¿Qué tipo de colaboradores necesita el futuro del trabajo?

Mara Schmitman
Schmitman HR
Published in
3 min readAug 13, 2019
Empleos 4.0: #ElFuturoDelTrabajo — Panel “Acciones y tensiones en el crecimiento del talento en Argentina”

La tecnología no va a cambiar el mercado laboral: ya lo ha hecho. Sin embargo, quienes trabajamos vinculados al mundo de los Recursos Humanos o lideramos empresas, no dejamos de preguntarnos cómo impactarán en el futuro los cambios que estamos viendo en el presente, qué tipo de empresas tendremos en los próximos 10 años, qué tipo de profesionales van a necesitar esas organizaciones y cuál es el desarrollo y la formación ideal de estos colaboradores y colaboradoras.

El jueves pasado, la Cámara Argentina de la Industria de Software (CESSI) reunió a referentes del mundo del trabajo para hacerse esta pregunta. En ese marco, tuve la oportunidad de participar del panel “Acciones y tensiones en el crecimiento del talento en Argentina”, en el que también participaron referentes de la educación y la investigación pública.

Uno de las principales discusiones que rondaron el panel tuvo que ver con la tensión empresas-instituciones educativas. Vía la innovación y las posibilidades de desarrollo profesional que ofrecen las primeras, las segundas parecen permanecer estáticas o “correr detrás del mercado” en el mejor de los casos. Esto, sumado a la alta demanda de perfiles técnicos, atenta contra la continuidad de la formación académica (o la continúa por otras vías). Hasta ahí, un diagnóstico. ¿Pero es el rol de la educación equiparar al mercado o servirle a sus necesidades? Esta pregunta quedó abierta, pero pudimos consensuar que, sin dudas, las instituciones de formación públicas no pueden ignorar que la transformación digital es un hecho y adecuar sus planes de estudios al nuevo contexto.

A esta tensión hay que sumarle que estudiar en una universidad, si bien sigue siendo un valor para las empresas, dejó de ser una condición. Quitando puestos de gestión, en los que todavía aparece como un requisito, tener un título universitario no es excluyente a la hora de aplicar para algunos puestos de trabajo. Esto es así, por ejemplo, en el 90% de las búsquedas que tenemos abiertas en Schmitman HR. Y lo que es más: no solo las empresas no lo exigen a los candidatos que entran en sus procesos de búsqueda, sino que además, los exorbitantes sueldos que les ofrecen muchas veces colaboran con que esas personas abandonen su formación para seguir sus carreras por la vía laboral (sin contar con que, además, rompen el mercado).

Pero la formación del talento del futuro no solo tiene que enfocarse en los conocimientos técnicos, sea por vías académicas o prácticas, sino que además tiene el desafío de desarrollar las habilidades que ninguna tecnología puede suplantar. Sobre algo de esto conversé en Radio Andina de Mendoza el viernes pasado (la entrevista se puede escuchar aquí): el trabajo en equipo, la organización del tiempo, el liderazgo, e incluso la frustración, son herramientas muy importantes para el mercado laboral tecnológico. De hecho, este tema fue retomado por Alan Schulte, Head of South LATAM de Linkedin, en una charla que continuó inmediatamente después del panel: las soft skills son las principales necesidades del futuro del trabajo. Una máquina puede automatizar muchísimas funciones, pero no puede armar ni liderar un equipo y mucho menos generar un entorno colaborativo. Sin habilidades blandas, no hay organización posible.

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