¿Debe la vacuna de la COVID-19 registrarse en la Cartilla Amarilla?

Una recomendación muy útil para los viajeros internacionales por motivos de trabajo.

El Certificado Internacional de Vacunación más conocido como la cartilla amarilla es un documento creado por la Organización Mundial de la Salud, OMS por sus siglas en español, para certificar la inmunización contra la fiebre amarilla y ha demostrado ser un elemento eficaz desde 1969 en la lucha contra la enfermedad, permitiendo la movilidad internacional. El Reglamento Sanitario Internacional, RSI por sus siglas en español, establece que a discreción de la autoridad sanitaria local puede rechazarse la entrada de viajeros internacionales que no aporten dicho certificado cuando su origen es un país con epidemia activa de fiebre amarilla.

Esta regla ha causado no pocos problemas a viajeros en todo el mundo. Un error habitual es no tener en cuenta en un viaje multipaís que una de las escalas genera la obligación de prueba de vacuna en alguna de las siguientes. En el caso de los viajeros por motivo de trabajo es siempre recomendable llevarla junto con el pasaporte porque nunca se sabe cuándo habrá que modificar un itinerario o en qué lugar puede sugir un brote de fiebre amarilla.

Nuestro protocolo de seguridad personal durante el desplazamiento internacional de trabajadores establece la recomendación de vacunación contra la fiebre amarilla para amplias zonas del mundo y además de llevarla siempre durante los viajes, recomienda que se recoja en el certificado el resto de vacunas del viajero, posibilidad esta última poco conocida pero muy útil. Vea en la imagen siguiente una de las páginas dedicadas a otras vacunas de la cartilla del autor y que demuestra que es posible — sepa que algunos servicios de sanidad exterior son reacios a recogerlas.

Las ventajas son muchas y no solo en previsión de una alerta sanitaria sobre otras enfermedades, también puede ser de gran interés para facilitar un diagnóstico durante un viaje. En el caso del SARS-CoV-2 las ventajas son obvias: en un solo documento, oficial, normalizado y bien conocido en todo el mundo, la prueba de inmunización y con ella la libertad de movimientos independientemente de la evolución de la pandemia que todavía puede dar muchos quebraderos de cabeza.

Existen dos dificultades y es que hasta la fecha solo los servicios de sanidad internacional están autorizados a gestionar el certificado, por tanto o se contempla otro mecanismo o la vacuna del SARS-2 se debería poder administrar también en dichos servicios y la más importante es que la vacuna debe generar inmunización esterilizante, es decir, la persona vacunada no debe desarrollar la enfermedad porque de lo contrario podrá seguir difundiendola y no tendrá sentido certificar su inoculación.

El esfuerzo merece la pena, la actividad internacional de las empresas españolas es fundamental para la economía y la pandemia de SARS-2 ha golpeado duramente la capacidad de internacionalización de nuestras empresas con lo que toda ayuda es poca. Le rogamos que difunda este mensaje y apoye nuestra propuesta, es por el bien de todos.

Jesús Belenguer dirige el equipo que diseñó e implanta el Protocolo Mercurio que es el sistema de gestión de la seguridad personal durante el desplazamiento internacional de trabajadores con mayor implantación en las empresas españolas. Comparte sus ideas en Medium desde abril de 2015.