¿Es su garaje de los preferidos por los violadores?

Un violador necesita intimidad, un espacio donde no ser molestado durante la agresión. De hecho, de la elección del lugar y la hora depende el tipo de agresión y a la duración de la misma. Simplemente analizando un garaje se puede saber si es adecuado para una agresión, las horas a las que aumenta el riesgo y el tipo de agresión que se puede dar.

Antes de continuar, debe saber que si su garaje le da mala espina, haga caso a su instinto, rara vez falla (esta regla puede aplicarla a cualquier otro espacio).

Con objeto de que el artículo no se convierta en un manual para violadores, vamos a enunciar las medidas que evitan que un garaje sea un espacio propicio para la agresión sexual, eso supone ocultar algunas medidas eficaces contra la agresión, pero es más seguro que no se conozcan. Se va a considerar un agresor externo a la comunidad, lo que no siempre es así, aunque la mayoría de las medidas también son eficaces cuando el agresor tiene acceso libre al espacio.

Antes de comenzar, sepa que la clave de la autoprotección es cuidarse los unos a los otros lo que significa que la fuerza surge del comportamiento del grupo, si este no funciona, la seguridad se debilita rápidamente.

En primer lugar es necesaria una política de llaves y claves de acceso adecuada. En función de la rotación de los usuarios (alquileres de plazas de garaje o de pisos con derecho a garaje) se deben cambiar las cerraduras y claves con la frecuencia adecuada: 1, 2 o 3 años, o tras un aviso de pérdida o robo o a la simple petición de un usuario, sin pedir más explicaciones.

El ascensor y las puertas de acceso al garaje deben estar siempre bloqueadas con cerradura en ambas direcciones y disponer de un resorte que evite que se queden abiertas. Además del riesgo de seguridad física, respecto a las puertas existe el riesgo de que en caso de incendio en el garaje los gases generados entren en el edificio pudiendo propagar el incendio o provocando intoxicaciones y asfixia.

En los trayectos posibles a pie no deben quedar zonas muertas o huecos para que una persona aceche oculta a la vista de la que realiza el trayecto. Los recursos habituales son mejorar la iluminación, utilizar espejos, tapiar los huecos, etc. Tenga en cuenta que se debe contemplar el recorrido de entrada y el de salida.

La iluminación no debe estar temporizada se recomienda automatizar su encendido y apagado con barreras de cruce en combinación con detectores volumétricos, tampoco debe estar segmentada, se debe iluminar toda la zona a la vez. De este modo nadie se quedará a oscuras en el garaje y la iluminación servirá de advertencia de presencia en el local.

En un garaje seguro, las maniobras de entrada y salida seguirán las siguientes reglas, cuyo cumplimiento debe ser muy extricto, si se hacen bien y lo hacen todos los usuarios del garaje, lo más probable es que el lugar sea descartado por los delincuentes.

• Los vehículos que salen se quedarán en la zona de salida hasta que el portalón se cierre completamente. Si se observa que alguien accede subrepticiamente, se hará como que no ha ocurrido nada, y se llamará a la policía de inmediato esperando en la misma zona de salida para apoyar la labor policial, sin salir del coche y sin apagarlo hasta que lleguen.
• En el caso de que la entrada subrepticia se produzca en la maniobra de acceso al garaje se debe llamar a la policía de inmediato y salir del garaje en el vehículo. Si es posible la espera se realizará del mismo modo que en la maniobra anterior. Es importante recalcar que se deben instalar espejos que cubran los ángulos muertos y que ambos lados del portalón deben estar muy bien iluminados. La maniobra de salida de emergencia debe practicarse al menos una vez.

Los horarios de menor trasiego de vehículos son los más peligrosos. Es posible que el delincuente haya estado observando el comportamiento de los vecinos y los horarios. Todos los movimientos fuera de los horarios normales de ir y volver del trabajo, entrañan un riesgo mayor: volver a media mañana, volver de madrugada, especialmente si se hacen de forma rutinaria y se puede prever la presencia de la víctima. Se debe valorar en estos casos medidas suplementarias para evitar una agresión.

Cuantas más medidas como las referidas falten, más atractivo será el local para perpretar una agresión. Y piense que las medidas expuestas son también de aplicación en el resto de dependencias comunes del edificio: el patio de entrada del edificio, acceso de escaleras, escaleras y ascensor son también lugares donde puede producirse una agresión.

En cuanto a su comportamiento, camine siempre alejada de columnas y huecos, use los espejos para mirar las zonas desenfiladas, y si tiene una pared lisa camine cerca de ella. Haga un ejercicio de imaginación y piense dónde se ocultaría si quisiera sorprender a alguien y actúe en consecuencia. Hay cosas muy importantes que usted puede hacer, en el momento inicial de la agresión, pero no se deben publicar, la sorpresa es un factor muy importante. El objetivo es saturar la capacidad de respuesta de un delincuente en la situación más estresante de la agresión, que es la captura, obligándolo a abandonar o a cometer un error.

Busque un profesional de la seguridad privada y asesórese ahora, no espere, la capacidad de autoprotección se debe formar cuando no hace falta, cuando se dispone de tiempo para hacerlo de una forma tranquila y reposada.

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Jesús Belenguer dirige el equipo que diseñó e implanta el Protocolo Mercurio que es el sistema de gestión de la seguridad personal durante el desplazamiento internacional de trabajadores con mayor implantación en las empresas españolas. Comparte sus ideas en Medium desde abril de 2015.