebral. Que duele, que es complicado, que es peligroso. Términos que también fueron repetidos en las entrevistas en profundidad cuando relataban la experiencia y el proceso de hacerse donante.

“Uno siempre ha escuchado que el proceso puede ser doloroso y que requiere de mucha precisión para su correcta ejecución, lo que siempre da cierta inseguridad acerca de la fiabilidad del proceso”

“Existen “muchos rumores por ahí que hay que desmitificar” para que la sociedad sea plenamente consciente de lo que implica este proceso que salva vidas” Juan José Clavería, vicepresidente de Dona Médula Aragón

¿Y quienes sí se hicieron donantes?

En cuanto a la forma de captación de donantes, en su mayoría tiene lugar durante campañas, localizadas junto al autobús de las donaciones de sangre o en las universidades. La mayoría desconocían este tipo de donación y lo que implica.

¿Cómo y por qué llegaron a ser donantes?
El último punto de la investigación, lo abordé en profundidad con las entrevistas. En ellas puede identificar que los usuarios recuerdan haberlo vivido el proceso con muchas dudas e incertidumbre. Se hicieron donantes en distintas campañas y a pesar de la desigualdad del procedimiento y trato, en todos los casos los recuerdos y emociones eran similares. El miedo estaba presente aunque finalmente decidieron apuntarse motivados por la idea de poder ayudar a salvar a alguien.

“Tenía miedo porque no sabía cuál era el proceso, pero ya que estaba allí pensé que tenía que hacerlo si con eso podía ayudar a alguien”

“Me sentía que estaba haciendo algo importante. Era guay pero también tenía miedo del proceso”

¿Cómo se sienten durante el proceso?
Principalmente coinciden en haber sentido desconfianza e incertidumbre por tratarse de un proceso heterogéneo, sin transparencia ni visibilidad.

La información es proporcionada “sobre la marcha”, sin un orden ni formato establecido, dependiendo de quien te atienda. No da tiempo a asimilarla ni a llegar a comprenderla. Al terminar y marcharse, queda un sentimiento de no tener todo el conocimiento y los datos necesarios (lo cual es cierto porque no conocían el procedimiento completo de una donación), en lugar de prevalecer una sensación positiva por realizar un acto altruista.

“Nadie me explicó bien el proceso completo en el momento, pero bueno, como hasta que no te llaman tampoco tienes que hacer nada, si me llaman ya me enteraré, y supongo que podré decir que no en el momento”

“Creo que si la información me la hubieran dado en el momento, en contexto, sí ayudaría mucho. A lo mejor me daría miedo igual, porque en realidad a día de hoy sigo sin saber cuál es el proceso, pero por lo menos sabría cómo es de verdad y sin tener que buscarlo yo o preguntar en mi entorno”

Pero, y el reto de la Comunidad de Madrid, ¿qué?

Inicialmente, el reto me llevó a realizar un análisis heurístico de la web de donación de médula ósea de la Comunidad de Madrid, con el objetivo de hacer un rediseño como primer mínimo producto viable con un alcance controlado.

Realmente, la web de la Comunidad de Madrid tenía importantes problemas de diseño:

  • El orden de los bloques de información.
  • Inconsistencias en su arquitectura.
  • Contenidos sin conexión entre sí ni una narrativa.
  • Lenguaje científico y poco claro.

Básicamente incumple cualquier heurístico que se pueda imaginar. En parte por eso y en parte por el contenido mismo, a los usuarios no les resulta de utilidad prácticamente. De hecho, genera más bien rechazo y pereza hacia el tema.

Web de donación de médula Comunidad de Madrid

Cuando la investigación te hace cambiar el enfoque

Según fui avanzando en las distintas áreas de investigación, consideré necesario ampliar el análisis a otras webs principales que aparecen en una búsqueda sobre el tema. Existen webs por cada comunidad autónoma, de asociaciones, fundaciones, etc. Pero las personas siguen sin conocer la donación de médula y su importancia, y cuando llegan a estas webs por alguna campaña, se encuentran con una navegación poco intuitiva, un exceso de contenido, sin priorizar y numerosos tecnicismos que lo único que consiguen es aumentar el miedo y la desconfianza hacia el proceso de la donación.

Investigar, enfoque… ¿en qué se materializa todo esto?

Todas estas etapas previas me permitieron decidir el tipo de solución y definir los principios de diseño que guiarían las decisiones en la creación de la solución propuesta.

El formato elegido es el de landing page, con sus correspondientes breakpoints, porque aunque el público al que se dirige pasa gran parte de su tiempo navegando desde el móvil, para un tema “importante y serio” como éste, se mostró una preferencia por emplear el desktop.

La página debía cubrir las necesidades principales detectadas en la investigación:

  • Obtener información clara y sintetizada de manera fácil
  • Generar confianza y seguridad mediante la comprensión
  • Aumentar las inscripciones en el Registro de Donantes de Médula Ósea (RDMO)
  • Facilitar el proceso para registrarse

Una landing que ayude a convencer a quienes la visiten, de que donar médula no duele ni es peligroso y que pueden registrarse como donantes a través de un sencillo formulario. Y así convertirse en alguien que salve literalmente una vida.

Principios de diseño:

  • Claridad y sencillez, con un lenguaje sin tecnicismos y una elección depurada de los contenidos realmente necesarios para que los potenciales donantes comprendan el proceso.
  • Confianza y guía, diseñando una arquitectura de contenidos con una jerarquía clara, que facilita la identificación de los distintos bloques de la página y la comprensión de la información con una continuidad narrativa.
    El diseño guía al usuario a través de los contenidos, permitiendo profundizar más o menos según sus necesidades.
    Las opciones accionables del usuario son limitadas, facilitando la usabilidad y la toma de decisiones.
  • Cercanía, trabajando el UX Writing y diseñando la expresión de los contenidos para orientarlos a personas entre 23 y 35 años. Fundamental también el tono, para lograr una comunicación coloquial, pero sin que la información pierda veracidad.

Contenidos y funcionalidades que aportan valor
La información aparece dividida en bloques, priorizando de arriba abajo el contenido, pero con un menú que permite desplazarte directamente a alguno concreto.
Detrás de cada bloque de información, aparece el CTA a un formulario rápido y sencillo con el que concertar una cita para la extracción de sangre necesaria para entrar en registro de donantes (RDMO). Un formulario que tendría un feedback para el usuario mediante email, informando del punto de su solicitud y de cuándo ha entrado a formar parte del registro.
Tras aportar toda la información, aparecen testimonios, de donantes y pacientes, para motivar y animar a la donación.
Y no menos importante dadas las características de comportamiento de las personas con estas edades, un apartado con contenidos realizados para compartir y publicar en las distintas redes sociales.

¿Y el diseño visual?

Con los principios de diseño siempre en mente y algunos otros datos a tener en cuenta definí el diseño visual de la landing.

El estudio de las tendencias para la franja de edad que aquí nos interesa principalmente (18–30) nos dice que sólo te dejan unos 8 segundos para decidir si se quedan en tu web o se marchan, que consumen gran parte de su tiempo conectados en redes sociales, que les gusta tener contenido que compartir, ver lo que comparte su entorno, los perfiles que siguen…

Unos colores cálidos, inspirados en el cuerpo humano pero sin llegar a acercar demasiado la sangre. Formas redondeadas, suaves y blandas. Los colores intensos, que capten la atención del público al que va dirigida la landing. Alguna microinteración que dinamice pero no compita con el CTA.

Una tipografía con serifa que aporta confianza pero que al mismo tiempo resulta amable y acogedora gracias al formato y acabado redondo de sus caracteres. En párrafos y encabezados secundarios se busca la sencillez y legibilidad, de manera que se transmita claridad y en ningún momento se pierda el contenido ni la posibilidad de lectura rápida.

A lo largo de la landing aparece el link a un formulario que facilitaría enormemente el proceso de captación de donantes. Sería un formulario que pone en contacto al interesado con el centro de extracción de sangre elegido y hace un primer cribado de quien padece determinadas dolencias que imposibilitarían su papel como donante. De esta manera no sería necesario buscar a los donantes en campañas presenciales, agilizando el proceso, ahorrando costes y llegando a un público que de otra manera quizá desconocería el problema.

Y como un hecho vale más que párrafos y esquemas, aquí podéis ver el prototipo del proyecto.

De momento hasta aquí puedo leer…

La verdad es que he disfrutado muchísmo haciendo este proyecto y he comprobado que de verdad hay un reto para conseguir nuevos donantes de médula. Así que si alguien está interesado en colaborar con mejoras o en implementar de alguna manera el proyecto o el conocimiento aprendido en este viaje, estaré encantada de que me contacte en: iarenastorrente@gmail.com

De este proyecto y el curso de interacción de La Nave, me quedo con muchos aprendizajes (y los que llegarán cuando vayan aterrizando).

  • Lo difícil que me resulta separarme de mi visión estratégica y no pensar en el diseño del servicio completo.
  • Cómo controlar esas idas y venidas entre enfoques y acabar aunándolas.
  • Truco (que en realidad es como he funcionado toda mi vida): papel, bolis y un 1200 para pensar. Nada de empezar en la patalla. Y eso que en su momento, con el Autocad, una aprende a no dejarse llevar por el zoom infinito digital.
  • En equipo siempre es mejor. En realidad soy seguidora de esa filosofía desde la universidad. Pero ya, en un sitio como La Nave, con personas que están en este tipo de cursos porque es donde tienen que estar, el equipo pasa a otro nivel más allá de trabajar, colaborar y compartir conocimientos.

Y aunque típico, necesario decirlo, en pequeñito para no alargarme y ya luego ser pesada en persona:
Gracias a las compis, a las coordis, a la capitana y a la timonel. Y a las que están en la sala de máquinas aunque se les vea menos.
Gracias por diseñar procesos y espacios de aprendizaje especiales, y por desgracia todavía distintos.
¡En serio, un campamento obligatorio de cultura nodriza para los que mandan!

Y gracias a las profes-pro que han venido a darnos clase.

Isa A

Aquí os dejo el prototipo en Figma y mi Linkedin por si estáis interesados en contactar.

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