Empresas horizontales: ¿qué son y qué traen de nuevo?

Mara Schmitman
Schmitman HR
Published in
6 min readJul 30, 2019

Seguramente alguna vez te pasó que estás empezando tu día y desde la cama ya sentís esas ganas de no ir a trabajar. Te estás duchando y lo único que podés pensar es en cómo hacer para no ir a la oficina. Si junto a esas ganas de no ir, encontrás que la solución es mentir y decir que estás enfermo en lugar de tener la libertad de tomarte un día off, es muy probable que estés trabajando en una organización vertical.

La organizaciones horizontales son muy diferentes de las verticales y hay formas muy sencillas de identificarlas.La forma mas sencilla es comparar los organigramas. Las horizontales no presentan una estructura piramidal como la que estamos acostumbrados a ver, con los jefes, la línea fundadora o los CEOs en el vértice de arriba, y una amplia base debajo conformada por los colaboradores más operativos. Por el contrario, su estructura se rige de acuerdo a cómo funcionan y se comunican los diferentes roles. Las organizaciones horizontales prácticamente no tienen mandos intermedios: a los colaboradores se les permite tomar decisiones del día a día sin que para ello tengan que pedir un permiso específico, y a veces hay grandes grupos autogestionados. Por ello también se las conoce como organizaciones “planas”.

Las empresas horizontales están basadas en los valores que sustentan en el trabajo en equipo. Por eso, casi no existen las vías burocráticas y la comunicación se torna más fluida. Además, es muy común ver que estas organizaciones se manejen con metodologías ágiles de trabajo, lo cual también conduce a que el ambiente sea mucho más colaborativo.

Las organizaciones horizontales (holocracias, sociocracias o redarquías) requieren un perfil diferente de colaborador, muy distinto al que demandan habitualmente las grandes corporaciones o las empresas más verticales. Se busca gente que sea empática, que pueda confiar en otros y en su trabajo, que tenga la capacidad de desarrollar aptitudes de liderazgo de una manera no convencional y que tenga habilidades de comunicación así como una capacidad de escucha activa.

Foco en los valores

En sus procesos de selección, las empresas verticales apuntan a evaluar si las personas tienen las aptitudes técnicas que se necesitan para cada puesto. Las empresas horizontales, en cambio, se centran en los valores: lo primero que buscan es que los colaboradores que van a reclutar estén alineados con la empresa, y recién después apuntan a la parte técnica. Esto genera un beneficio evidente, y es que usualmente las organizaciones horizontales están libres de ciertas patologías que surgen en los lugares de trabajo, como los “politiqueos” y las disputas internas, entre otras. Además, como en este tipo de empresas la toma de decisiones queda más del lado de cada colaborador, no se observa ese particular estrés, fatiga, resignación ni apatía que suele evidenciarse en la gente que trabaja en las compañías verticales.

Ahora bien, mucha gente podría preguntarse si, al desaparecer la estructuración jerárquica convencional, no hay riesgos de que los colaboradores hagan lo que quieran y que nadie se atenga a ninguna regla, pero la realidad es que, al operar en equipo, la gente tiende a alinearse con los otros desde un lugar mucho más personal y duradero. Como hay más comunicación y colaboración, también hay mucho respeto por el trabajo del otro. El riesgo en todo caso sería que ingrese una persona que no coincida con los valores de la empresa, o que al crecer muy rápido una empresa horizontal no pueda encontrar la forma de sostener sus valores a través del tiempo.

Otro aspecto a destacar es que en las organizaciones horizontales cada empleado tiene un ownership de su trabajo muy importante, con lo cual por lo común existe una muy buena gestión del tiempo. Además la gente va más contenta a trabajar, raramente se aburre y es más feliz en el trabajo. Por lo tanto, se abre la posibilidad de tener gente más creativa e innovadora. Y desde el punto de vista del negocio, cuando una empresa está basada en valores, eso se nota hacia afuera y atrae más clientes, el flujo de trabajo tiende a ser más productivo, los equipos de trabajo más eficientes, entre muchas otras ventajas más.

Ejemplos inspiradores

En la Argentina todavía no es tan sencillo armar empresas horizontales, por varios motivos. Por un lado, cuando se quiere tener una empresa autogestionada, puede suceder que en algún punto no coincida con la Ley de Contrato de Trabajo y aparezcan algunas trabas. Por otro lado, en el país no hay una cultura instalada en torno al trabajo colaborativo, ni tenemos experiencia en esto de que el liderazgo y los roles sean compartidos en equipo y que se asuma la responsabilidad de manera conjunta.

Otro problema es que se confunde organización horizontal con equipos eficientes, es decir, muchas empresas tienen la sensación de ser horizontales, pero cuando intentamos mirar con un poco más de criterio salen a la luz muchas prácticas verticales que están enmascaradas.

No obstante, existen algunos ejemplos concretos que resultan inspiradores. Por ejemplo, Manas.Tech es una empresa de desarrollo de software que viene trabajando desde hace 15 años de manera horizontal y logró armar un caso de éxito conocido en todo el mundo. Esta empresa tiene un sistema de asignación de salarios en el que los sueldos no se negocian con ningún jefe sino que se asignan entre compañeros. Tiene una idea de colaboración muy arraigada, una distribución de roles muy específica y, además, es una firma muy transparente.

Otro ejemplo es Schmitman HR, una empresa se dedica a dar consultoría de RR.HH. para empresas de tecnología y que también se funda sobre los valores del trabajo colaborativo. Si bien es una firma bastante más joven, siempre está reevaluando su propia forma de organización, algo muy característico de las empresas horizontales. Se trata de una empresa cuyo valor principal es la honestidad: todos los colaboradores están comprometidos a formar un ambiente de trabajo donde puedan sentirse en confianza con el otro.

Tal vez te resulte llamativo ver que yo trabajo en ambas empresas, esto es posible sólo porque ambas organizaciones trabajan con absoluta transparencia y están alineadas respecto a los valores que cada una persiguen, lo que permite que no se generen conflictos laborales. Esto es casi casi una redarquía.

Creo que lo más destacable de esta configuración es que no sólo existe la posibilidad de equilibrar las tareas en ambas empresas, si no, que tengo la libertad de elegirlos y quiero hacerlo!

Ambas empresas tienen un sistema de compensación abierto: todo el mundo sabe lo que gana el resto y hay transparencia en cuanto a los números y las finanzas.

Ambas empresas tienen áreas de Recursos Humanos enfocadas en la felicidad de la gente que trabaja allí. Desde los proyectos que se toman hasta la silla o la computadora con que se trabaja apuntan a que los colaboradores elijan ir a la oficina y estén muy cómodos en su lugar de trabajo.

Otro aspecto importante es que no hay una política de vacaciones establecida sino que la gente puede manejarse a gusto: hay gente que se toma uno o dos meses, o puede trabajar durante un mes en forma remota desde otro lugar del mundo. En general los beneficios se plantean no de manera general, sino a la medida de cada persona.

En lo que concierne a la forma de organizar las empresas, el paradigma está cambiando de manera sustancial. El formato vertical irá desapareciendo poco a poco, y ya no se hablará más de jefes sino más bien de liderazgo, dentro de una propuesta integral centrada en la felicidad de cada colaborador.

Seguramente alguna vez te pasó que estás empezando tu día y desde la cama ya sentís esas ganas de no ir a trabajar. Ojala nunca mas te pase

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