Mujeres en tecnología: 6 tips para emprender en una industria que no para de crecer

Mara Schmitman
Schmitman HR
Published in
4 min readNov 26, 2019

Emprender es una de las decisiones más desafiantes que puede tomar una profesional. Demanda aprender muchas y diversas herramientas, y desarrollar una cantidad de habilidades que en las empresas consolidadas se distribuyen en equipos integrados por varias personas. En los últimos años, por el enorme desarrollo que tuvo la industria y por la creciente inclusión de la mujer en ella, emprender en el área de tecnología es una opción cada más atractiva.

Este interés creciente por la industria responde a dos factores. Por un lado, a que la tecnología permite desarrollar negocios con barreras de entrada muy bajas. Es decir, con mínimas inversiones (a veces simplemente dedicando horas de trabajo y teniendo como único costo el valor de una computadora) pueden formarse emprendimientos de alta rentabilidad. Pero además, la industria está generando oportunidades muy atractivas e innovadores para emprendedoras que desean vender productos o servicios, que son especialmente interesantes si contemplamos la posibilidad de que esos productos y servicios pueden ser ofrecidos al exterior, y generar márgenes de ganancia aún más grandes por la diferencia en el cambio.

Desde mi experiencia emprendiendo en el ámbito tecnológico, puedo decir que hay al menos seis puntos que son fundamentales para no perder de vista durante la primerísima etapa de conformación de un negocio.

  • Dedicate a formarte en el área de tu negocio. Emprender en tecnología no significa necesariamente que debas producir el servicio o bien que vas a ofrecer, pero tenés que conocer el funcionamiento de ese negocio específico. Además, convendrá que te dediques a aprender sobre otros aspectos del negocio que podrás tercerizar o no. Por ejemplo, será importante que puedas tener conocimientos de gestión administrativa, incluso si decidís delegar a un contador las finanzas de tu emprendimiento. Es de gran ayuda, también, poder tener nociones sobre el tema que te permitan supervisar el trabajo de los demás. De la misma manera, te resultará útil formarte en comunicación para que sepas contar tu negocio tanto a los consumidores como a potenciales inversores: podés buscar workshops intensivos y talleres online Es un conocimiento que también te será útil para elegir a un profesional del tema para que te asesore.
  • Tener algo para mostrar y preservar tu identidad. Durante la etapa de formación y consolidación de tu negocio, vas a tentarte de cambiar tu estilo y adaptarte a las demandas del mercado. Sin embargo, convertir tu estilo en tu marca personal te permitirá conseguir mejores clientes y más acordes a tu identidad, mientras que adaptarte a las formas de cada cliente hará ver tu propuesta de valor muy confusa, y te llevará a vincularte con personas que manejan dinámicas laborales muy distintas a las tuyas. Esto, a la larga, te desgasta y te genera conflictos, ¡evitalo siempre que puedas!
  • Métricas: Si vas a ofrecer un servicio, es fundamental que en la primera etapa puedas tener métricas que den prueba de tu efectividad y rendimiento, e incluso que puedas contar casos de éxito a potenciales clientes e inversores.
  • Hacer mucho, mucho, mucho networking. Trabajando en una compañía, la participación en reuniones y eventos en tecnología es una práctica habitual que nos lleva a conocer colegas y otros profesionales vinculados a nuestra actividad. Como emprendedora independiente, construir redes laborales es una parte del trabajo a la que hay que dedicarle cierta cantidad de tiempo. Usar redes sociales como Linkedin es una buena idea para generar vínculos que nos ayudan a crecer. Del mismo modo, participar de meetups y eventos puede ser una buena idea para mantenernos actualizadas del desarrollo del área tecnológica que nos interesa. Además, nos mantiene atentas sobre quiénes son los referentes de nuestro sector y cuáles son las últimas tendencias en la industria.
  • Gestionar el tiempo es fundamental. Durante muchos de los primeros años emprendiendo, tu tiempo va a ser tu mayor capital. Es por eso que la gestión eficiente de tu tiempo resulta tan importante: decidir cuánto tiempo del día le vas a dedicar a cada tarea requiere el mismo esfuerzo que lo haría pensar en qué querés invertir tu capital económico.
  • Elegí las personas con las que querés trabajar. De la mismo forma que tu tiempo lo será, las relaciones interpersonales que cultives durante la primera etapa de tu emprendimiento determinará su supervivencia. Si te rodeás de gente capaz, flexible, con ganas de aprender y eficiente, tu negocio tiene muchas más probabilidades de prosperar y persistir. No alcanza con que tengan la formación adecuada, también será importante que el clima de trabajo en el que se desarrolle colabore a que un tropiezo no se convierta en una razón para desistir en tu idea de emprender. Esto vale también para tus clientes: siempre que se pueda elegir, conviene no perder el tiempo con personas y organizaciones que no están alineada a tus valores.

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