#ThinkSmall: Nick Woodman

Esta es la historia de un surfer que encontró, entre las olas, una idea pequeña que transformó en un tsunami de éxito.

Arranque: “¿De qué sirve surfear si nadie puede ver como molan mis acrobacias en la tabla?”. Este fue el pensamiento de Nick mientras hablaba con sus colegas surfers en Indonesia. Por eso decidió atar a su mano una cámara de 35mm la próxima vez que entrara al mar. En ese instante nació la idea de GoPro, un dispositivo de grabación amarrado al cuerpo de los deportistas.

Despegue: Para financiar el proyecto, Woodman vendió collares de conchas desde su camioneta en California por €60 (que había conseguido a $1.90 en Bali). Luego de pedirle un préstamo de su padre y la máquina de coser a su madre, comenzó a realizar los primeros prototipos que exhibió por todas las ferias del condado.

Aterrizaje: En 2004, tuvo su primera gran venta cuando una compañía japonesa ordenó 100 modelos. Pero sólo en 2012, GoPro vendió 2.3 millones de cámaras al año con las que revolucionó la forma de documentar el deporte.

Think small, go big.