Análisis de riesgo para turistas y otros viajeros a países lejanos
Presentamos un buen recurso para comparar la seguridad entre destinos de un viaje de ocio y también de una expatriación.
Con el final del periodo de veraneo, que no del verano, acostumbramos a hacer un repaso de los incidentes mayores de seguridad sufridos por españoles en sus desplazamientos a países lejanos por motivo de ocio.
Este año ha habido muchas víctimas relacionadas con el tráfico, lo que debería ser tenido en cuenta a la hora de planificar los desplazamientos internos. De hecho en julio aprovechamos el accidente de moto de un turista español en Bali para mostrar como se escriben las recomendaciones de viaje que publica el MAEC y recomendar encarecidamente tomar cuatro precauciones básicas: leer las recomendaciones de viaje antes de elegir un destino, inscribirse en el registro de viajeros consular, contratar un seguro médico de asistencia para el viaje y actuar bajo el precepto de que la seguridad fuera de España corre exclusivamente por nuestra cuenta.
Tras ese artículo publicamos otro que usaba el peligro de intoxicación por metanol como excusa para ejemplarizar que nuestra conducta es la clave para nuestra seguridad y que con facilidad podíamos caer en siniestros excluidos de nuestra póliza de seguro.
Y hoy terminamos la serie con un caso que sugiere una pequeña comprobación para que finalmente tomemos conciencia del cambio en las reglas de juego de la seguridad cuando salimos de España.
A principio de agosto una enfermera española Arancha Gutiérrez fue asesinada el primer día de su estancia en Costa Rica cuando salió a correr , temprano por la mañana, a una playa cercana a su alojamiento.
Su marido, que viajaba con ella, tras el asesinato se lamentaba y decía que ellos habían sido prudentes tomando todas las medidas posibles: registro de viajeros, lectura de las recomendaciones de viaje, contratación de seguro de asistencia sanitaria en viaje y que habían consultado al personal del hotel si los alrededores eran seguros.
Ni las recomendaciones de viaje, ni el personal del hotel, hacían referencia alguna al riesgo para las mujeres de sufrir una agresión sexual y mucho menos de ser asesinada tras ello.
Las recomendaciones para viajeros del MAEC son excelentes pero hay que tener claro que se basan en datos históricos de nacionales y en este desgraciado caso Arancha fue la primera. También es necesario insistir en que la mayoría de los empleados de enclaves turísticos tienen instrucciones para decir que el entorno es seguro, por lo que su opinón no es fiable.
Proponemos usar una herramienta muy sencilla y muy útil para conocer la tasa de delitos por cada cien mil habitantes de un país y compararla con la tasa española. De este modo, sin grandes conocimientos de análisis de riesgo podemos hacernos una idea, una foto, de la situación de la seguridad en un país.
Para ello usaremos la base de datos de la Oficina contra el Crimen y la Droga de la Organización de Naciones Unidas:
Tras acceder al enlace anterior, veremos a la izquierda un menú que enumera una serie de delitos. Si seleccionamos Crime se desplegará un listado que, entre otros, contiene los delitos relacionados con la violencia sexual si seleccionamos el epígrafe Total Sexual Violence, en la página principal, se abrirá una ventana donde debemos seleccionar la región, la subregión y finalmente el país, así como el formato de salida.
A continuación se muestran los datos comparados entre España y Costa Rica obtenidos de la forma descrita. En primer lugar se muestra comparación del número total de delitos de violencia sexual:
Si tomamos como referencia el último año en el que se disponen de datos de ambos países podemos observar que en España la tasa es de diecinueve casos cada cien mil habitantes frente a los 155 de Costa Rica. Lo que supone ocho veces más. Este dato es quizá muy abstracto, si partimos de que la mayoría de los españoles tienen la sensación de que España es un país seguro y que no ocurre nada, el criterio de ocho veces más que nada es difícil de asimilar, pero debería ser suficiente para diluir la creencia de que Costa Rica es un país tranquilo y tomar precauciones.
A continuación se muestra el cuadro que compara el número de muertes violentas:
En este caso podemos comparar el ratio del año 2015 que arroja un resultado alarmante: en Costa Rica se producen dieciocho veces más muertes violentas que en España, y si afinamos un poco más el criterio podemos obtener más información, por ejemplo la Organización Mundial de la Salud considera que cualquier causa que provoque más de diez muertes por cada cien mil habitantes debe considerarse una epidemia. Con lo cual podríamos decir que las muertes violentas en Costa Rica son una epidemia.
Desde el punto de vista profesional se analizan también las tendencias, el motivo por el que se interrumpen las series y se usan muchas más fuentes, lo que permite hacer análisis mucho más precisos. Pero el objetivo de este artículo es simplemente despertar su curiosidad e incentivar la toma de medidas de autoprotección en todo tipo de viajeros.
Descanse en Paz Arancha Gutiérrez.
Jesús Belenguer dirige el equipo que diseñó el Protocolo Mercurio que es el sistema de gestión de la seguridad personal de trabajadores desplazados a países lejanos más implementado en las empresas españolas. Comparte sus ideas en Medium desde abril de 2015.
