La gente adulta improvisa su vida
Hace unas semanas me encontré con un estudio que me llenó de ilusión y amargura el mismo tiempo. El resumen ejecutivo para los ansiosos: El 62% de los adultos no tiene propósitos ni objetivos al iniciar un nuevo año.
La investigación emana de YouGov, una empresa de estudios de mercado y análisis, que se dedica a hacer este tipo de reportes alrededor del mundo y que va más allá de este primer dato, ellos aseguran además, que del 48% restante que sí tiene planes y objetivos para el año nuevo, solamente un humilde 9% logra esos objetivos.
Si a eso, le sumamos el dato que hace décadas nos presentaba Brian Tracy, autor y conferencista archi conocido por su “Seminario Fenix” y sus libros, quien explica que solo el 3% de los adultos, pone sus objetivos y metas por escrito, entonces la cosa se pone muy cuesta arriba si es que pretendes hacer algo diseñado con tu vida para el próximo año y parece que lo mejor que podríamos hacer es imprivisar, porque opciones hay pocas.
Buenas noticias para los que tenemos hijos
Los datos también aportan algunas luces, como por ejemplo que aquellos adultos que tienen hijos, aparentemente tienen más ganas de planificar su vida en lugar de improvisarla y al mismo tiempo más probabilidades de lograr esos planes. Siendo así, el 54% de los padres con hijos tienen propósitos de Año Nuevo, 1,6 veces más que los que no tienen hijos.
La gente sabe lo que quiere, pero lo abandona
El principal propósito de año nuevo que muestra el estudio es “hacer más ejercicio”, de hecho el 48% de las personas se propone esto y le siguen aquellas relacionadas con la salud física, que ocupan los primeros tres lugares del ranking de propósitos más comunes.
Por otra parte, los hombres tienen más a proponerse objetivos relacionados con el trabajo y el crecimiento profesional, en cambio las mujeres, se centran más en temas relacionados con la salud y el bienestar.
Y dentro de la lista aparecen varios propósitos que se repiten un montón, como bajar de peso, ahorrar dinero, pasar menos tiempo en redes sociales, cultivar un pasatiempos o pasar más tiempo con la familia.
El gran “pero” es que aparentemente las personas abandonan sus propósitos a penas comienza el año. Con suerte algunos más obstinados aguantan hasta febrero, pero la gran mayoría de las personas (dentro de los pocos que tienen propósitos), no llegan ni a la tercera semana de enero antes de darse por vencidos.
¿Qué hacemos con esta información?
Tranquilidad, que no “panda el cúnico” porque, aunque los datos leídos así a la rápida no son tan alentadores, sí hay algunas pistas que podemos seguir para meternos dentro de ese esquivo 9% de personas que sí logran sus propósitos.
Lo primero es que tener objetivos es a penas la mitad del trabajo, la segunda parte es tener un plan. Sino ¿Cómo vamos a hacer para llegar a destino? Y Ahí es donde la mayoría de la gente tropieza, porque se pone a improvisar, se pierden en el camino y terminan abandonando.
Ahora, ¿Cómo hago un plan?. Pues metodologías hay por montones, yo te sugiero que le des una googleada al “design thinking” como metodología para tu vida personal.
Lo segundo es que el 35 % de las personas atribuye la pérdida de motivación como la principal razón para darse por vencido. Y ¿Cómo le hago para mantenerme motivado?
Obviamente además de la motivación extrínseca (halagos, recompensas, etc), podemos buscar propósitos y actividades que se alineen con lo que propone Daniel Pink al respecto. Te mantendrás motivado siempre que aquellas tareas o actividades comprendan estas características:
- Automonía: Puedes decidir por ti mismo, tomar el control, no solo ejecutar.
- Maestría: Sientes que aprendes, que te haces mejor, que esa actividad te hace crecer.
- Propósito: Aquello que haces, tiene sentido y trascendencia, impacta tu entorno, le importa la resto y genera un cambio.
Entonces, en resumen, sabiendo que hay muchos más ingredientes para el éxito de tus propósitos, el escenario contemporáneo es poco alentador y lograr tus objetivos es más la excepción que la regla, no obstante, tampoco es un imposible, sobre todo te empeñas en diseñar tu vida en lugar de improvisarla.
Y para diseñar tu vida con herramientas concretas, aplicables y basadas en evidencia científica, puedes hacerte parte de Diseña tu 2023, un programa de formación y acompañamiento que comienza el 5 de enero del 2023 y que comprende estos y otros temas como trabajo, relaciones, productividad y gestión del tiempo, para ayudarte a que no llegues a diciembre nuevamente con la sensación de que pudo haber sido un excelente año pero se te escurrió entre los dedos.