De atención primaria de urgencias a atención fuera de horario: una re-descripción
Muchos de los usuarios que han sido catalogados como mal utilizadores de servicios, deberían considerarse como personas que no pueden acceder a atención médica en horarios habituales, pero que sin duda merecen una atención de calidad, integrada y continua.
Por el Dr. Jorge Pacheco, Médico de Familia, Universidad de Concepción. Twitter: @jorge_pacheco
Cuando re-describimos, plantea Richard Rorty, liberamos nuestros discursos de muchos de sus mitos. Esta acción amplía nuestros límites y hace crecer nuestras posibilidades de acción en el mundo. La realidad re-descrita nos ofrece nuevas oportunidades y formas de resolver los problemas (Richard Rorty (1996). Contingencia, ironía y solidaridad.)
En el sistema público de salud, uno de los problemas refractarios, ha sido el uso de los servicios de urgencia. Actualmente en la atención primaria cerca de la mitad de las consultas médicas se realizan en los Servicios de Atención Primaria de Urgencia o SAPU. Estas consultas, usualmente, son de corta duración, están enfocadas al síntoma y, muchas veces, no se integran de forma efectiva con el resto de los servicios realizados en los centros de salud durante el horario diurno.
Los SAPU emergieron en la década de los noventa con el objetivo de reducir las consultas de baja complejidad en las emergencias hospitalarias. Desde su creación, su foco ha sido la atención de las necesidades de salud inmediatas de la población. Como es sabido, estas necesidades inmediatas no concuerdan con nuestras definiciones de urgencias y emergencias. Este desencuentro crea frustraciones en los equipos de salud que esperan atender sólo urgencias y en los usuarios que esperan resolver sus inquietudes.
Pareciera que necesitamos una nueva forma de describir este servicio que armonice estas diferencias irresolubles entre usuarios y prestadores. Ante la necesidad, aparece como un concepto útil la atención fuera de horario (out-of-hours services). Estos servicios se definen como toda atención realizada fuera del horario regular de los centros de salud e incluyen una amplia gama de prestaciones: atenciones de urgencias, turnos de llamadas, asesorías telefónicas, servicios de ambulancia, atenciones de enfermería, entre otras.
Lo interesante de la “atención fuera de horario” es que no se centra sólo en la respuesta a las urgencias y permite pensar el desarrollo de prestaciones más comprehensivas y flexibles que den respuesta a las necesidades de salud de los usuarios. Esto es particularmente relevante si consideramos que un porcentaje importante de usuarios de los SAPU son adultos medios (58,1%) que pueden tener dificultades de acceso en los horarios de atención habituales.
En Chile, durante las últimas décadas, el sistema de salud ha logrado una amplia cobertura de atención médica a nivel nacional. Es bastante probable que las urgencias hayan sido fundamentales en la consecución de este resultado. El desafío actual parece ser el re-diseño de los procesos de atención fuera de los horarios habituales. Si re-describimos las consultas de urgencia como atenciones fuera de horario, muchos de los usuarios C4 y C5 que han sido catalogados como mal utilizadores de servicios, pasarían a considerarse personas con dificultades de acceso en los horarios habituales que también merecen una atención de calidad, integrada y continua.
